jueves, octubre 10, 2013

Fotografía / España: El cineasta Wim Wenders expone en Lleida sus fotografías de la Zona Cero y paisajes de Fukushima

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Wenders posa con una de sus fotografías.   (Foto: Hermínia Sirvent)

C iudad Juárez, Chihuahua. 10 de octubre de 2013. (RanchoNEWS).- El cineasta Wim Wenders se coló como ayudante con el fotógrafo oficial que retrató la zona cero del 11-S para la ciudad de New York el 8 de noviembre de 2011. Hizo un fotomontaje de una acreditación y paseó por el escenario de los trabajos después del desastre acarreando un voluminoso equipo para fotografías panorámicas. Estuvo medio día disparando sin parar. Cinco de esas gigantescas panorámicas, de más de tres metros de largo por casi uno y medio de alto, forman parte de la exposición Wim Wenders Photographs, que desde este viernes se exhibe en la Fundació Sorigué, de Lleida. El detalle y el tamaño de las imágenes casi trastornan. Una nota de Blanca Cia para El País:

La muestra recoge, además de la serie de la Zona Cero, una selección de ocho fotografías de paisajes desérticos de Australia (de 1988) y del oeste de Estados Unidos. Estas le sirvieron para preparar la película Paris-Texas (1984), uno de los filmes más representativos del director alemán y que le reportó la Palma de Oro del festival de Cannes. Tres imágenes de paisajes tras el accidente nuclear de Fukushima (2011) completan la exposición. Tal vez son las más inquietantes: reflejan el rastro de la radiactvidad en forma de un halo de luz que ha dañado el negativo. Todo un recordatorio. La mayoría de las 16 fotografías, que se podrán apreciar en el espacioso edificio de la Fundació Sorigué hasta el 30 de marzo del año próximo, han sido exhibidas en otras galerías del Europa y Estados Unidos ya que formaban parte de otras exposiciones Surface of the Earth and Places y Strange and Quiet.

En España se exhiben por primera vez y la elección de Lleida se debe a la estrecha relación de amistad entre la directora de la Fundació, Ana Vallès, con la galería Blain Southern, de Londres, que representa a Wim Wenders. «Vi las fotos de la Zona Cero y no paré hasta convencerles para que montáramos la muestra en Lleida», apunta la directora. Wenders ha comentado en broma que tuvo que buscar la ciudad de Lleida en Wikipedia porque no tenía ni idea de dónde estaba.

Si en cine Wenders se ve obligado a estar en la vanguardia de la tecnología digital –el documental de la coreógrafa Pina Bausch lo hizo en 3D y también lo utiliza en la película que ahora está rodando Everyting will be fine– en fotografía no ha pasado de lo analógico. «Es la foto de verdad, la que refleja la realidad. La que no se puede retocar. Tal vez pueda resultar un poco anacrónico pero es la forma de ser fiel a los lugares», explicaba el cineasta paseando por la exposición. En el cine se hacen trampas con la realidad, con la foto analógica no, subrayó.

Viajero y nómada, el cineasta ha realizado miles de fotografías a lo largo de 20 años por los países que ha visitado. Cuenta que, en realidad, quería ser pintor -se instaló en París y compartió un taller en 1966– y esa fue su iniciación como cineasta. Wenders es uno de los directores del nuevo cine alemán con unos inicios marcados por la influencia norteamericana. Su faceta como fotógrafo se ha expuesto desde 1986 en galerías de Berlín, Xangai, Roma y en España en Bilbao.

«Como fotógrafo es como me puedo acercar lo máximo posible a la pintura», apunta. «Escuchar las imágenes que veo, que me digan algo», describe. Esa observación le lleva a reflejar paisajes desolados pero con la huella humana que en el subconsciente se puede asociar con las ideas del fin del mundo. Las fotografías de la exposición de Lleida de los paisajes de Texas y Australia que muestran desiertos y caminos áridos en la más absoluta nada provocan cierto desasosiego.



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