jueves, agosto 07, 2014

Artes Plásticas / México: «Improntas del cuerpo, acción de archivo e instalación» estará en la Bienal de Monterrey FEMSA

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Mi casa, mi cuerpo. Migración forzosa, memoria y creación colectiva, de Oscar Moreno. (Foto: Cortesía FEMSA)

C iudad Juárez, Chihuahua. 6 de agosto de 2014. (RanchoNEWS).- Si bien es cierto que México y Colombia comparten un contexto sociopolítico general, la mirada de los artistas plásticos refleja, a través de sus obras, coincidencias más profundas. Convergen, pues, al presentar naciones en las «ruinas de una modernidad». Una nota de Sonia Ávila para Excelsior:

Ello se hace evidente en la muestra Improntas del cuerpo, acción de archivo e instalación, integrada por obra de diez artistas colombianos, y que acompaña la exhibición de los 41 artistas mexicanos seleccionados para la XI Bienal Monterrey FEMSA, que se inaugurará el 14 de agosto en el Centro de las Artes de Monterrey.

Aún cuando los artistas seleccionados para la bienal no se rigen por un tema o concepto, se puede hallar paralelismos con la exposición curada por Sylvia Suárez, maestra en Artes Plásticas en Colombia, quien invitó de manera directa a una decena de creadores quienes trabajan explícitamente con la condición social de su país.

«Hay temas transversales que los visitantes sí podrán notar, por ejemplo hay obras que revisan las ruinas de la modernidad en México y Colombia, otras tratan de ver desde la crítica la condición humana, lo que debe eliminarse o modificar; otras abordan el problema de la migración. Son exposiciones creadas desde ideas distintas, ocupan pabellones separados, pero coinciden».

Suárez invitó ex profeso a artistas cuyo trabajo se caracteriza por tomar sucesos específicos de la historia de Colombia para plantear una relectura del discurso oficial, y así sus piezas sirven como «documentos» rebeldes de la historia pública. En suma son 12 obras que abren un diálogo sobre el oficialismo.

Por ejemplo, la serie fotográfica Mi casa, mi cuerpo. Migración forzosa, memoria y creación colectiva de Óscar Moreno evidencia el exilio que grupos étnicos sufrieron al entrar la guerrilla a sus poblados; en ese sentido van las imágenes Después de Manuel H, de Nicolás Consuegra, quien refiere a los elementos de modernidad que abundan lo mismo en las casas que en oficinas de gobierno.

Para Suárez el planteamiento de estas piezas puede trasladarse al contexto mexicano aun cuando están basadas en historias locales, pues su punto de partida es el uso de la memoria oficial como un trampolín para la crítica y el análisis del presente.

Es también el caso de Sillas de mala educación, de Humberto Junca, que cuestiona la historia de la mala educación pública en Colombia, pero que su narrativa pareciera propia de las escuelas mexicanas.

«Siendo contextos muy diferentes y artistas distintos, creo que es interesante cómo coinciden en un horizonte temático. Por lo que he visto y vivido la realidad colombiana y mexicana son muy similares y una característica del arte contemporáneo es ir más allá de un punto temático, para hacer una revisión crítica de lo que sucede».

De la plástica mexicana, se exhiben 66 obras seleccionadas de entre más de tres mil 400 inscritas en la Bienal, y que fueron revisadas por un jurado integrado por los artistas plásticos Betsabeé Romero y Pierre-Olivier Arnaud; el curador Gilbert Vicario, y los críticos de arte Agustín Arteaga y Ramiro Martínez.

El día de la inauguración se anunciará las obras ganadoras y se otorgará un Premio de Adquisición de 200 mil pesos, y la posibilidad de integrarse a la Colección FEMSA; también las Menciones Honoríficas.

«La curaduría de la exposición de la bienal es muy distinta a la que yo hice, porque ésta responde a un concurso, a la selección de obras y, en mi caso, yo hice una invitación a partir de un tema, por eso es interesante las coincidencias: Por ejemplo entre el trabajo de Eduardo Romo de México y Nicolás Consuegra».


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