jueves, agosto 22, 2013

Ciencia y Salud / España: ¿Qué son y cómo actúan las armas químicas?

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Uno de los supervivientes de un ataque dentro una mezquita de Damasco. ( Foto: Reuters)

C iudad Juárez, Chihuahua. 22 de agosto de 2013. (RanchoNEWS).- Las noticias e imágenes que llegan de Siria parecen indicar que se han utilizado armas químicas contra la población, al menos eso es lo que ha denunciado la oposición al régimen de Bashar Asad y lo que algunos expertos señalan tras ver vídeos de las víctimas. Aunque todavía hay muchos interrogantes sobre el tema, como quién ha sido el ideólogo del empleo de esta medida (no está claro si procede del Gobierno sirio o de la oposición) o el tipo de sustancia empleada, lo que sí parece incuestionable es la gravedad de lo ocurrido: centenares de muertes que, según las fuentes, superan el millar. Una nota de Ángeles López para El País:

Por los datos publicados y las imágenes recogidas por las cámaras que han grabado a las víctimas en los hospitales, parece que podrían haberse utilizado agentes nerviosos, una de las más letales sustancias químicas reconocidas por los expertos. Su mecanismo de acción consiste en bloquear una enzima necesaria para el funcionamiento del sistema nervioso. Si esta enzima, llamada acetilcolinesterasa, está bloqueada el sistema nervioso entiende que tiene que hiperestimular al tejido muscular y se produce una contracción muscular permanente, tanto en los músculos que controlan la respiración como en los cardiacos, lo que genera dificultad para respirar, sudoración, salivación excesiva, convulsiones y pérdida de visión. Finalmente, la persona suele morir por asfixia o paro cardiaco. Los efectos sólo tardan minutos en producirse si la sustancia se inhala, aunque si sólo se ha estado en contacto con la piel pueden tardar de dos a 18 horas en aparecer los problemas mencionados.

Entre las varias sustancias consideradas agentes nerviosos, una de ellas es el gas sarín, que fue utilizado en la guerra de Irán-Irak, en 1988 en la localidad de Halabja, donde miles de personas murieron por esta causa. «Algunos de los síntomas como boca y ojos abiertos y mirada fija [de las víctimas sirias], son muy similares a que los que se vieron en Halabja», explica a la BBC Bretton-Grond, un ex comandante de las Fuerzas británicas contra el terrorismo químico y biológico.

Sin embargo, algunos datos todavía son contradictorios. En primer lugar, para que sea efectivo -y producir miles de muertes- el gas sarín debe rociarse en forma de aerosol, a una distancia cercana. Por otro lado, los vídeos muestran que las personas que atendieron a las víctimas no muestran ningún problema, algo extraordinario ya que el gas sarín se queda impregnado en la ropa y puede ser tóxico para aquellos que entren en contacto con la sustancia.

Diferentes tiempos de actuación

Por otro lado, el gobierno sirio, podría tener otro tipo de armas químicas, como los agentes pulmonares o el cloro, que generan un daño generalizado del sistema respiratorio provocando la asfixia. Sus síntomas tardan un poco más en aparecer, entre dos y cuatro horas, y la muerte se produce en unas 24 horas. Siria es uno de los seis países que junto con Sudán del Sur, Angola, Somalia, Corea del Norte y Egipto, no firmaron la Convención de 1993 en la que se prohibía el uso de armas químicas, pero también su producción y almacenamiento.

Con los agentes asfixiantes o pulmonares, «no puedes respirar», afirma Amesh Adlja del Centro de Seguridad de la Salud en la Universidad de Pittsburgh en declaraciones al diario Washington Post. «Es el fin tras una alta dosis de cloro».

«La estructura química de los compuestos presentes en estas armas es muy sencilla y muestra con claridad que cualquier laboratorio, en cualquier país, nuclear o no, puede producirlos», afirma Natalia López Moratalla, catedrática de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Navarra.

