miércoles, febrero 06, 2013

Noticias / México: El arte inspirado por la Decena Trágica

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Madero llega a Palacio Nacional, óleo de F. Dené, uno de los ocho que conforman la serie perteneciente a la Colección del Museo Nacional de Historia.  (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 6 de febrero de 2013. (RanchoNEWS).- La muerte del general Bernardo Reyes frente a Palacio Nacional, la mañana del 9 de febrero de 1913, el primer día de la llamada Decena Trágica, marcaría la vida y la obra de su hijo Alfonso, una de las figuras de mayor relevancia en la historia de la literatura mexicana del siglo XX. Una nota de Abida Ventura para El Universal:

El autor de Visión de Anáhuac nunca olvidaría esa mañana en la que su padre, montando a caballo, en su intento de asalto a Palacio Nacional, cayó acribillado por las fuerzas maderistas, por lo que gran parte de su literatura estaría relacionada con el asesinato de su progenitor.

Así lo plasmó en Ifigenia cruel, en donde intenta desentrañar ese doloroso pasado familiar que lo llevaría, incluso, al autoexilio en Europa, así como en Parentalia (1954) y en Oración del 9 de febrero (1963), poema escrito en 1930 y que resguardó de manera íntima hasta el día de su muerte.

Como Reyes, otros escritores, artistas e intelectuales mexicanos registraron en sus obras ese episodio histórico que tuvo lugar hace casi un siglo –del 9 de febrero al 18 de febrero de 1913–, y que culminó con la funesta muerte del presidente Francisco I. Madero y el vicepresidente José María Pino Suárez. Y es que, en opinión del historiador Javier Garciadiego, presidente de El Colegio de México (Colmex), la Decena Trágica fue un evento muy novelable: «Es una novela trágica. No es nada más la insurrección de unos militares, la forma en que Bernardo Reyes murió frente a Palacio, los arreglos tenebrosos entre los que estaban dentro de La Ciudadela, la participación del embajador norteamericano y, sobre todo, la muerte del presidente y vicepresidente lo hace muy novelable».

Algunas novelas, películas, obras artísticas y de teatro, creadas por testigos y participantes de este suceso histórico serán abordados hoy y mañana en el coloquio «Los hados de febrero: visiones artísticas de la Decena Trágica».

Organizado por el Colmex, el encuentro «mostrará cómo este suceso, que fue determinante en muchos aspectos de la vida social de México, quedó registrado no sólo en crónicas históricas, sino en textos literarios y obras artísticas», según Rafael Olea Franco, organizador del coloquio.

Además de las reflexiones que especialistas como Rogelio Arenas, Fernando Curiel, Vicente Quirarte y Margo Glantz harán sobre Alfonso Reyes, Olea Franco hablará sobre Ulises Criollo (1953), obra autobiográfica de José Vasconcelos, con la que intenta formar una imagen de sí misma, que le interesa y le conviene. Una imagen en la que, dice el investigador, busca parecerse a Madero.

El testimonio de primera mano de Francisco L. Urquizo registrado en La Ciudadela quedó atrás. Escenas vividas de la Decena Trágica, las crónicas de José Juan Tablada y los testimonios de Federico Gamboa serán otros de los temas de exposición de este encuentro.

Plástica, teatro y cine

Otros especialistas abordarán los registros de la Decena Trágica en la fotografía, la plástica, el cine y el teatro. Destacan las exposiciones de Aurelio de los Reyes, quien hablará del Cuartelazo en el cine, y de la historiadora Esther Acevedo, quien hablará del artista Fernando Best Pontones y su cuadro Ciudadela 13 de febrero 1913, un obra dedicada a Félix Díaz.

El evento culmina mañana con la presentación de la obra El país de la metralla, estrenada en mayo de 1913, a cargo del grupo Solistas Ensamble del INBA.

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