viernes, junio 08, 2012

Danza / México: Homenaje a Estrella Morales

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Nellie Happee . (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 8 de junio de 2012. (RanchoNEWS).- Nellie Happee cruza la pierna, acomoda el suéter verde sobre sus hombros, sonríe y empieza con la narración sobre la vida de una mujer que marcó la danza nacional en la primera mitad del siglo XX: Estrella Morales, la hermana de la pianista Angélica Morales. Una nota de Alida Piñón para El Universal:

«La conocí como maestra y fue una persona que me dejó una huella a pesar de que yo era muy chica cuando la conocí. Angélica obtuvo una beca en Berlín y Estrella se fue con ella, allá estudió con maestros rusos y después se fue a Estados Unidos. La formación de Estrella fue muy ecléctica, hablaba cuatro idiomas y regresó a México tras haber estudiado en países con fuerte tradición dancística».

Happee, quien ha dedicado más de 60 años a la danza y es reconocida como una de las más importantes coreógrafas y maestras del arte de Terpsícore, hizo una investigación sobre Morales, a quien este año se le rendirá un Homenaje In Memoriam dentro del reconocimiento Una vida en la danza, que concede el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de la Danza José Limón (Cenidi-Danza).

El reconocimiento premia a lo mejor de la danza en sus distintos géneros cómo clásico, español, folclórico y fue instaurado por Felipe Segura en 1985.

Este año también honra la memoria de aquellas figuras que contribuyeron a la construcción de la danza nacional. como Estrella Morales, Carlos Grandi y Leopoldo Palencia; además reconoce a personajes que si bien no fueron bailarines, su vida estuvo fuertemente vinculada a la danza, como escenógrafos, vestuaristas y fotógrafos.

Maestra de generaciones

Estrella Morales se fue de México a los nueve años y regresó cuando tenía 17 -aclara Happee- así que para ella debió ser un proceso muy difícil el adaptarse nuevamente a su propio país. Es la maestra, hablando de su maestra.

«Fue muy fuerte la impresión que me causó la maestra porque fue la única que me pegó. En Europa, durante esa época se usaba un palo para marcar el ritmo, pero jamás imaginé que ella lo usaría conmigo, lloré muchísimo. Nunca lo volvió a hacer, pero la recuerdo más como a una mujer que tenía el don de comunicar la pasión por la danza, y en ella había mucha pasión», dice.

Una vida en la danza se llevará a cabo mañana a las 19:00 horas en el Teatro de las Artes del Centro Nacional de las Artes.

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