domingo, enero 08, 2012

Artes Plásticas / México: «Fábulas indelebles» pretende divulgar obra de Varo en EE UU

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Energía cósmica (1956). (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua, 7 de enero 2012. (RanchoNEWS).- Popularizar en Estados Unidos el nombre de la pintora surrealista española Remedios Varo (1908-1963) de la misma manera que es conocido el de la mexicana Frida Kahlo, es el propósito de la galería Frey Norris Contemporáneo & Moderno, de San Francisco, California, que hoy abre al público Indelible fables (Fábulas indelebles), exposición integrada por 16 obras, entre óleos, dibujos, gouaches, objetos y documentos personales, de la artista, que radicó en México desde 1941. La mitad de la obra pertenece a la galería y la mayoría está a la venta. Una nota de Merry MacMasters para La Jornada:

Se trata de la primera muestra individual de Varo organizada en medio siglo en una galería particular después de aquella celebrada en 1962, en la galería Juan Martín, que también contó con el óleo Bordando el manto terrestre (1961), pieza central de un tríptico que fue vendido en tres partes.


Fábulas indelebles coincide con In wonderland: The surrealist adventures of women artists in Mexico and the United States (En el país de las maravillas: Las aventuras surrealistas de mujeres artistas en México y Estados Unidos), exhibición de alrededor de 175 obras de 47 expositoras, entre ellas Varo, que se abrirá el 29 de enero en el Museo de Arte del Condado de Los Ágeles (LACMA, por sus siglas en inglés).

La muestra, que tardó ocho años en lograrse, representa una de las «más ambiciosas» que ha montado la Frey Norris, ya que está concebida como una «mini muestra de museo», con la publicación de un catálogo de 60 páginas. El día 18 se efectuará una mesa redonda en el Centro para las Artes Yerba Buena, con la participación de Teresa Arcq, Terri Geis, Edward Madrid Gómez, Julie Hefferman y Jeanne Carstensen.

El jueves 19 habrá una recepción –a la que asistirá Alexandra Gruen, viuda de don Walter, promotor principal de la obra de Varo–, así como una cena performativa a cargo del artista mexico-estadunidense, Julio César Morales, que parte del recetario, escrito en español e ilustrado, de Varo y Leonora Carrington, también incluido en la exposición. Además, «tendremos arte valuado en millones de dólares colgado en las paredes», acota Wendi Norris, directora de la galería con Raman Frey.

Para Norris, la ausencia de una exposición de Varo por tanto tiempo en una galería particular se debe a que «nadie se ha tomado el tiempo de construir un mercado porque, después de todo, una muestra galerística, la mayoría de las veces, tiene que ver con algún tipo de capacidad mercantil de la obra». También fue necesario contar con suficientes piezas.

La primera pintura de Varo que compró la Frey Norris fue Papilla estelar (1958) hace ocho años, que posteriormente vendieron. Al exhibirla «nos dimos cuenta de que las personas eran traspasadas –de allí saqué la palabra indeleble–, porque una vez que se ve un cuadro de Remedios no se puede sacar la imagen de la mente. De allí que Raman y yo empezamos a adquirir sus obras cada vez que tuvimos la oportunidad –porque rara vez salen al mercado– y guardarlas un tiempo en aras de hacer la exposición».

Durante todo este tiempo Norris también se ha dedicado a establecer relaciones en México con las familias, coleccionistas y especialistas, porque sin su apoyo, así como del Museo de Arte Moderno y del LACMA, Fábulas indelebles «no hubiera sido posible».

Según Raman Frey, en la galería «nos enorgullecemos de ser pioneros, muy ambiciosos», y de examinar «artistas mayores inmersos en el pensamiento en torno a la evolución del arte contemporáneo en los años 30 y 40 del siglo pasado. Identificamos artistas quienes, en lo conceptual y lo estético, fueron iconoclastas, muy inventivos, que destacaron de sus semejantes, alcanzaron una visión muy madura y distintiva, pero que carecen del reconocimiento que debería de acompañar ese tipo de logro».

Varo tuvo una desventaja doble: «Tal vez sea un tema doméstico en México, y ciertamente es muy conocida en España, pero en Estados Unidos, no. Eso, en mi opinión, tuvo que ver, al igual que muchas de sus contemporáneas, de caer bajo la sombra de algunos de sus semejantes masculinos. También el hecho de que se estableció en la ciudad de México, en vez de Nueva York, en un momento histórico cuando había mucha énfasis en lo que pasaba allí».

Las obras incluidas en la exposición son: los óleos Doña Josefa Cejalvo (1926), L’agent double (1936), Retrato del doctor Ignacio Chávez (1957), Catedral vegetal (1957) y Bordando el manto terrestre (1961); el óleo y gouache La mujer libélula (cerca 1960); los gouaches La batalla (1947) y Energía cósmica (1956); los dibujos Revelación o El relojero (1955), Tres destinos (1956), Dr. Ignacio Chávez (1957), El encuentro (1959), Visita al cirujano plástico (1960) y El mimetismo (1960); Caja de Jean Nicolle (1948), y el recetario (cerca 1960).


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