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El vate galo muestra el reconocimiento; a la extrema derecha, Mario Vargas Llosa. ( Foto: Natalia Fregoso/FIL)
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iudad Juárez, Chihuahua. 1 de diciembre de 2013. (RanchoNEWS).- «La poesía libra a las palabras de su cárcel conceptual», dijo Yves Bonnefoy después de recibir el Premio
FIL de Literatura en Lenguas Romances; mientras tanto, alrededor de la Expo Guadalajara había de todo, menos libertad. «La poesía ama las palabras, debe amarlas, debe reconocer y encontrar en ellas la memoria de la plena realidad existencial», seguía el poeta francés mientras hasta perros detectores de explosivos se encontraban a la entrada del espacio ferial en el acto formal de inauguración de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).Una nota de Jesús Alejo Santiago para Milenio:
«La palabra que enuncia las leyes puede ser también la que revela existencias. Puede servir de esta manera a la causa de esta memoria de la existencia y su verdad propia que nombro poesía: en el poema, la palabra retoma su capacidad de mostrar, de rendir las cosas a su inmediata y plena evidencia», dijo Bonnefoy tras recibir de manos del secretario de Educación Pública, Emilio Chauyffet Chemor, el reconocimiento.
En su discurso, el poeta, narrador, ensayista y catedrático, a quien se considera heredero del surrealismo de André Bretón —de quien, sin embargo, se distanció en su momento— reflexionó acerca del papel de la poesía en nuestro tiempo, a la que considera indispensable, porque se convierte en «el acercamiento más directo con la verdad de la vida».
«Lo esencial de la poesía no se da a ese nivel en que la verdad de lo humano se desprende y se manifiesta; está por debajo, en la vida misma de las palabras, y es en esa profundidad de la palabra donde hay que encontrar la acción de la poesía y, a partir de ahí, comprender su importancia.»
Una ceremonia diferente por todos lados: en esta ocasión se requirió de invitación para ingresar al lugar donde, año tras año, se lleva a cabo la inauguración, lo cual impidió la entrada de lectores y procuró, quizás, un ambiente menos propicio para las protestas y los enconos, como había ocurrido en las últimas ediciones de la FIL, aunque eso no evitó que algunas personas, sobre todo estudiantes, protestaran a favor de Palestina.
Pero, más allá de los problemas, de los largos discursos de los funcionarios, la ceremonia se la llevó Yves Bonnefoy; antes, Hugo Gutiérrez Vega, en su calidad de presidente del jurado, había leído las razones que llevaron a galardonarlo, y después Homero Aridjis, quien forma parte de las amistades mexicanas del francés, se había dado a la tarea de ofrecer la semblanza de un poeta poco conocido en México.
«Es considerado como el poeta francés de mayor importancia e influencia desde el fin de la Segunda Guerra Mundial hasta nuestros días, además de ser reconocido como un gran crítico, ensayista y traductor.
«Su rico pensamiento, su meditación sobre el arte y la literatura, evidencian una vasta erudición que no abruma ni ahuyenta al lector, sino por el contrario, lo anima a seguirlo con certidumbre por el laberinto del conocimiento. Sus poemas hablan íntimamente a cada lector. En su poesía se entretejen ideas sobre el arte, el ser y el acto de creación», destacó Aridjis.
Fue otra manera de comenzar la FIL, con sus más de 650 escritores, dos mil sellos editoriales participantes y casi 700 mil visitantes, aunque, sin duda, el dispositivo de seguridad establecido para los primeros días podría cambiar la cifra; incluso algunas editoriales ya anticipaban que en su primer fin de semana de feria no tendrán las mismas ventas de antaño.
Shimon Peres, presidente de Israel, país invitado, no asistió a la ceremonia inaugural y se apareció ya entrada la noche.
La lectura , fundamental: Emilio Chuayffet
Raúl Padilla López destacó que la feria, además de ser una gran celebración del libro, se ha consolidado como un espacio de encuentro de algunas de las personalidades más destacadas de la cultura, la literatura, la ciencia, el conocimiento, las bellas artes y la innovación.
El secretario de Educación Pública, Emilio Chauyffet Chemor —quien asistió en representación de Enrique Peña Nieto— aseguró que la lectura ha desempeñado un rol fundamental en la cultura y en la educación, parte inseparable e instrumento clave para formar y definir nuestro acervo cultural y humano.
Además de alfabetizar a la población es fundamental hacerla lectora «para que pueda investigar, formarse, conocerse, multiplicar su experiencia y desarrollar su espíritu crítico, habilidad imprescindible de esta sociedad del conocimiento».
«Partimos de la certeza de que bastaría con que las personas fueran capaces de leer y escribir para que pudieran mejorar sus competencias para la vida y el trabajo, combatiendo la exclusión y la marginación. En la lucha emprendida el siglo pasado contra el analfabetismo, sin embargo, es claro que lo realizado es apenas el principio», dijo el funcionario ante el gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval; la embajadora de Israel en México, Rodica Radián, y el presidente del Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa.
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