viernes, agosto 31, 2012

Caricatura / Argentina: Homenaje en el Congreso Nacional por los 80 años de Quino

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En el acto se mostró un video donde la gente dio pruebas de la vigencia de Quino. (Foto: Leandro Teysseire)

C iudad Juárez, Chihuahua. 31 de agosto de 2012. (RanchoNEWS).- «Así como Carlos Gardel cada vez canta mejor, Mafalda cada vez piensa mejor», definió el dibujante Eduardo Maicas para hablar de la vigencia que tiene la obra de Joaquín Salvador Lavado, más conocido como Quino, quien fue homenajeado ayer en el salón Delia Parodi de la Cámara de Diputados. El homenaje por los 80 años del dibujante, que cumplió el 17 de julio, estuvo a cargo de la diputada nacional Mara Brawer, pero contó con el respaldo y la participación de un amplio arco de legisladores de ambas Cámaras. «Todas las obras de Quino hablan de su lucidez, su compromiso y su crítica a la sociedad y la familia. Y eso hace que los pueblos lo quieran tanto», sintetizó Brawer, escoltada por los presidentes de la Cámara baja, Julián Domínguez, y de la Comisión de Cultura, Roy Cortina. Además, no faltaron algunos colegas y amigos como Maitena, Sendra y Daniel Divinsky (Ediciones de la Flor).Una nota de Sergio Sánchez para Página/12:

Una escena puso en evidencia la importancia de Quino en la cultura argentina. Cada vez que la presentadora mencionaba las cinco letras de su apodo, el auditorio estallaba en aplausos ensordecedores. En los costados del salón, en el que no cabía ni un alfiler, se lucían unos enormes carteles con viñetas de Mafalda. «¡Sí a la democracia! ¡Sí a la justicia! ¡Sí a la libertad! ¡Sí a la vida!», decía uno de ellos. «Si elegí el dibujo es porque hablar no es lo mío», deslizó Quino, con tono pudoroso pero con la lucidez de siempre. «No tengo más que agradecimientos. Cumplir 80 años no es tarea fácil. Recuerdo un chiste de dos viejitos que hice una vez. Uno le decía al otro: ‘¿Si en lugar de decir que estamos en el otoño de la vida decimos que estamos en la primavera de la muerte?’», bromeó el humorista gráfico y se sintió orgulloso de estar en el Congreso, «un lugar muy respetado».

Como en todo cumpleaños, Quino sopló las velitas, cortó la torta y un coro le dedicó la tradicional canción. Y recibió regalos: una plaqueta recordatoria, un libro firmado por los legisladores y un vino. «Quino tiene una habilidad: a través de una frase y una imagen devela el conflicto norte-sur y las injusticias. De esta manera, nos convoca a transformar la realidad», consideró Brawer. «Mafalda interpela a todas las generaciones: abuelos, padres e hijos», destacó la diputada. Ese mismo traspaso generacional se reflejó en un video preparado para la ocasión. En la filmación, tomada en las afueras del Congreso, jóvenes y adultos opinaban sobre el genial historietista. «Mi hijo lee las mismas historietas que yo cuando era chica», dijo una mujer que no superaba los 40 años. Otros destacaron su «mirada irónica sobre la realidad» y sus aportes a la «cultura argentina».

Al tomar el micrófono, Maicas no pudo con su genio y contó una anécdota humorística. «Una vez nos invitaron a la Feria del Libro Infantil a Carlos Garaycochea, Quino y a mí y nos preguntaron quiénes eran nuestros ídolos. Yo, apasionado por el fútbol, dije que el mío era Bochini. Y cuando le tocó el turno a Quino, dijo que sus ídolos eran los enfermeros y los médicos que se preocupaban por la salud de la gente. Ante esa respuesta, yo me sentí un boludo» Por supuesto, las risas se escucharon en todo el Congreso. «Quino es un maestro. En verdad, no hay una palabra que pueda simplificar su grandeza», resaltó su colega y amigo. Y siguió su disertación: «Con Mafalda cruzó la frontera para hablar de los temas universales». Es que el autor amplió las fronteras de su arte y sus personajes recogieron la admiración de Latinoamérica y el mundo y la imagen de la niña hoy es un sello indiscutible.

Una de las palabras que más resonó durante el encuentro fue «vigencia». Es que, pese a los años, la obra de Quino parece no perder actualidad y frescura. ¿Los problemas universales siguen sin resolverse? «Todas las tiras de Mafalda son geniales. Por eso mantiene su vigencia», consideró Maicas y cerró: «Su humor negro pone en evidencia su preocupación por la vida. Gracias por darnos tanta honestidad, enseñanzas y talento». En esa sintonía, Brawer hizo un paralelismo con los tiempos que corren, en donde la mujer ocupa un rol preponderante en la sociedad y ha conquistado espacios en el ámbito público y privado. «Yo creo que Mafalda y Susanita eran feministas. Siempre fueron críticas y reflexivas».

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