jueves, marzo 08, 2012

Música / México: «No necesitamos que a las compositoras nos agrupen por género», declara Marcela Rodríguez

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La compositora. (Foto: Cortesía del Festival Semana de Música Religiosa)

C iudad Juárez, Chihuahua, 8 de marzo 2012. (RanchoNEWS).- Aunque en las décadas recientes la participación de las mujeres en el ámbito de la música de concierto en México se ha incrementado de manera notable, «falta aún mucho» para equilibrar las condiciones de igualdad en contraste con los hombres, sobre todo en la creación. Una nota de Ángel Vargas para La Jornada:

Así lo considera la compositora Marcela Rodríguez, quien subraya el escaso el número de partituras escritas por mujeres que figuran en los conciertos sinfónicos, recitales o cualquier otro tipo de presentación musical, realidad que, aclara, no es privativa del país.

«Todavía no existe equidad en lo que respecta a la programación de música escrita por mujeres, porque la tradición ha estado del lado masculino. A lo largo de la historia se tocan casi siempre de músicos hombres y, muy de forma incipiente, las escritas por compositoras», explica en entrevista. Llegará la época en la que esa situación se equilibre. Pero para eso falta mucho, porque han sido varios los siglos que los hombres han gobernado la mayoría de los ámbitos, entre ellos las artes. El mundo sigue con atraso, sigue habiendo mucho machismo».

Carlos Apellániz al piano

La charla con Marcela Rodríguez tiene lugar a propósito del estreno mundial de su segundo concierto para piano, el cual ocurrirá este fin de semana, a cargo del pianista Carlos Apellániz y la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM), como parte de su programa para celebrar el Día Internacional de la Mujer.

La agrupación capitalina tendrá como directora huésped a la venezolana-estadunidense Carmen Téllez e interpretará obras escritas por cinco compositoras mexicanas: El llamado de Shofar, de Georgina Derbez; Atanor, de Ana Lara; Recordaré, de Hilda Paredes, y el concierto Candela, de Gabriela Ortiz, además del mencionado concierto para piano.

Esa pieza, concluida por Marcela Rodríguez entre junio y julio de 2011, consta de un solo movimiento, aunque está dividida a la manera de una sonata y su duración aproximada es de 16 minutos.

Es una obra impetuosa –define su autora–, que comienza de manera apasionada, fuerte, luego presenta una parte lenta, a la que sigue un segmento muy rítmico y que concluye de manera espectacular, ascendente.

El piano, según cuenta la compositora, es su instrumento predilecto, aunque también representa «una de sus principales frustraciones», pues, no obstante que esde muy chica quiso ser pianista, debió estudiar guitarra, porque sus hermanos mayores se apropiaban siempre del único piano que tenían en casa.

Para Marcela Rodríguez es incómodo ser etiquetada por cuestiones de género, como asegura que sucede con las otras compositoras cuyas obras serán interpretadas por la OFCM este sábado y este domingo, a las 18 y 12:30 horas, en la sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural Ollin Yoliztli.

«Como compositoras –afirma– hemos luchado por estar en la vida normal de la programación musical contemporánea y de las orquestas».

Persistencia del machismo

Marcela Rodríguez señala que agrupar mujeres en torno de una actividad artística fue necesario en cierto momento, pero en la música ya no lo es: «México ya maduró en la cuestión de composición, en términos de igualdad de género, aunque sigue siendo un país profundamente machista. Las compositoras de México estamos a la altura o mejor que muchos hombres, y podemos participar en la vida normal de las orquestas, aunque falta equidad en lo que respecta la programación de obras».

La autora se incluye dentro de la generación a la que le tocó un cambio de concepción en cuanto la presencia y la participación de las mujeres en la música de concierto.

«Hay muchas instrumentistas, compositoras, maestras, cantantes de gran importancia en el país. Es algo normal, poco a poco se ha ido abriendo el mundo», agrega.

«Las mujeres de las generaciones que siguen sin duda consolidarán y llevarán la tendencia hacia otro punto. Sin embargo, tristemente el machismo es todavía un problema social y cultural, y como triste prueba de ello está el alto número de mujeres que son asesinadas en el país».


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