martes, marzo 20, 2012

Arte Público / Rusia: El artista enmascarado que subleva a las paredes

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Una obra de P183, el bansky moscovita.(Foto: X. Colás)
C
iudad Juárez, Chihuahua, 20 de marzo 2012. (RanchoNEWS).- Moscú lleva meses revolviéndose en busca de cambios y esa zozobra ha florecido también en los muros y los parques. Cuando las manifestaciones se disuelven y las redes sociales hacen la digestión de todas las reformas que la nueva oposición demanda, alguna calle amanece con una nueva sorpresa: enormes murales con una calidad y un mensaje rotundo, muchas veces jugando con el propio entorno, fuerzan al paseante a preguntarse a dónde vamos. La soledad, el aislamiento, la dificultad de cambiar las cosas, detrás de estos misteriosos dibujos está un joven llamado Pavel, de 28 años de edad, que firma como P183. Poco más se sabe de él, pues concede las entrevistas enmascarado. Una nota de Xavier Colás para El Mundo:
Un manifestante parece levantar una cortina en un muro de hormigón, una placa con una niña dibujada juega con las bolas de navidad que hay colgadas en un alambre de espino y en un parque de la ciudad hay dibujadas unas enormes gafas en el suelo que justo entroncan con una enorme farola del ayuntamiento, que hace las veces de patilla. Mezclando realidad y dibujos, P183 ha llamado la atención de muchos moscovitas, algunos de los cuales decidieron fotografiar sus creaciones callejeras. Las redes sociales han hecho el resto y su lamento urbano ha acabado en las páginas de la prensa internacional, que lo ha comparado con Bansky, el grafitero británico que empezó a dar forma al desencanto en los noventa en los muros de Bristol y otras ciudades.
«Para mí el arte callejero es una herramienta para enviar pensamientos a la gente y hacerles pensar», explica el artista en su casa de Moscú. Empezó a los 11 escribiendo poemas en las paredes, pero pronto su trazo se volvió más ambicioso. «Cada una de mis creaciones es como un hijo, y las quiero a todos por igual», comenta sobre su trabajo, que ha sido irremediablemente relacionado con las protestas contra el primer ministro Vladimir Putin y las carencias del sistema político. P183, que toma ese nombre jugando con las cifras de su fecha de nacimiento, se expresa con crudeza al hablar de política: «El mayor obstáculo en este país es ganarse la vida y la incultura de la gente, y las dos cosas están provocadas por las autoridades, porque mientras los cerdos son cerdos no saben diferenciar entre un dueño y otro».

El ayuntamiento de Moscú no es precisamente un fan de su arte. Sus dibujos son tapados por operarios con pintura gris, «son especialmente rápidos cuando se trata de mensajes políticos o con algún subtexto social», se queja este artista callejero, que para algunos moscovitas no es más que un gamberro.

La resaca electoral de las elecciones, en las que Putin volvió a ganar por amplia mayoría, le ha dejado en casa con bronquitis. Sus planes ahora pasan por dibujar más sobre el amor y llevar sus pinturas a los muros de ciudades alejadas de Moscú sin dejar de ser un misterio nacional. Uno de tantos que hacen que las interrogaciones que abre el arte sean mayúsculas.


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