viernes, abril 17, 2015

Ciencia y Salud / Entrevista a Sylvia Nasar

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«Hay matemáticos que son como estrellas del rock» (Foto: Sergio Enríquez-Nistal)

C iudad Juárez, Chihuahua. 17 de abril de 2015. (RanchoNEWS).- Sylvia Nasar (Rosenheim, Alemania, 1947) no quería escribir la historia de John Nash. Ella era la única periodista que sabía que aquel extraño genio de la Universidad de Princeton (EEUU) tenía una peculiar relación con al esquizofrenia. El relato le parecía demasiado trágico para ser contado. Pero todo cambió cuando ganó el Nobel. Nasar pensaba que alguien se enteraría de la magia que rodeaba el premio de Nash, pero nadie lo hizo. «Era increíble saber aquello y ver que nadie lo tenía», cuenta. Entonces recibió una llamada de Princeton pidiéndole que no publicase su historia. Pero Nasar es periodista. «Nash es ahora un personaje público, voy a seguir adelante con el libro». Así nació Una mente maravillosa, la novela que inspiró la célebre película protagonizada por Russell Crowe. Ahora, Nasar es profesora de la Universidad de Columbia (Nueva York) y experta en el cambio de imagen que se ha producido desde el científico loco clásico al investigador superestrella. Ayer impartió en Madrid la conferencia «Nerds como estrellas del rock: las matemáticas en la cultura pop del siglo XXI», organizada por el Instituto de Ciencias Matemáticas en la Residencia de Estudiantes de Madrid, la entrevista para El Mundo Miguel G. Corral.

¿Para los empollones, es más fácil ligar ahora que antes?

Sí, los científicos locos son los patitos feos que se han convertido en cisnes. El mercado para los matemáticos es enorme, incluso a pesar de que Wall Street ya se ha agotado, pero ahí está Silicon Valley, y lugares como ese por todo el mundo. En la era de la información los empollones, los «geeks», están entre la gente que hace que la cosa funcione. Y, por tanto, están entre la gente que genera admiración. En lugar de ser tipos raros admirados por unos cuantos genios, ahora están en las portadas de la revista Time y en la lista de millonarios de Forbes, como el matemático y financiero Jim Simons.

¿Ha muerto la imagen del científico loco?

No es suficiente ser importante, y ser importante no significa necesariamente ser famoso. Por ejemplo, John von Neumann es probablemente el matemático más brillante del siglo XX y apenas nadie de fuera del campo de las matemáticas sabe quién es. Al contrario que con John Nash, ¿por qué? Bien, porque su historia encaja con esa forma de contar historias de la revista Time, tiene eso que se asocia con el heroísmo, los ingredientes del cuento del Patito Feo... Ha ganado la carrera, como los atletas. Pero no todos los ganadores de la medalla de oro son lo mismo, también está el carisma y cosas como ser esquivo, no aceptar premios, no querer aparecer en prensa ni viajar para dar conferencias. Esto hizo a Nash especialmente peculiar, incluso dentro de ese pequeño grupo de científicos de élite.

Los científicos han pasado de ser raros y casi desconocidos a famosos, e incluso millonarios...

La sociedad y en particular la economía está basada en la aplicación de la Ciencia. Vivimos en un sistema de libre mercado que transforma ideas en alto nivel de vida. En lugar de estar asociado con las bellas artes, estos pensadores abstractos están asociados con la economía, con la prosperidad y con la política. El conocimiento científico está mucho más cerca de nuestras vidas cotidianas, usamos el teléfono móvil y los ordenadores cada día, la gente entiende eso mucho mejor que la ciencia que hay detrás de la bomba atómica, por citar dos aplicaciones del trabajo de Alan Turing, por ejemplo.

¿La tecnología está detrás del cambio de rol de los científicos?

La imagen del científico loco es menos remota y mucho más familiar. El científico loco está aún ahí, pero de una forma más sofisticada.

 ¿Como estrellas del rock?

Hace poco coincidí con Stephen Hawking en Pekín y fue una experiencia maravillosa ver la admiración que despierta entre los jóvenes científicos, entre la prensa, Hawking es una superestrella. Hay científicos que son como estrellas del rock. El hecho de que los científicos sean ídolos, igual que lo puede ser un futbolista u otro gran deportista, sólo refleja lo importante que es la ciencia para mejorar nuestras vidas cotidianas.

¿Algo cambió después de la fotografía de Einstein con la lengua fuera?

Einstein es un Peter Pan. Vivimos en un mundo de mediocridad y de idiotez. Pero Einstein conoce los secretos del Universo, es capaz de entender procesos que la mayoría de los ciudadanos no puede, pero en la vida normal es como un niño lleno de inocencia. Es como Peter Pan y por eso le amamos.

¿Series como The Big Bang Theory han provocado que los científicos molen más o son una consecuencia?

La razón de que a un montón de adolescentes les encante la película de Una mente maravillosa no tiene nada que ver con la teoría de juegos o con la enfermedad mental. Es más Russell Crowe y lo entretenida que es la película. Pero eso consigue que más jóvenes empiecen a fantasear con la idea de ser científicos, que muchos programas educativos. Creo que hacer la ciencia glamurosa y dar la visión romántica es efectivo. Es como esa historia del patito feo que al final consigue a la chica, y la fama y el dinero... Consigue la fantasía, pero una fantasía mucho más realista.

Nash es ahora un icono de las matemáticas, pero ¿cómo te enamoraste de su mente maravillosa cuando era una desconocido?

La primera vez que oí hablar de un matemático loco de Princeton que estaba en la lista de candidatos al Nobel, pregunté quién era aquel tipo. Y cuando me dijeron que se llamaba Nash, la única referencia que tenía de él era por el equilibrio de Nash, así que sabía que tenía mucho interés para la economía. Eso me interesó. Entonces averigüé que no era un economista sino un matemático puro. Y después su ex mujer me habló de él con exaltación y me contó que había tenido una recuperación espontánea de la esquizofrenia. Algo que no había sucedido nunca por aquel entonces. Me dije: es como un cuento de hadas, es una historia maravillosa, pero sólo si gana el premio Nobel. Por que si no lo hace, es en realidad una historia muy trágica. Pero un año después él ganó el Nobel. El cuento de hadas se hizo realidad.

¿Cómo sería el mundo sin Nash?

Bueno, la economía es un campo enorme. Pero la invención de la teoría de juegos, y en particular la rama que Nash aportó a la teoría de juegos introdujo mucho más realismo al análisis económico. El trabajo de Nash abrió la puerta a un modelo intermedio entre la estrategia y la competición, reacciones a las acciones, que dominan de algún modo buena parte de la política económica mundial. Y forman parte de las herramientas habituales de la economía que hacen que la economía sea más útil para los políticos.



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