sábado, marzo 15, 2014

Música / Entrevista a Joan Báez

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«Soy una mujer fuerte y tal vez las mujeres saquen provecho de eso», afirma la intérprete, quien grabó su primer disco en 1960. (Foto: Sebastián Silva)

C iudad Juárez, Chihuahua. 15 de marzo de 2014. (RanchoNEWS).- Incluso Joan Báez se asombra de que, a pesar de que su padre nació en Puebla, nunca haya cantado en México. Pero será el próximo 1 de abril cuando la cantante y activista estadunidense se presente en el Teatro Metropólitan. Una entrevista de Xavier Quirarte para Milenio:

De gira por Sudamérica, donde en la época de las dictaduras sus conciertos fueron prohibidos y su música censurada, la intérprete dice que ha sido recibida con mucho cariño en sus conciertos en Argentina, Uruguay y Chile. «Mi trabajo es ser de la mayor utilidad posible, pero sin poner en peligro la vida de nadie —no más de lo que han estado en peligro—. Hasta bromeo cuando les digo que no tengo tanto éxito en países donde no han tenido revoluciones», dice en entrevista telefónica.

Padre: Nació en Puebla, pero no hablábamos español en casa. Era físico, y hacia el final de su vida regresó a México para hacer proyectos y devolverle algo de lo que le había dado. Trabajó con campesinos para tratar de mejorar las labores agrícolas. Tenía un amor muy sólido por su tierra natal.

Madre: (fallecida este año a los 100 años): ¡Dios mío, ella decidió cuándo quería morir! Le pregunté que si quería una fiesta y me dijo que sí. «¿Y qué quieres hacer después de tu cumpleaños?», le pregunté, y ella contestó: «¡Quiero caerme muerta!» (ríe). Así que arregló las cosas y 10 días después se fue... Era graciosa, sarcástica y amaba la naturaleza. Ella y yo éramos idénticas. Me regaló el amor por la ópera y la música clásica.

Canto: No estoy segura de poder responder por qué canto... No tuve una voz muy especial hasta que tuve 17 años. Me di cuenta de que adoraba tocar un ukelele y cantarme a mí misma; lo disfrutaba. Mi familia era socialmente muy activa, así que en un momento dado eso se juntó con el canto y tuve puestos dos sombreros distintos al mismo tiempo. Eso siempre me ha gustado. ¿Es una obligación del artista tener acción política? No sé, pero en mi caso la acción política hace mi vida más rica.

Woodstock: La atmósfera era como la muestra la película. Fueron tres días extraordinarios e irrepetibles. Yo no tomé drogas, pero parece que todo mundo sí —ríe—. Era una atmósfera en la que todos fueron libres durante un fin de semana. Y la música, por supuesto, es de lo mejor que salió de esa generación, y tal vez de varias generaciones.

Del subterráneo al mainstream: Yo tengo una posición especial, pero la gente joven que trata de escribir canciones ahora lo hace casi siempre de manera aislada. En los sesenta y los setenta, lo que hacíamos era subterráneo: la música folk empezó como un movimiento subterráneo, lo mismo que hacía Dylan. Pero debido a la lucha por los derechos civiles y la guerra de Vietnam, lo que cantábamos y aquello sobre lo que escribían Dylan y otros se convirtió en la cultura. Gente de los ocho a los 90 años nos escuchaba, porque se había vuelto importante y se tocaba en la radio. Ahora no está pasando eso en Estados Unidos.

Neoconservadores: Fui afortunada, porque ya tenía conciencia política antes de la lucha por los derechos civiles o Vietnam. Después de Vietnam, la gente cuya experiencia política había llegado con la guerra, no encontró un camino y pasó por un largo periodo de comportamiento egoísta. De alguna forma, eso continúa. Es un escenario de pequeños triunfos y grandes derrotas. Si aceptamos las grandes derrotas en el mundo que estamos viviendo, estamos en serios problemas. Hablo de cosas como el calentamiento global, la corrupción en todas partes... Una victoria, pequeña o mediana, es importante en estos tiempos.

Violencia: Se debe llegar a la conciencia de la gente antes de que cualquiera pueda hacer algo al respecto. Vivimos en un mundo donde las apuestas no están a nuestro favor, están en contra de cualquier pensamiento racional.

Feminismo: Nunca he pensado en términos de mujer, sino de gente. Yo no le gustaba nada al movimiento de liberación femenina, porque disfrutaba mi papel de esposa y madre, pensaban que eso no era muy revolucionario. Sin embargo, soy una mujer fuerte y tal vez las mujeres saquen provecho de eso.

Bob Dylan: Nos dio la mejor música que siempre tendremos en nuestro arsenal, porque nadie más tenía ese don. Esas canciones todavía están ahí, literalmente cientos de canciones para ser disfrutadas y usadas. El autor más importante en todos estos años ha sido Bob. Fuimos útiles el uno para el otro en nuestras carreras.


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