C iudad Juárez, Chihuahua. 16 de mayo de 2012. (RanchoNEWS).- Banksy ha vuelto a las calles de Londres a tiempo para sumarse a los fastos del «Jubileo» de Diamantes de la reina Isabel II, pero con un mensaje muy crítico. En su último grafiti, a las puertas de una tienda de Poundland, puede verse a un niño asiático en una máquina de coser, fabricando a destajo banderas de Gran Bretaña como las que estos días engalanan Oxford Street. Una nota de Carlos Fresneda para El Mundo:
«Somos unos grandes fans de Banksy y apoyamos con orgullo el Jubileo de la Reina», ha asegurado Tim McDonnell, el gerente de la tienda de Todo a una libra, que asegura que todos sus productos son fabricados con «criterios éticos» y no fomentan la explotación laboral infantil.
Pese a la crítica implícita, el grafiti se ha convertido en un poderoso reclamo. Decenas de curiosos se acercan estos días a Whymark Avenue, en el norte de Londres, para admirar la obra, que ha sido protegida con un grueso cristal para evitar el deterioro, el vandalismo o el robo.
Hace cuatro años, un dibujo firmado por Banksy en Portobello Road alcanzó los 250.000 euros en eBay. El pasado mes de marzo, dieciocho obras suyas fueron adjudicadas por medio millón de euros en una subasta en Londres. El escurridizo artista, nacido en Bristol y con obras callejeras desperdigadas en todo el mundo, ha sido votado recientemente como el «más representativo» de Gran Bretaña, por delante de Damien Hirst o David Hockney.
Esta misma semana, una de sus obras más admiradas –La rata paracaidista– fue destruida por un trabajador en una pared de Melbourne (Australia) para poder instalar una tubería.
El nuevo grafiti es el primero que se le adjudica a Banksy desde el 2009 en Londres, donde dio señales de vida por última vez el pasado mes de noviembre (con el monopoly en tres dimensiones que regaló a los miembros de Occupy London). El profesor de arte Paul Gough –especialista en su obra– ha acudido a la tienda de Poundland para certificar su autenticidad.
«El 'estarcido' (reproducción con plantilla) es de muy alta calidad y guarda similitudes con otras piezas suyas en la capital», asegura Paul Gough. «Las banderitas son un toque brillante, de corta vida pero de gran impacto en nuestra memoria, dado el aniversario que estamos celebrando».
El nuevo grafiti atribuido a Banksy ha despertado las expectativas de su vuelta a la acción en vísperas de los Juegos y en lo barrios del este de Londres –de Shoderitch a Hackney– que le catapultaron a la fama mundial.
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