domingo, diciembre 15, 2013

Fotografía / España: Tabacalera acoge la exposición «Contexto crítico. Fotografía española del siglo XXI»

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Cristina De Middel. Serie The Afronauts, 2011. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 12 de diciembre de 2013. (RanchoNEWS).- ¿Qué une a la nueva generación de fotógrafos españoles? Empezando por lo obvio, la coyuntura en la que nacieron y sus implicaciones, que pasan por las de ser una prole criada al calor del audiovisual y que lo ha visto todo: de Arco a los países extranjeros, a los que ya viaja y cuyos idiomas conoce. Para seguir, sus dificultades para profesionalizarse y desarrollar una carrera que dure algo más que un suspiro, sobre todo en un mundo en el que impera la obsolescencia, en el que en el momento en el que se empieza a hablar de una generación ya se siente la turba de la siguiente acercándose con antorchas y piedras a la puerta de palacio. Es en este segundo punto donde la muestra Contexto crítico. Fotografía española del siglo XXI, que hoy se inaugura en Tabacalera Madrid, pretende hacer hincapié, ofreciendo un escaparate a estos jóvenes fotógrafos que trabajan en un contexto contradictorio y paradójico, a caballo entre la internacionalización y la recuperación de las formas y maestros del pasado. Una nota de Marta Caballero para El Cultural:

Aunque el título de la exposición parezca aludir a una totalidad, su comisaria, Rosa Olivares, argumenta que ello no implica los convocados sean los únicos artistas o los mejores. Antes al contrario, se trata de 20 nombres que representan opciones distintas, subjetivas e internacionales: «Es una llamada de atención a la obra de una nueva generación de fotógrafos que trabajan con la imagen de una manera muy amplia. El más joven tiene 28 y el mayor llega a 40. Es gente con distintos niveles de profesionalidad y experiencia que trabajan con criterios internacionales. No es una propuesta exclusivista», distingue. De hecho, muchos de ellos ni siquiera se conocen y, desde luego, su formación (escuela, becas, premios) es también variada.

Rubén Acosta, Paula Anta, Juan Baraja, Mikel Bastida, Cristina De Middel, Jorge Fuembuena, Julio Galeote, José Guerrero, Paula Gortázar, Ali Hanoon, Anna Huix, Jesús Madriñán, Juan Carlos Martínez, Ignacio Navas, Vanessa Pastor, Aleix Plademunt, Ángel de la Rubia, Alberto Salván Zulueta, Miguel Ángel Tornero y Antonio Xoubanova son, continúa Olivares, creadores cuya presencia y trabajo cotidiano suponen un repunte generacional, pese a que «apenas son unos pocos nombres entresacados de una auténtica pléyade de nuevos valores». Si hay algo que une a los aquí presentes es el hecho de hayan roto con el carácter acomodaticio de sus predecesores muchas veces obligados a vivir fuera de España para desarrollar su trabajo, lo que nos sitúa frente a nuevas realidades y actitudes: «Están en continúo movimiento y se han liberado de las ataduras localistas», abunda la comisaria, que, pese a que nunca ha trabajado con artistas emergentes, es una convencida de la necesidad que tienen de optar a una plataforma como Tabacalera: «Debe usarse como un espacio de alternativas, porque estos artistas no van a tener una exposición en el Reina Sofía. Queiro darles visibilidad, estarán en un lugar por el que pasarán galeristas, artistas, la prensa...», defiende.

No se atreve la comisaria a definir posibles constantes en el grupo; mientras hay artistas que vuelven al álbum familiar, ejemplifica, otros huyen de lo canónico para explorar nuevas formas: «Aquí hay gente que ha estudiado Derecho, Periodismo... No son fotógrafos en el sentido riguroso del término, su memoria conceptual es muy diversa. Algunos vuelven a hablar de la memoria de la guerra civil, de sus antecesores, mientras que otros se inclinan por escenas urbanas de Japón, por escenarios con una carga histórica que no conocen». Sin embargo, sí se da una pauta común, el hecho de que la formalización visual, la construcción del objeto, es más seria, esto a pesar de que convivan en la muestra tendencias documentales, que se mueven en la tradición del retrato, en la fotografía escenificada o en alternativas de naturaleza más poética y creativa.

«No tienen tanto una urgencia por comunicar como por comunicarse, por decir que están ahí, porque dentro de nada habrá una generación nueva y quizás no hayan tenido una oportunidad de existir. Aquí hay fotógrafos jamás figuran en una convocatoria, como Ali Hanoon, por ejemplo, y que sin embargo tiene una obra francamente espléndida. No queremos unificarlos en una escuela ni en corrientes o tendencias, sólo se representan a ellos mismos y, a la vez, todos pretenden diferenciarse».

En cuanto al lenguaje de estos nuevos nombres, Olivares cita a Andrés Serrano, que una vez le comentó que la fotografía era mucho más sencilla que la pintura en cuanto a lenguaje en vena, un idioma que es casi palabra: «No es raro que los jóvenes la quieran utilizar para hacer una manifestación de cualquier tipo. La familiaridad con la imagen fotográfica es tan enorme que te permite manejarla de manera mucho más libre. Además, está al alcance de todos y tiene una inmediatez que no dan otras artes. Por otro lado, pueden generar imágenes incluso sin tener medios para producirlo. Por otra parte, la fuerza de la fotografía como refrendo del paso es indiscutible. En esta exposición hay nada novedoso, pues en arte todo está dicho y los temas son los que son, pero lo que hay de nuevo es otras formas de contarlo». En Contexto crítico hay series que van desde el colapso económico hasta la exploración de memorias particulares y contextos locales con un anhelo de universalidad.

Junto al reto de hallar esas nuevas maneras de narrar, estos artistas se enfrentan al de sobrevivir al olvido, lacra contra la que lucha esta muestra, consciente de que en muchos casos los espacios de exhibición dan prioridad al artista de fuera. El visitante sabrá apreciar interesantes y, sobre todo, variados discursos ávidos de explorar el contexto económico, social y cultural de nuestra sociedad y de la propia disciplina fotográfica.



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