jueves, agosto 08, 2013

Cine / España: Hallan la opera prima de Orson Welles, «Too Much Johnson»

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Escena de la película. (Foto: George Eastman House)

C iudad Juárez, Chihuahua. 8 de agosto de 2013. (RanchoNEWS).- Aunque para la historia del cine la primera película dirigida por Orson Welles será siempre Ciudadano Kane desde ayer habrá que reescribir la historia después de encontrarse en Italia Too Much Johnson. Una nota de la redacción de El Mundo:

Se trataría, por tanto, de la primera película que dirigió Welles, con permiso del corto, The Hearts of Age, de cerca de ocho minutos que codirigió con su colega de instituto William Vance cuando tenía tan solo 19 años.

La película de cine mudo es una adaptación de una obra de teatro -escrita por el célebre actor William Gillette- que Orson Welles quiso estrenar en 1938, tres años antes que Ciudadano Kane, pero que nunca acabó al no finalizar la edición de la gran cantidad de imágenes que el cineasta grabó.

El elenco de actores que protagonizarían el film inacabado formaban parte en su mayoría a la compañía Mercury Theatre a la que pertenecía Welles. Joseph Cotten, Arlene Francis, Howard Smith, Edgar Barrier, Mary Wickes y la esposa de Welles por aquel entonces, Virginia Nicholson, fueron parte del elenco.

Según explica The New York Times, durante años, los estudiosos de Welles han estado intrigados por Too Much Johnson, ya que parece ser la primera experiencia real de Welles en crear una película para que fuera vista por el público, con el apoyo de equipo de profesionales. Sin embargo, nunca se tuvo pista alguna.

Hasta su descubrimiento, el mundo del cine pensó que el filme había sido destruido en el incendio de la casa del director de Ciudadano Kane, cerca de Madrid, en 1970. Pero, Too Much Johnson se encontraba oculta en un almacén de Cinemazero, un centro cultural de Pordenone, al noreste de Italia, donde al parecer, había sido abandonada en algún momento de la década de 1970.

Los trabajadores que encontraron el rollo lo enviaron a la George Eastman House en Rochester, donde se está realizando el trabajo de restauración de la película.

La película será proyectada por primera vez el 16 de octubre en el Dryden Theatre de George Eastman House en Nueva York. «Este es, de lejos, la restauración más importante en la que ha trabajado la George Eastman House en mucho tiempo», dijo Paolo Cherchi Usai, a cargo del proyecto, en un comunicado.

«Todos menos uno de los rollos estaban en relativo buen estado», dijo Cherchi Usai. «Pero uno de ellos fue gravemente descompuesto, y al principio pensamos que era demasiado tarde para salvar a sus imágenes».

Sin duda, es Welles

El primer visionado de la película da muestras de un Welles, que en aquel entonces tenía 23 años, que ya apuntaba un gran manejo de la cámara. Las imágenes son inconfundiblemente suyas, con composiciones de plano corto, picados exagerados y el uso irónico del conocido como ángulo heroico.

El guión cuenta la historia de un mujeriego, Augusto Billings (interpretado por Cotten), que para ocultar una relación extramatrimonial se inventa una nueva identidad: Joseph Johnson, identidad que realmente existe y que pertenece al dueño de una plantación en Cuba, al que conoce cuando huye del marido de su amante.

Por razones que de momento se desconocen el metraje fue desechado y la obra perdió gran parte de su sentido por lo que se decidió no estrenarla en Broadway pese a las reticencias del director.

Según Simon Callow, el actor británico, director y biógrafo de Welles (The Road to Xanadu), el desarrollo más importante vino después, cuando Welles se encerró solo con una unidad de edición en su suite en el St. Regis en Manhattan en un intento desesperado por montar la película a tiempo para salir de la ciudad con la obra a punto.

«Lo mejor que le pasó con Too Much Johnson fue que descubrió la edición, y comenzó a ver las posibilidades», asegura Callow a The New York Times. «Sospecho que en ese momento, de repente perdió el interés en la producción por completo y le hubiera encantado haber continuado su autoeducación celuloide».

«Era un novato total», declara Callow, «en el descubrimiento de un nuevo medio y sin saber cómo iba a funcionar.»



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