miércoles, febrero 08, 2012

Caricatura / España: ¿Quién vigila a «Watchmen»?

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Los personajes de Watchmen en versión Simpson. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua, 8 de febrero 2012. (RanchoNEWS).- Alan Moore se desentiende de la serie Before Watchmen, en la que distintos autores recuperan el universo de uno de los cómics más importantes de la historia. Una nota de Javier Cavanille para El Mundo:

Watchmen fue originariamente una mini-serie de 12 números dibujada entre 1985 y 1987 y está considerado (con toda justicia) como uno de los cómics más influyentes de la historia y, sin lugar a dudas, de los más vendidos. Cuenta la historia de un grupo de superhéroes que viven en unos Estados Unidos ucrónicos (Nixon fue reelegido tras el Watergate y ganó la guerra de Vietnam) y, tras años fuera de servicio (los superhéroes han sido declarados ilegales) vuelven a unirse para buscar a un asesino que ha matado a uno de ellos. Tuvo una versión cinematográfica en 2009 firmada por Zack Snyder.

«Hasta dónde yo sé, tampoco ha habido tantas precuelas o secuelas de Moby Dick». Así, con su proverbial ironía y mala leche, recibió Alan Moore, a preguntas del New York Times, el anuncio de la editorial DC de recuperar el universo de Watchmen para una precuela dividida en siete arcos argumentales (aventura de los piratas incluidas y un epílogo) que comenzará a publicarse este verano. En total, 35 números con firmas como las de Len Wein, Brian Azzarello, Darwyn Cooke o Andy y Joe Kubert.

Dave Gibbons, que puso los lápices a uno de los mejores cómics de la historia, se ha mostrado algo más positivo. «Fue la historia que Alan y yo quisimos contar», declaró, «pero aprecio los motivos de la editorial DC para llevar a cabo esta iniciativa y espero que los artistas y guionistas que participen hagan un homenaje a nuestro trabajo». «Espero que estas nuevas historias tengan el éxito deseado».

Las reacciones

Ninguna de las reacciones extraña. Gibbons es un dibujante solvente y de renombre, pero no llega ni de lejos al prestigio de su compañero. Alan Moore es un genio inclasificable con varias obras maestras a sus espaldas que se permite el lujo de hacer lo que le da la gana. Su relación con DC no es mala, es peor. La editorial se quedó con los derechos del cómic cuando se publicó por primera vez en 1987 y él ni siquiera guarda una copia en su refugio de Northampton (Inglaterra). La editorial le ofreció incluso recuperar los derechos si participaba en Before Watchmen. La respuesta ha sido un rotundo no.

Su actitud no es nueva. No quiso ni los royalties de las adaptaciones al cine de From hell (su particular versión de Jack el Destripador), V de Vendetta (cuya máscara ha hecho famosa Anonymous) o Watchmen y jamás ha mostrado el menor aprecio por ellas (su nombre no aparece ni en los créditos).

«No quiero dinero», ha dicho sobre esta iniciativa, «lo que preferiría es que esto no estuviera ocurriendo». «Me tomo esto como una especie de confirmación de que, al parecer, siguen dependiendo de las ideas que tuve hace 25 años», declaró a Wired.com.

La secuela

La noticia también ha dividido a los aficionados entre los que ven una herejía y los que consideran que estos homenajes (como el que hicieron Darwyn Cooke y otros con The Spirit) tienen su razón de ser. Algunos son fans de los dibujantes, otros de los personajes. Cualquier superhéroe ha sido dibujado por decenas (a veces cientos) de artistas, lo que ha dado lugar a etapas mejores y peores pero los han mantenido con vida... aunque sea de papel. El problema es que Watchmen, concebida como una única historia, está bien como está.

Por supuesto, el aspecto económico es fundamental. DC comenzó en septiembre el reboot más ambicioso de su historia: The new 52 (Los nuevos 52). Se trata de coger a medio centenar de sus personajes más emblemáticos y volver a contar su historia desde cero. Un truco que no por viejo ha dejado de ser un rotundo éxito. Pero una precuela de Watchmen es como incluir un nuevo evangelio en la Biblia con los años perdidos de Jesús.

Por supuesto, DC ha puesto toda la carne en el asador. La coordinación de la colección correrá a cargo del mítico guionista y editor Len Wein (el padre de La Cosa del Pantano). Para él se trata de «mirar a los viejos personajes con nuevos ojos», declaró. «Lo que estamos haciendo es llenar los huecos que quedan en una historia que, hasta cierto punto, ya está contada. Todavía hay muchos espacios en la historia de los personajes de Watchmen, y sucesos a los que sólo se alude de pasada o muy rápidamente. Vamos a llenar esos huecos de la manera más creativa y con la mayor inventiva que podamos».

Darwyn Cooke (DC: La nueva frontera, Catwoman...) es uno de los artistas que participará en la saga. Su estatus le permite hacer únicamente lo que le le apetezca, que es bastante poco. Se dedica a adaptar las historias de Parker, de Richard Stark y algún número suelto. Cuando recibió la oferta de participar, primero la declinó. «Dije que no porque no se me ocurría ninguna trama que pudiera competir con el original y no quería la atención que eso iba a generar», Meses después, se le ocurrió una que lo suficientemente buena y aceptó. Participará por partida doble: Silk y Minutemen (los Watchmen originales).

¿Y después? Nadie lo sabe. Quizá Rorschach o El Comediante tengan una serie regular propia o acaben ilustrando una cartera para niños. Lo que está claro es que, al menos, habrá un volumen recopilatorio con páginas extra, dibujos... pero nadie se atreve a afirmar que la cosa acabe aquí. El negocio es el negocio.


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