jueves, enero 31, 2013

Artes Plásticas / España: Ai Weiwei expone en Sevilla

.
Pipas de girasol (2009), de Weiwei. (Foto: Guillermo Mendo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 31 de enero de 2013. (RanchoNEWS).- Las millones pipas de girasol de porcelana, esas supuestas vasijas neolíticas echadas a perder con pintura industrial, la cerámica como metáfora de todo lo que va mal en China desde que el comunismo feroz dejó paso al capitalismo de Estado, la disidencia, el humor y el fenomenal manejo del espectáculo y de las redes sociales de Ai Weiwei (Pekín, 1957) se citan desde hoy jueves en la muestra que –por fin (estuvo programada para el pasado septiembre, pero se cayó del cartel por falta de dinero ) le dedica el sevillano Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC). La inauguración coincide con el estreno mañana en los cines del documental Never sorry, de Alison Klayman. Una nota de Iker Seisdedos para El País:

Desplegado en las salas monumentales del antiguo Monasterio de la Cartuja de Santa María de las Cuevas, el recorrido que proponen los comisarios Luisa Espino y Juan Antonio Álvarez Reyes, director del centro, funciona como un juego de dicotomías: entre la tradición y la modernidad, el original y la copia o la sobreexposición mediática y la rebelión como un acto que en origen que se dirime en la intimidad. «Representa una de las corrientes más interesantes de la estética de la resistencia del arte contemporáneo, sobre todo, cuando, al volver en 1993 de su estancia en Nueva York toma consciencia de la realidad de su país», explica Álvarez Reyes.

La pieza estrella, las más de tres millones de pipas que suponen la trigésima parte de las que hizo fabricar a mano durante dos años y medio a 1.600 de sus compatriotas para llenar en 2009 la Sala de Turbinas de la Tate Modern de Londres, recibe al visitante en la capilla bajo la que estuvo enterrado durante 35 años Cristóbal Colón. Frente a ella, un vídeo producido por la Tate explica el fascinante proceso de creación de la pieza.

Tres fuentes distintas

La mayor parte de los préstamos proceden de tres fuentes distintas: varias colecciones danesas (país donde el creador ya gozaba de predicamento antes de convertirse en una superestrella del arte político), su galería española (Ivorypress, allí expuso en 2009) y Helga de Alvear, que se ha demostrado en los últimos años como una devota coleccionista de su obra. Gracias a la generosidad de estos prestadores, así como de un ejercicio de racionalización logística, la exposición se ha podido llevar a cabo con un presupuesto modesto: 50.000 euros, de los 200.000 con los que cuenta el centro para programar.

A la colección de De Alvear pertenece el otro gran foco de atención de la exposición: la pieza Descending light (2007), monumental lámpara de color rojo maoísta. Metáfora sobre la decadencia del régimen comunista chino, sólo se había visto en una ocasión en Nueva York, cuando fue creada para la galería Mary Boone.

El artista no acudirá a la inauguración, ni participó en el montaje, pese a que lo ha supervisado desde su estudio en Pekín; las autoridades no le permiten salir de China, donde es considerado un enemigo público y se enfrenta a acusaciones por evasión fiscal y pornografía.

REGRESAR A LA REVISTA