viernes, junio 19, 2015

Artes Plásticas / México: Damián Ortega reformula la escultura, expone en Milán

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Damián Ortega expone en Milán su primera retrospectiva, que revisa su producción de dos décadas. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 19 de junio de 2015. (RanchoNEWS).- Considerado uno de los protagonistas de la renovación del arte mexicano contemporáneo a partir de la década de los 90, Damián Ortega (Cd. de México, 1967) ha apostado por un trabajo escultórico cuyo proceso creativo y presencia en el espacio de exhibición adquieren más relevancia que la misma forma final del objeto. Sonia Ávila reporta desde la ciudad de México para Excélsior.

Es llevar la escultura a un nivel de exploración sobre el entorno sin atender las teorías clásicas del modelado en mármol o piedra; por el contrario provocar esa experiencia a través de materiales tan simples como cotidianos desde un automóvil hasta la mazorca de un elote con los cuales reflexionar el entorno.

«El punto clave de mi trabajo y de mi generación de escultores fue reconocer que la escultura no tenía que estar obliga a utilizar los lenguajes académicos como el mármol, piedra o madera; sino que podíamos utilizar más bien los objetos que están a nuestro alrededor y de alguna manera eso tenía que ver con una individualidad y una independencia política», comenta en entrevista quien se ha presentado desde la Tate Modern hasta la Bienal de Venecia.

Las 19 esculturas-instalaciones que Ortega exhibe actualmente en la galería Hangar Bicocca, en Milán, dan cuenta de esta evolución en la producción de objetos. Se trata de la primera retrospectiva del artista en Italia titulada Casino que hace una revisión de su propuesta escultórica con proyectos emblemáticos como Cosmic Thing (2002), Moby Dick (2004) o Escarabajo (2005).

Aun cuando cada proyecto respondió a un entorno físico y temporal distinto, Ortega señala que en la muestra se puede apreciar una intención por dejar el cliché del folclor mexicano para hacer arte contemporáneo en su sentido más puro.  «Fue encontrar la forma de producir que no era una forma que estaba reprimida, no tenia que ver con tener dinero para trabajar con mármol o no, sino fue un interés por algo relacionado con el juego, la investigación, optimizar los recursos y los espacios».

Entonces las esculturas de quien también ha expuesto en la Bienal de La Habana, la de Berlín y la de São Paulo son deconstrucciones de objetos para alterar sus funciones, y así otorgarles una nueva experiencia a partir de un significado estético tal como sucede con Prometeo (1992), una vela dentro de la bombilla de un foco.

Para Vicente Todolli, curador de la retrospectiva, las esculturas tienen referencias a entornos no comunes en el arte como la ciencia, la industria o la automotriz; su intención, pues, es descontextualizar la pieza original para ofrecer connotaciones nuevas.

«Busca nuevos caminos, siempre representa nuevos mundos; por una parte siempre con la relación de la historia del arte y otros movimientos de la memoria estética como el dadaísmo, y también porque lo que hace es deconstruir lo que es el proceso de la escultura, para luego volver a construirlo con un elemento de humor bastante corrosivo, irónico», apunta Todolli en entrevista.

Ortega responde que se trata de utilizar las condiciones propias del espacio donde trabaja para entonces generar instalaciones que tengan un sentido local, una experiencia directa con el lugar. En el caso de Hangar Bicocca se trata de una galería que ocupa lo que fue una industria automotriz; por ello la trilogía de proyectos con el Volkswagen es el epicentro de la exposición.

Se exhibe la película Escarabajo (2005) en la que el artista entierra un Volkswagen Beetle en Puebla donde se encuentra la armadora del automóvil; también se presenta la acción Moby Dick, (2004), que es una  «pelea física» entre un coche que se desliza sobre un suelo cubierto de grasa y un hombre que jala del mismo con cuerdas, mientras se escucha la canción de Led Zeppelin del mismo título.

De la trilogía destaca Cosmic Thing (2002) producida originalmente en el Instituto de Arte Contemporáneo de Filadelfia en 2002, y luego en 2003 se llevó a la Bienal de Venecia. Con esta pieza, Ortega cuestiona la relación entre un objeto y el espacio fijo en el que se coloca.

«La trilogía fue un ejercicio para entender a la maquina como una extensión corporal, un elemento cultural muy fuerte, una especie de historia mítica como la historia de un personaje con muchas etapas; como si fuera Ulises. Es un tríptico de obra que fue muy significativo y que ha derivado en otros trabajos, algunos más pequeños, que sirve de preparación para ver los de más tamaño», afirma quien también expone una serie de esculturas in situ en el Museo de Arte Contemporáneo de Río de Janeiro.

De las grandes instalaciones también presenta Controller of the Universe (2007) que simula una explosión de cientos de herramientas de trabajo como sierras, picos y martillos que adquirió en mercados de pulgas de Berlín. Las piezas cuelgan del techo y en medio del vórtice se abre un espacio vacío al que pueden ingresar los visitantes.

«Es una experiencia heroica la que ofrece en sus instalaciones; siempre hay una referencia a veces lejanas y otras cercanas a temas o situaciones sociales, en este caso no es una retrospectiva dentro de un cubo blanco sino piezas montadas como si estuvieran en casa para una experiencia mayor», acota el curador.

Si bien Ortega mantiene una proyección en el extranjero, señala como pendiente el mostrar su trabajo en México, donde no hay ofertas para exponer: «Afortunadamente el trabajo en Milán no es una cuestión nostálgica, sino una revisión que sigue aportando cosas para entender nuevos proyectos, pero que queda pendiente la muestra aquí. En México sigue ese vacío.»

¿Dónde y Cuándo?

Casino se exhibe hasta el 8 de noviembre en Hangar Bicocca (Via Privata Chiese 2, Milán, Italia).



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