viernes, agosto 03, 2012

Libros / México: Presentaron las obras completas de Jorge Luis Borges, en el Palacio de Bellas Artes

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María Kodama presentó las obras completas de Borges. (Foto: Jesús Villaseca)

C iudad Juárez, Chihuahua. 3 de agosto de 2012. (RanchoNEWS).- María Kodama expresó que la infinita corrección de los versos de su esposo, Jorge Luis Borges, siempre le fascinó, «era como alguien que está tallando un diamante». Una nota de Alondra Flores para La Jornada:

La presentación de las obras completas del escritor en el Palacio de Bellas Artes se convirtió en una disección de Borges: la métrica de su poesía; su modesta y secreta complejidad; el poder infinito de la imaginación; la extraordinaria adjetivación, y en voz de su compañera de vida, el motivo por el que dejó la poesía y luego volvió a ella.

Cristóbal Pera, director editorial de Random House Mondadori, señaló que se trata de una mudanza editorial de las obras completas. Ya se han publicado de nuevo individualmente en ediciones de bolsillo y también en forma de volúmenes por género, ya se editó el de poesía y el de cuento.

Adelantó que este año se publican los ensayos completos. Y el legado borgeano también ya se encuentra en formato digital. «Revivir la obra de Borges en experiencias de lectura, es lo más importante», afirmó.

Poema dictado por Kafka

María Kodama comentó: «Siempre me fascinó la forma en que Borges trabajaba la poesía. Comenzaba dictándola, dejaba pasar unos días, cambiaba palabras, signos de puntuación, a veces volvía a los mismos, a veces los modificaba».

Anunció que la edición de Borges y las numerosas variantes en su texto es un trabajo que se realiza en coordinación con el investigador mexicano Rafael Olea Franco, quien participó en la presentación.

La heredera de Borges expresó: «Rafael hace lo que yo siempre quise y no había encontrado a la persona capaz de hacerlo».

Borges soñaba mucho, recordaba los sueños y luego escribía, recordó Kodama. Un poema breve, El sueño, le fue dictado una mañana tras despertar, pero contra su costumbre, nunca lo corrigió. Un día su esposa le preguntó la razón. «No, no, es imposible, porque ese poema me lo dictó Kafka en mi sueño. Tengo que esperar a que Kafka lo corrija», respondió.

El miedo por haber perdido la razón, reveló Kodama, fue lo que motivó a Borges a dejar de escribir poesía durante más de 30 años después de recibir un golpe en la cabeza. La retomó cuando ya no pudó escribir ante la falta de vista, entonces volvió a la poesía, porque es lo que le permitó guardar su memoria, sobre todo el soneto.

El público pudo ver a Borges sentado a la orilla de la cama, en la habitación 19 del hotel en la calle Maipú, 25 de agosto de 1983. Un Borges que se encuentra a otro Borges más viejo que se asoma a la certeza de su muerte. Los dos, el viejo y el joven, fueron traídos por el escritor y editor Felipe Garrido, quien leyó un cuento del autor de espejos, laberintos y espadas.

«No tomemos demasiado en serio a Borges cuando se duele por no haber creado un personaje comparable a don Quijote o Ulises. Creó uno escéptico, irónico, proclive a la duda, las paradojas y los rituales carniceros. Un hombre que simulaba no saber, no estar seguro, y en ocasiones ser humilde», dijo Garrido. «Borges creo a Borges. Ése es el personaje de Borges, a eso dedicó su vida».

Remplazarán tiraje de libro

El primero en tomar la palabra, el narrador Alberto Chimal, indicó que en la adolescencia descubrió entre las páginas de una revista de ciencia y tecnología el cuento Tlön, Uqbar, Orbis Tertius; no estaba preparado para «uno de los más extraños y completos de Borges».

«¡Qué abrumador entender que Borges no reafirma la realidad del universo, sino que la demuele, la destruye sistemáticamente hasta que ya no quedan asideros ni tranquilidad posible! ¡Qué desolador ver cómo una imagen del mundo inventada, impuesta desde afuera, se convierte en las creencias de todos!»

Asimismo, se supo que los 2 mil ejemplares del libro México y Borges serán destruidos para ser remplazados por una edición local, del mismo tiraje, debido a un error atribuido al compilador, Miguel Capistrán. También se confirmó que hubo presión de María Kodama para que se destruyan esos ejemplares, pues de lo contrario ella podría retirar los derechos de autor que Random House adquirió en 2010.

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