lunes, octubre 12, 2015

Danza / España: Germaine Acogny protagoniza el II Ciclo de Danza Africana en los Teatros del Canal

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Lanla Acogny Dance technique. (Foto: Ibrahim Traoré)

C iudad Juárez, Chihuahua. 12 de octubre de 2015. (RanchoNEWS).- Está considerada la «Martha Graham de la danza contemporánea de Africa» y Maurice Béjart la llamaba «su hija africana». Germaine Acogny (Benin, 1944), pionera en este arte en el continente negro desde su primera y pequeñita escuela en Dakar (Senegal), en los años 60, y hoy desde el reconocido centro L'Ecole des Sables, comienza una semana de clases magistrales en los Teatros del Canal, para mostrar su técnica, internacionalmente reconocida y la única surgida a partir de la tradición africana.Cristina Marinero reporta para El Mundo.

«Es muy importante para mí traer nuestra energía a Europa», asegura Germaine Acogny, quien acaba de aterrizar en Madrid procedente de Italia, donde ha bailado su versión de La consagración de la primavera, actuación que no han podido cerrar con ningún teatro para se hiciera aquí. Condecorada en Francia y Senegal como Comandante de la Orden de las Artes y las Letras, continúa junto a su marido, el alemán Helmut Vogt, luchando para que su escuela siga, hablando con mecenas de medio mundo porque, dice: «¿Para qué es el dinero sino para darlo y procurar belleza? El dinero, acumulado, da muy malas energías».

Alta, con gran fuerza en sus palabras y sin aparentar los 71 años que ha cumplido, la bailarina y maestra empezó a inspirarse, en los años 60, en las danzas tradicionales, sobre todo de Benin y Senegal, para crear un academicismo africano en este arte, único en el mundo. Su compañía Jant-Bi, que actuó en Madrid en 2008, es el mejor ejemplo de los más de 40 años de vida dedicada a perfeccionar su técnica contemporánea.

«Las danzas populares, el folklore, son la base de cualquier técnica posterior», afirma Acogny refiriéndose a todas las culturas, «porque, para saber a dónde vas o a dónde quieres ir, tienes que saber de dónde vienes». Su talento dice que le viene de su abuela, sacerdotisa Yoruba, «quien, aunque había muerto cuando yo nací, ha sido toda una inspiración; comentaban, incluso, que se había reencarnado en mí». Por eso su técnica de danza «está apegada a la tierra y el símbolo de L'Ecole des Sables [situada en el pueblo Toubab Dialaw, a 50 km de Dakar] es un árbol, porque sigue arraigado con sus raíces, aunque crezca».

Gracias al presidente poeta

Autora, en 1980, del libro African Dance, que explicó al mundo tanto su enseñanza, como el potencial del continente en este arte, el camino de Germaine Acogny en la danza es hoy el que es gracias a dos hombres fundamentales en su vida: el primer presidente de Senegal (república desde que se independizó de Francia en 1960), el poeta Leopold Sedar Senghor, y el coreógrafo Maurice Béjart. En el gran creador marsellés tuvo mucho que ver, para su acercamiento al país de Acogny, el hecho de que su abuela paterna fuese senegalesa, hecho que él siempre subrayó.

«Todo empezó cuando el filósofo Roger Garaudy vino a mi escuela en Dakar, montada en el patio de mi casa, y señaló que aquello que yo hacía era técnica contemporánea. Él venía de Estados Unidos, había visto a Martha Graham y me decía que yo era como ella», explica. «Se reunió con el presidente Senghor (que quería hacer de Senegal la Grecia clásica de África impulsando la cultura) y le habló de mí. Como el presidente no sabía de danza, llamó a su amigo Maurice Béjart para que me viera y, en 1975, di clase en su escuela. Poco después, mientras daba una conferencia en Kenia, Béjart declaró que abriría Mudra Africa en Senegal [una extensión de su famosa Mudra de Bruselas] porque ahí estaba su amigo y respetado intelectual, el presidente Senghor, y porque había encontrado a Germaine Acogny. Así fue como me hizo directora de Mudra África, proyecto que duró de 1977 a 1982 y de cuyas aulas han salido bailarines africanos que han bailado por todo el mundo».

¿Y se cerró tras dejar la presidencia Senghor? «Sí, porque cuando él se fue en 1980, los que han venido no han hecho nada para la cultura y la danza. Ahora, L'Ecole des Sables, abierta desde 1995, como es privada, se financia por los mecenas de fuera de Senegal y por nuestras giras por todo el mundo. En aquella época teníamos teatro, danza, escultura, pintura, exposiciones sobre Picasso... Senghor decía que 'la cultura es el comienzo y el final de todo'. Pero ahora, todo es distinto», subraya. Germaine Acogny protagoniza esta primera parte del II Ciclo de Danza Africana, que continuará durante el resto de la temporada con intensivos de fin de semana impartidos por su discípula española y organizadora de este evento, Aída Colmenero, en las aulas de la Asociación de Profesionales de la Danza de Madrid.


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