martes, abril 17, 2012

Artes Plásticas / México: Bosco Sodi exhibe «Croacia», siete obras cargadas de materia

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Detalle de Bosco Sodi, mientras trabaja en su estudio de Nueva York. (Foto: La Jornada)

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iudad Juárez, Chihuahua, 17 de abril 2012. (RanchoNEWS).- Al pintor Bosco Sodi (México, DF, 1970) le gusta poner títulos que no predispongan al espectador, ni condicionen la lectura de la obra. Así nació Croacia, título abstracto, nación que en realidad nada tiene que ver con la serie de siete cuadros escultóricos monumentales, abstractos y cargados de materia, que dan cuerpo a la exposición que el artista inaugurará hoy martes 17 a las 19:30 horas en el Antiguo Colegio de San Ildefonso (Justo Sierra 16, Centro Histórico). Una bnota de Merry MacMasters para La Jornada:

Posteriormente, la muestra itinerará al Museo de los Pintores Oaxaqueños, en la ciudad de Oaxaca; al Museo de Arte de Ponce, de Puerto Rico, organizador de ella junto con San Ildefonso, y al IVAN de Valencia. Hay museos en Estados Unidos aún por confirmar.

Entrevistado por La Jornada, Sodi expresa que la serie Croacia nació de un proyecto que tenía hace tiempo: «Lo platiqué con mi galería de Nueva York, The Pace Gallery; quería hacer una serie de seis cuadros de gran formato al mismo tiempo y que, ya hechos, pudieran ir a diferentes museos tanto de México como de Estados Unidos y Europa. Un show muy sencillo –en el buen sentido de la palabra–, pero al mismo tiempo muy concreto».

Acota que no tiene ninguna conexión personal con dicho país: «Lo que pasa es que la serie la pensé mientras hacía un viaje por Croacia». Pangaea se llamó la exposición que presentó Sodi hace dos años en el Museo del Bronx; Un largo camino a casa, la que celebró el año pasado en la galería Hilario Galguera, y Ubi Sunt, la de The Pace Gallery.

Croacia está integrada por seis piezas, iguales en tamaño, 200 x 280, y una redonda, 186 de diámetro, que complementa la serie, pero no es parte de ella. Sodi precisa: «Realicé la serie de seis piezas al mismo tiempo, ya que quería que fueran una especie de hermanas de sangre, que las mismas circunstancias las afectaran igualmente. Pero, como pasa siempre en mi obra, tienen personalidad diferente, ya que los accidentes y el azar afectan a cada una de maneras diferentes. Coloqué una tras otra e iba trabajando en intervalos en cada una; las realicé en el otoño pasado, en mi estudio de Nueva York.» También tiene estudios en Berlín y Barcelona, pero el de la Gran Manzana es la más grande.

Sodi ubica la media docena de obras «en la misma línea que hago desde hace unos años, aunque cada vez se están volviendo más escultóricas». En esta ocasión sus colores fluctúan entre los rojos, naranjas y amarillos, colores tipo lava. Son colores «que emanan mucha energía. Cuando los ves te vibran mucho, te exaltan, tal vez te ponen como alerta, pero, como ocurre con toda mi obra, quiero que el espectador las lea y sienta lo que le venga de manera natural; que las vea y se deje llevar por ellas adonde lo quieren llevar».

Antes de venir a México apenas para el acto inaugural de Croacia, Sodi estuvo en Japón, primero, porque el viernes 13 de abril abrió una exposición individual con la galería Taka Ishii, en Kyoto. Y segundo, porque se reunió con el afamado arquitecto Tadao Ando, quien le entregó el proyecto de su estudio-casa en Puerto Escondido, Oaxaca, cuya construcción espera comenzar en octubre próximo.

A Sodi le interesa mucho la filosofía japonesa wabi-sabi que, a grandes rasgos, habla de «cómo las cosas únicas e irrepetibles son más especiales; cómo el paso del tiempo y el accidente hace únicas las cosas». En cuanto a artistas, le gusta mucho el recién fallecido Antoni Tapies: «Su manera de manejar las texturas y la materia es inigualable. Crecí admirándolo».

El artista se fue de México a mediados de los años 90 del siglo pasado por casualidad: su esposa tuvo oportunidad de estudiar una maestría en Barcelona y, al estar allá, «las cosas empezaron a salirme muy bien, y nos quedamos.»

Si mantiene varios estudios en el mundo es porque su obra es tan grande y pesada que es difícil de transportar. Trata de crear su obra, o la mayor parte, cerca de donde la va a exponer. (4/I/11, La Jornada).

Proyectos le sobran: «También tengo un par de exposiciones en Milán y Madrid, y trabajo en unas grandes piedras volcánicas pintadas con esmalte de cerámica, muy impresionantes, las cuales presentaré en ART BASEL, en Suiza, en junio».


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