Existen otros agentes que tienen efectos fatales si se utilizan contra el ser humano. En la Primera Guerra Mundial se dieron a conocer las sustancias vesicantes, dentro de las más conocidas está el gas mostaza. Su acción va dirigida a la piel y a las mucosas y a los ojos, ya que produce grandes quemaduras que dan lugar a ampollas y conjuntivitis. Estas sustancias pueden ser propagadas en formato líquido o gaseoso no tardando más de cuatro horas en aparecer sus efectos sobre los ojos y pulmones, aunque el daño sobre la piel puede retrasarse hasta 48 horas. También tiene efectos tardíos sobre la población y décadas después pueden surgir dificultad en la visión, cáncer y otros problemas.

Para Bretton-Grond, el escaso tiempo en que se ha producido la muerte de centenares de sirios apunta más «al empleo de un agente nervioso» que al uso de gas mostaza. Además, en las imágenes de las víctimas tampoco se han visto signos de quemaduras en la piel.

«En la mayoría de las ocasiones lo que se busca es paralizar la musculatura o impedir la respiración, como por ejemplo, los 'benzilatos', que son sólidos dispensados en forma de aerosol para ser inhalados y que son incapacitantes», señala López Moratalla. «Sus efectos incluyen pérdida de la visión y alteraciones mentales como pérdida de la memoria, desorientación y confusión que dura varios días», señala esta experta.

Poca información

Pero todavía faltan datos que aclaren qué ha ocurrido en los últimos días en Siria porque otro hecho que desconcierta a los expertos es cómo ninguna de las personas que ha estado ayudando a las víctimas sin ninguna protección, ni ropa ni mascarilla, ha tenido ninguna reacción. Tampoco se han visto que médicos u otros sanitarios estén aplicando algún tipo de antídoto, y además tampoco estos profesionales están desarrollando síntomas.

Tal y como explica José Luis García Fierro, especialista en química e investigador del Instituto de Catálisis y Petroquímica, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), aunque los efectos más letales de agentes químicos como el gas sarín se producen tras la inhalación inmediata, cualquier persona que entre en contacto con los afectados del ataque debería tomar precauciones. «Es necesario tomar medidas preventivas, como el uso de guantes y mascarillas, si bien es cierto que los agentes más modernos han llegado a un nivel tan alto de sofisticación que son capaces de superar estas barreras», señala.

También es fundamental, añade, el lavado de la piel de los afectados -«el agua ayuda a contrarrestar los efectos tóxicos»-, retirar y desechar la ropa que llevaran puesta y no consumir los alimentos o bebidas que hayan podido estar expuestos a los vapores el gas.

Aunque existen antídotos útiles contra los ataques con gas sarín, por ejemplo compuestos nitrogenados como la atropina, que ayudan a reactivar la incapacitación que provoca el gas, García Fierro subraya que sólo son útiles si se utilizan poco tiempo después del ataque. «Transcurridas de dos a cuatro horas, el efecto es irreversible», remarca el especialista, quien lamenta que la química, «que tantos beneficios proporciona y que ha permitido muchos progresos», se utilice para fines como la guerra.

Por su parte, el profesor Alexander Kekule, del Instituto de Microbiología Médica de la Universidad Halle en Alemania, señala que los síntomas observados en los vídeos no son los típicos que se dan tras el empleo de armas químicas, ya que en los rostros de las víctimas no se ve sufrimiento o irritación de ojos. «Algunos, quizás todos los pacientes, son rápidamente descontaminados con agua o agua y detergentes. El agua es esparcida por el pecho, pero (al menos no se ve en el vídeo) no sobre la cara y los ojos», explica a la BBC.

De momento, son pocas las conclusiones que pueden extraerse de las imágenes y la información que llega desde Siria, el Consejo de Seguridad de la ONU ha pedido «una investigación minuciosa, imparcial y pronta» de las acusaciones que ha hecho la oposición al Gobierno sirio de haber empleado armas químicas que dicen haber matado a unas 1.300 personas. Esa será la principal misión de un equipo de la ONU que hace unos días aterrizó en el país para investigar precisamente el uso de armas químicas después de haberse realizado tres denuncias sobre este tema contra el régimen de Bashar Asad, aunque este ha acusado a la oposición como responsable de varios incidentes ocurridos entre abril y marzo.



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