C iudad Juárez, Chihuahua. 4 de julio de 2015. (RanchoNEWS).- El galardonado escritor mexicano Gustavo Sainz, quien murió el pasado viernes 26 de junio a los 74 años de edad, era admirado por sus alumnos y por sus colegas en la Universidad de Indiana en Bloomington. Una entrega de Notimex.
«¡Excelente profesor! Definitivamente el mejor que he tenido en IU (Universidad de Indiana). Les recomiendo mucho tomar una clase con él si pueden, ofrece un caudal de conocimiento», escribió uno de sus alumnos en un sitio de evaluación de docentes.
La noticia de su fallecimiento se conoció el jueves pasado por la tarde, por medio del obituario del portal internet del Herald Times, en Bloomington, Indiana, en donde residía el escritor mexicano.
El autor de novelas como Gazapo, La princesa del Palacio de Hierro y Obsesivos días circulares, entre otras, fue profesor del Departamento de Idiomas de la Universidad de Bloomington entre 1991 y 2011, año en que decidió jubilarse.
«Es una de las más reconocidas y originales voces de la literatura mexicana del siglo XX», escribió la institución.
Gustavo Sainz pertenecía a la generación de José Agustín y Parménides García Saldaña, entre otros escritores.
El narrador, ensayista y docente, quien recibió el premio Xavier Villaurrutia por La princesa del Palacio de Hierro en 1974, llegó a Indiana después de haber sido funcionario cultural en México y de haber dado clases en la UNAM, así como en Wisconsin, Nuevo México, Illinois y Saint Louis.
En Indiana, Sainz dio cursos de literatura latinoamericana, mexicana y cine durante dos décadas.
Las evaluaciones de sus exalumnos son todas positivas, aunque algunos reconocen que no era fácil de entender y podía ser aburrida la lectura de pasajes de su literatura.
«¡El mejor profesor del mundo! Al principio puede ser abrumador porque puede ser difícil de entender, pero relájense, es un pastel», señaló uno de sus alumnos en el sitio ratemyprofessor.com.
«Sainz es sorprendente, me encantan las obras que escoge y hemos visto tres películas. Definitivamente lo recomiendo», comentó otro.
Después de su jubilación de la Universidad de Indiana, Sainz anunció que se dedicaría a la creación de un centro cultural en Saltillo, Coahuila, a cuya biblioteca pública donó su colección de más de 75 mil libros, películas y arte.
De acuerdo con la necrológica publicada el jueves pasado por el Herald Times, Sainz murió rodeado « de sus queridos hijos», Claudio y Marcio Sainz, quienes le cuidaban «en la medida en la que alcanzaba progresivamente las últimas etapas de la enfermedad de Alzheimer».
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