viernes, febrero 05, 2016

Arquitectura / México: Nuevo museo en Puebla, la casa del barroco

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El edificio diseñado por el japonés Toyo Ito abrió ayer sus puertas, con la aspiración de convertirse en «un icono cultural» poblano y un «referente internacional». (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 5 de febrero de 2016. (RanchoNEWS).- Toyo Ito (1941) piensa que los edificios emblemáticos son «una auténtica barbaridad». El Premio Pritzker 2013 opina que la arquitectura debe fundirse con el entorno y no diferenciarse. El nuevo Museo Internacional del Barroco (MIB) de Puebla, sin embargo, está irremediablemente destinado a convertirse en un icono que sobresalga del paisaje. Es imposible que esos muros blancos, que parecen serpentear en el aire, no se conviertan en un emblema. Luis Carlos Sánchez reporta desde Puebla para Excélsior.

El arquitecto nipón ideó para Puebla —una de las capitales barrocas mexicanas por excelencia— un enorme edificio futurista de 17 mil 500 metros de construcción y 19.5 metros de altura, que albergará la historia pasada de por lo menos cuatro siglos: la del movimiento artístico y cultural barroco que tuvo su máximo desarrollo entre finales del siglo XVII y el XVIII, pero que sigue extendiendo su influencia en la actualidad.

«El edificio es en sí mismo una obra de arte», dijo ayer el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, al inaugurar el museo que se localiza en el boyante Parque Metropolitano de esa ciudad. Además de contar con cuatro salas para exposiciones temporales y siete para su exhibición permanente, el edificio cuenta con un auditorio, biblioteca, área de servicios educativos y una tienda. Desde su vestíbulo, que algunos compararon con el del Museo Guggenheim de Bilbao, se observa su patio interior en que, como protagonista, ha sido colocada una fuente idéntica a la del Hotel Camino Real de Polanco, que idearon Ricardo Legorreta y Luis Barragán.

Sorteando las críticas, que incluían la ausencia de un acervo propio, el MIB ha completado su exhibición con la ayuda de colecciones y fundaciones de Alemania, Francia, España, Perú y Cuba, y de 21 museos y colecciones públicas y privadas mexicanas. Adicionalmente, la museografía se apoya en recursos tecnológicos, que podrán ser actualizados periódicamente, como proyecciones, pantallas táctiles y tableros electrónicos.

«En las salas se ofrece de manera interactiva, innovadora y vanguardista una visión integral de las distintas manifestaciones de este movimiento cultural (el barroco) desde sus orígenes hasta nuestros días; este proyecto representó una inversión de mil 742 millones de pesos», informó Moreno Valle. La idea de crear el espacio, dijo, surgió de una charla con el secretario de Desarrollo Social, José Antonio Meade, quien también se encargó de diseñar el esquema financiero y cabildear los primeros 500 millones de pesos para su construcción, por parte del Ejecutivo federal.

El MIB abrió sus puertas con dos exposiciones temporales: Tornaviaje. La Nao de China y el Barroco en México, 1565-1915, que documenta los lazos comerciales y culturales que unieron a Europa, América y Asia a través del océano Pacífico, y Marajás neobarrocos. Esplendor de las vestimentas reales de la India, que pone en relevancia la complejidad y majestuosidad del textil indio, presente hasta nuestros días.

 «Estoy convencido de que el Museo Internacional del Barroco se convertirá en un icono cultural, capaz de demostrar que es posible imaginar y construir una Puebla diferente y mejor», agregó el gobernador. El curador del espacio, cuyo acceso será de 50 pesos pero de entrada gratuita para todos los poblanos, y coordinador ha sido Miguel Ángel Fernández, quien antes ya fungió como conservador de Palacio Nacional.

Dos logros adjudicó Rafael Tovar, secretario de Cultura, al nuevo MIB. El primero, estar dedicado al barroco: «Si hay un movimiento, uno de los primeros movimientos culturales que son auténticamente internacionales, cosmopolitas y universales, es el barroco. No sólo en las artes plásticas, el teatro, en la música, en la arquitectura, en todas ellas, sino por los distintos territorios que cubre que es precisamente el mundo católico de esos años». Pero también, dijo, «las herramientas que nos ofrece la nueva tecnología (del museo) nos permiten acercar a nuevos públicos, a jóvenes, a niños, a un lenguaje en el que están acostumbrados a informarse y formarse».

A Toyo Ito se le considera uno de los arquitectos más innovadores e influyentes del mundo. Cuando en 2012 el gobierno de Puebla comenzó a resolver el reto económico que representaba crear un museo como el MIB, el siguiente paso fue buscar un arquitecto célebre y ahí estaba Toyo Ito, que fue contratado en 2012. Un año después sería designado ganador del Pritzker. En 1971 abrió en Tokio su primer despacho con el nombre de Urbot; ocho años después cambiaría por Toyo Ito & Associates, Architects, con el que finalmente lograría notoriedad y fama internacional. Su obra se caracteriza por el respeto del entorno en la que será ubicada y ofrece una inquietante reflexión sobre la imagen física de la ciudad de la era digital.




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