C iudad Juárez, Chihuahua. 21 de marzo de 2016. (RanchoNEWS).- El panorama, sobre todo si uno lo ve desde un puente, es prometedor es el título de la exposición de Chantal Peñalosa en la planta baja de la galería Proyectos Monclova. Al entrar al cubo blanco el espectador encuentra las paredes tapizadas por hojas tamaño carta. Cada una de ellas tiene 14 pesos acumulados por el frottage de lápiz sobre papel de 140 monedas de diez centavos mexicanos. Al final del recorrido por los muros se lee la frase «aquí se expone el 3% de la idea de un millón de pesos». Sandra Sánchez reporta desde la Ciudad de México para Excélsior.
La galería presenta la pieza La idea de un millón de pesos aún en proceso, pues Peñalosa tiene como objetivo alcanzar la cantidad de dinero por medio del dibujo, el cual adquiere un cariz particular, pues la representación no pasa por una técnica preocupada por la línea y el trazo, sino por la reproducción técnica de la copia de la moneda.
«El frottage lo retomo pensándolo desde una técnica popular que se aprende como probable juego, al mismo tiempo por su naturaleza de repetición y de representación de un objeto, que en este caso son monedas de 10 centavos», comenta.
La pieza forma parte de intereses constantes en el trabajo de la artista, que cuestionan la forma en que funciona el trabajo en la era neoliberal y el tiempo que uno gasta para llegar a objetivos específicos. La repetición en el papel busca materializar el deseo, hacer visible el esfuerzo y el trabajo necesarios para cumplir nuestras complejas o cotidianas expectativas de vida.
La artista menciona que también es importante pensar en la idea, pues más allá de su materialización, el deseo de acumular esa cantidad de dinero es algo común en el imaginario de la gente. «Me interesa la idea como el anhelo, en este caso, en la pieza hay una cantidad específica que implica trabajar para conseguir un millón de pesos. Pensé en esa cantidad como la que probablemente demarca la trascendencia entre una situación económica y otra. Por otro lado, aunque se trata de una mera representación, hay también un tiempo de trabajo que es impulsado por el puro anhelo del propio esfuerzo», explica.
Además de las monedas, la muestra presenta una mesa en donde hay dos hojas, que acumulan en total 28 pesos. Cada día, dependiendo de cómo amanezca la paridad entre peso y dólar americano, se dibujaran o borrarán monedas representando siempre la cantidad de monedas necesarias para tener un dólar. Con este gesto hace hincapié en que, incluso cuando llegue a la representación total, hay otras fuerzas económicas que van más allá del trabajo personal que determinan su valor, el cual depende de un complejo financiero.
REGRESAR A LA REVISTA