martes, junio 11, 2013

Crónica / Rubén Moreno Valenzuela: «Entre una Alondra y una X»

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Aspecto de la concurrencia al concierto. (Foto: RMV / RanchoNEWS)

C iudad Juárez, Chihuahua. 24 de mayo de 2013. (RanchoNEWS).- El poder del símbolo. El poder de la comunión. Están funcionando esta tarde de la inauguración de la llamada Plaza de la Mexicanidad, ubicada en la ribera del Río Bravo, que ha congregado a una multitud de entre 70 mil (la cifra más conservadora) y 120 mil personas (la cifra más alegre). En caso de que fuera cierta esta última cifra, estaríamos hablando de casi el 10% de la población de esta ciudad fronteriza.


Y aquí van llegando y llegando, convocados por una intensa –eso fue visible– campaña de publicidad, para apropiarse de un momento y de un sitio en el cual manifestar su sentido comunidad.

Como si hubieran aprovechado la oportunidad para decir: aquí estamos después del baño de sangre, sobrevivimos, somos una ciudad fuerte.

Pareciera que ese sentimiento fuera más poderoso que la dura crítica, ventilada en medios de comunicación y redes sociales, por los cerca de cien millones de pesos que costó la obra, gastados principalmente en la escultura del artista chihuahuense Sebastian, la X.

Mientras la gente sigue llegando y ocupando prácticamente todo el espacio disponible en la plaza, se lleva a cabo la ceremonia protocolaria de inauguración, al pie del monumento, de espaldas del público que espera el concierto.

En las gigantescas pantallas montadas a los costados del escenario se observa el desarrollo de la ceremonia. En silencio. No sabría decir si fue intencional o no; pero la decisión del silencio fue muy sabia.

La gente estaba ahí para escuchar un espectáculo musical y no discursos políticos.

Entonces comenzó el concierto «Travieso Carmesí», dirigido por Alondra de la Parra, con la participación de las cantantes Natalia Lafourcade, Ely Guerra y Denise Gutiérrez; y la Orquesta Sinfónica de El Paso, Texas, orquesta seleccionada como una deferencia diplomática porque en este día también se lleva a cabo una reunión binacional de presidentes municipales mexicanos y alcaldes estadounidenses de la zona fronteriza de ambos países.

Alondra de la Parra, recién regresada de una gira por China, donde se convirtió en la primera directora en conducir una orquesta en ese país, se mostró algre y vital desde un principio, cantando incluso mientras dirigía.

Imposible que ella no pudiera ver la luna casi llena colgada al sur del cielo.

Inició con el «Danzón 3» de Arturo Márquez. Al concluir dijo: «¿Cómo está mi Juárez?, ¿cómo está mi México?, estamos muy contentos, ésta será una noche que vamos a recordar porque estamos aquí unidos a través de la música».

Luego entraron a escena las tres cantantes para interpretar «Solamente una vez», al concluir Natalia Lafourcade dijo: «Nuestros corazones están alborotados, estamos contentos de compartir el orgullo de ser mexicanas».

Seguirían «Farolito» (en voz de Natalia Lafourcade), «Piensa en mí» (Denise Gutiérrez), el vals «Sobre las olas», «Júrame» (Ely Guerra), que el público coreó y al terminar Alondra de la Parra expresó «Sabemos todos los mexicanos que Juárez es la frontera más fabulosa de todo el mundo».

El concierto prosiguió con «Estrellita» (Denise Gutiérrez) y «Vereda tropical» (Natalia y Ely), con este tema llegó el intermedio, con la sopresiva aparición del presidente municipal Ing. Héctor Murguía Lardizábal, quien logró silenciar la rechifla y los abucheos al presentar a Juan Gabriel.

«Alberto Aguilar es de Michoacán, pero Juan Gabriel es de Juárez», dijo en su turno el gobernador de Chihuahua César Duarte Jáquez.

Y tiene razón, como quedó demostrado con la gran recepción que recibió el compositor que fue prácticamente obligado a cantar, a capella, media docena de sus composiciones, sin que faltaran gritos varoniles como «¡Te amo, gaviota!» y «¡Aquí estoy!».

El concierto continuó con Alondra de la Parra festejando que había 70 mil personas reunidas escuchando música orquestal mexicana y el «Huapango» de Pablo Moncayo. Después vinieron «Un viejo amor» (Ely Guerra), «Muñequita linda» (Natalia Lafourcade), «Cucurrucucú, paloma» (Denise Gutiérrez), «Amanecí en tus brazos» (Natalia Lafourcade), «La Llorona» (Ely Guerra) y «Sandunga» (Natalia y Denise).

Para el gran final la directora trajo al escenario a la Banda y Coro Infantil de Ciudad Juárez para interpretar «Cielito lindo» y después hubo un espectáculo de juegos pirotécnicos.

La gente se retiró en orden, mientras se exhibía un juego de luces en la X, hacia los camiones, dispuestos por el gobierno municipal, que los llevarían a los estacionamientos aledaños, también dispuestos por el gobierno municipal, donde recogerían sus vehículos y marcharían a su hogares.

Fiesta felizmente finalizada.

Al día siguiente, leí en el portal del grupo «Juárez de mis recuerdos» un comentario que decía que el verdadero símbolo de esta ciudad es el Monumento a Benito Juárez.

Muy cierto. Además no me imagino al Benémerito de las Américas, al hombre que venció a los imperios francés y católico, cantando: «Vamos al Noa Noa, Noa Noa, vamos a bailar».

Galería
Fotos: RMV















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