miércoles, mayo 29, 2013

Obituario / Franca Rame

.
La actriz italiana, junto con su marido, Dario Fo.  (Foto: F. J. Vargas)

C iudad Juárez, Chihuahua. 29 de mayo de 2013. (RanchoNEWS).- Aunque internacionalmente la vida de la actriz, escritora, periodista y dramaturga Franca Rame, fallecida esta mañana a los 84 años en su casa de Milán, ha estado siempre ligada a la de Dario Fo, hay que destacar que cuando ella le conoce él es pintor e incipiente actor, mientras que ella era una reconocida actriz de variedades.Una nota de Rosana Torres para El País:

De hecho fue actriz ya de bebé, cuando actuaba como recién nacida en la compañía teatral que tenía su familia. La intérprete había sufrido un ictus el pasado 19 de abril y había tenido que ser ingresada varios días. Esta mañana a las 8.50 ha tenido una crisis de la que no han podido sacarla los servicios de emergencia.

Rame nació en el pueblo de Parabiago (provincia de Milán) en 1929. Empezó con 20 años a trabajar en el teatro y a partir de de su boda con Dario Fo en 1954 se reinventa en el mundo de los escenarios. En 1958 fundó junto con su marido la Compañía Dario Fo-Franca Rame y desde entonces escribieron juntos decenas de obras y alcanzaron un éxito que compaginaron con la movilización política.

Quienes estuvieron cerca del dramaturgo y actor Dario Fo saben que la vida de Franca Rame ha estado ligada a él hasta el punto de que era una continuación de la de la suya. Quienes le conocen profundamente, saben que la vida de este hombre no tiene sentido sin su mujer. Él era el primero en dejarlo claro, hasta el punto de que cuando le concedieron el Premio Nobel en 1997 insistió hasta la pesadez en que quería recoger el galardón junto a Rame, argumentando que su obra no sería la que era sin la mujer con la que tantas obras había escrito. Una obra que el jurado de los Nobel premió «porque, según la tradición de los comediantes medievales, fustiga el poder y restaura la dignidad de los humildes. Con una mezcla de risa y seriedad abre nuestros ojos a los abusos e injusticias sociales».

Franca animó a Fo a que el dinero del premio, en torno a unos 150 millones de pesetas, se utilizara para crear una fundación llamada El Nobel de los Desvalidos. Desde ese organismo llevaron a cabo acciones como la compra de autobuses para transportar discapacitados. Finalmente la aventura terminó mal porque Rame y Fo vieron que no se utilizaba el dinero en lo que ellos querían. No ocurría así cuando actuaban para recoger dinero que les permitiera a los obreros seguir con sus luchas. «Respaldamos la ocupación de las fábricas por varios meses y los empleados se mantenían con nuestra ayuda. La taquilla de cada noche era para comprarles arroz, vino, todo lo que necesitaban», comentó Rame a sus compañeros de Remiendo Teatro.

Rame, trabajó ininterrumpidamente con Fo desde 1957 y a partir de 1959 con su compañía estable representan Los arcángeles no juegan a las máquinas de petaco (1959), Tenía dos pistolas con los ojos blancos y negros (1960), Quien roba un pie es afortunado en amores (1961), Isabela, tres carabelas y un charlatán (1963), Settimo ruba un po' meno (1964), La culpa siempre es del diablo (1965), La signora è da buttare (1967)

En 1963 participa en Canzonissima, programa en el cual, también junto a Fo, representan varias escenas que denuncian las irregularidades del sistema político; sin embargo, el programa es censurado y ellos prefieren interrumpirlo para no tener que silenciar sus ideas: a partir de entonces y durante más de veinte años, la pareja no aparecerá nunca en la televisión. Pero sí se convirtieron durante décadas en azote de los poderosos y sobre todo de la Iglesia, el ejército, la policía represiva y Berlusconi. De hecho fueron procesados cuarenta veces por delitos de opinión y las peores consecuencias de aquella persecución las sufrió Franca Rame. Cuando representaban Aquí no paga nadie en la Palazzina Liberty de Milán, Franca fue secuestrada por un grupo de extrema derecha y fue violada brutalmente, llegando a romperle el brazo y dejarla con múltiples e importantes heridas. Ocurrió en los años setenta, en una época en la que su reivindicativa obra fue emulada en la vida real por grupos de mujeres que asaltaron supermercados. El juicio que hubo para castigar ese delito prescribió. Al lado de ese escándalo, que en 1980 les negaran la entrada en Estados Unidos por tener contactos con una organización que apoyaba a presos políticos suena a poco.

A partir de 1968 el matrimonio crea un colectivo teatral independiente que girará por Italia en los circuitos de teatro alternativos con sus propios textos. Ella no sólo fue su compañera durante más de medio siglo, también era la musa, su actriz de cabecera, su representante y coautora de muchas de sus piezas. También escribió textos sobre la condición femenina como Tengamos el sexo en paz, Pareja abierta o La madre pasota, algunos de ellos escritos conjuntamente con Fo. Rame siempre sostuvo que las gentes de la cultura tenían la obligación de manifestarse: «No pueden quedarse cruzados de brazos, no deben esconderse. No está permitido a los intelectuales, que se consideren como tales, mostrarse indiferentes».

Sobre su relación con Fo afirmó en una entrevista: «Desde hace más de cincuenta años vivimos juntos, de la mano vamos y a veces, a patadas, como sucede en cualquier familia que se respete, pero nos hemos querido mucho». En esa misma entrevista con Remiendo Teatro afirmó: «Comencé a actuar a los ocho días de nacida, en los brazos de mi madre. Soy una hija del arte. Lo he hecho todo. Yo no escogí la profesión, me encontré metida en ella, y cuando he comprendido que podría haber hecho mejores cosas en la vida, era ya una señora anciana. Sigo en esta profesión porque a través ella puedo difundir los discursos en los que creo. A mí, ser actriz por ser actriz no me interesa, me interesa el discurso político que hago circular».

En España son muchos los profesionales que han puesto en pie obras de la pareja o de Rame, siempre traducidas por Carla Matteini, biógrafa de Fo. Al margen de las escritas sólo por Fo, los textos de Rame han sido puestos en pie por profesionales de la escena como Juan Margallo y Petra Martínez (están haciendo en estos momentos La madre pasota), Magüi Mira, Emilio Hernández, Ángel de Andrés (Pareja abierta), Charo López y José Carlos Plaza (Tengamos el sexo en paz), y muchos muchísimos monólogos, de ella, a veces firmados con Fo, que han sido interpretados por grandes actrices como Esperanza Roy, Rosa María Sardá, Anabel Alonso y muchas otras.

REGRESAR A LA REVISTA