Rafael Pérez Gay. (Foto: Archivo)C iudad Juárez, Chihuahua. 4 de junio de 2013. (RanchoNEWS).- El gran sentido del humor, la amistad a toda prueba, la lealtad inquebrantable y la pasión por la cultura alemana, por su literatura y su filosofía, que fueron características centrales en la vida y la obra de José María Pérez Gay, fueron las constantes recordadas y celebradas, durante el Homenaje Póstumo al escritor, ensayista y diplomático mexicano fallecido el pasado domingo 26 de mayo en su casa en Coyoacán, que le rindió el gobierno de la ciudad de México. Una nota de Yanet Aguilar Sosa para El Universal:
Ninguno de los varios amigos que recordaron al germanista mexicano que fue puente cultural entre México y Alemania, dejaron de recordarlo como el gran novelista y pensador lúcido, como un intelectual de primer orden y «un gran hombre de izquierda» como lo llamó el Jefe de gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera; o como un hombre «que escuchaba por los ojos», como lo definió Elena Poniatowska, quien señaló que a «Chema la violencia le resultaba intolerable».
Durante el homenaje en el Museo de la Ciudad de México, donde se dieron cita sus amigos: Andrés Manuel López Obrador, Sergio Ramírez, Héctor Aguilar Camín, Arnoldo Cordova, Héctor Vasconcelos, Luis Linares Zapata, Porfirio Muños Ledo y Silvia Lemus, su hermano, Rafael Pérez Gay, columnista de EL UNIVERSAL, hizo un perfil intelectual de Pepe, que al moriri lo dejó en un orfandad intelectual.
«Entonces recordé no tanto al hermano destrozado por la enfermedad, como al intelectual con el que compartí no pocas aventuras de las letras del pensamiento», señaló Rafael y entonces comenzó a dar pinceladas del conocimiento y la vida creativa de su hermano, desde su viaje a Alemania en su juventud, hasta sus últimos años convertido en «un militante decidido del movimiento lopezobradorista».
Esa última etapa de su vida, que fue calificada como vida ejemplar de hombre de izquierda y de un político activo, fue celebrada también por Elena Poniatowska, quien dijo: «¿Cuáles eran sus pasiones?, la filosofía y los autores alemanes que tradujo al español, su gran amigo Héctor Aguilar Camín, su hermano Rafael, sus conversaciones con Carlos Monsiváis, su esposa Lilia que acendraba sus pasiones, pero me atrevo a pensar que su pasión más grande fue Andrés Manuel López Obrador porque sus últimos años estuvo con él».
Arnaldo Cordova aseguró que «Chema era un hombre extraordinario, no podía pasar uno un momento en blanco con él, siempre había algo que surgía, era un hombre tan limpio, tan sin rencores, tan amante de la vida que uno no podía encontrarse con él sin que se enriqueciera tremendamente con su trato».
Luis Linares por su parte dijo que «José María fue un defeño que supo hacer literatura de la literatura», Héctor Vasconcelos lo recordó en su carrera diplomática, en sus pasiones comunes y sus gustos por la cultura alemana.
Héctor Aguilar Camín, el gran amigo y compañero de proyectos como la revista Nexos, recordó anécdotas y sobre todo su gran sentido del humor. «Pérez Gay era mejor riéndose que haciendo reír, pero su risa era una invitación irresistible a reírse con él. Era mal contador de chistes porque les agregaba siempre algo y le ganaba la risa antes de terminarlo de contar. Voy a recordar mucho a José María Pérez Gay, Voy a recordarlo riendo».
Entre arias de ópera, recuerdos y celebraciones del hombre de voz fuerte y mirada poderosa, el ser humano de convicciones sociales inquebrantables, fue homenajeado José María Pérez Gay, el autor de El imperio perdido y Tu nombre en el silencio, de quien se proyecto un documental especial.
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