«El buen traductor de poesía es como un autor», dice Rosenberg. (Foto: ARCHIVO)
C iudad Juárez, Chihuahua. 3 de agosto de 2016. (RanchoNEWS).- «La poesía tiene muchas maneras» sugiere el lema del primer número de la revista semestral que dirige la poeta y traductora Rosenberg y que se presentará hoy a las 19 en La Casa de la Lectura. Silvina Friera reporta para Página/12.
«Tome una palabra tome un par/ como huevos póngalas a cocinar/ tome un pedacito de significado/ después de inocencia un buen bocado/ caliente a fuego lento/ al fuego lento de la técnica/ cubra con la salsa mistérica/ rocíe estrellas como pimienta/ y después, ¡a izar las velas!/ pero ¿adónde quiere ir?/ ¿a escribir? ¿en serio? ¿a escribir?», se lee en uno de los dos poemas de Raymond Queneau (1903-1976) que preludian el inmenso placer de zambullirse en una diversidad de textualidades que no suelen estar al alcance de la mano. «La poesía tiene muchas maneras» sugiere el lema del primer número de Extra/1. Lecturas para Poetas, que dirige la poeta y traductora Mirta Rosenberg, revista semestral que se presentará hoy a las 19 en La casa de la Lectura (Lavalleja 924) junto con los poetas que integran la revista: Liliana García Carril, Anahí Mallol, Horacio Zabaljáuregui y Ezequiel Zaidenwerg. Esta nueva publicación –que tiene la forma de un libro– incluye un dossier de nuevos poetas mexicanos seleccionados por Zaidenwerg, un ensayo sobre poesía y relaciones familiares del poeta estadounidense Robert Hass (San Francisco, 1941), una entrevista a la poeta Denise León (Tucumán, 1974), traducciones de textos de Gertrude Stein (1874-1946) y James Laughlin (1914-1997), un ensayo del poeta chileno Enrique Winter (Santiago, 1982) sobre Íntegra, la obra completa de Gonzalo Rojas (1916-2011), y «Traducir poesía», un poema inédito de Rosenberg.
Qué sería de la vida de cientos de lectores sin las traducciones de Rosenberg (Rosario, 1951) a poetas, narradores y ensayistas como Emily Dickinson (1830-1886), Marianne Moore (1887-1972), Hilda Doolittle (1886-1961), Elizabeth Bishop (1911-1979), Robert Lowell (1917-1977), Seamus Heaney (1939-2013) y Cynthia Ozick, entre tantos otros. «La revista está formada por un grupo de poetas y traductores que nos reunimos los lunes en casa desde hace varios años a leer textos propios y ajenos que algunos queremos compartir porque son muy buenos, porque son curiosos, por lo que fuere, porque es poesía latinoamericana de la que no se sabe nada, o porque son traducciones –cuenta la poeta a Página/12–. Muchos de los que estamos en esta revista traducimos; la traducción es una de las bases fundamentales, no sólo por mí. Como poetas entendemos a todos los que leen poesía, no necesariamente que la escriban. Ser poetas es como un temperamento; por eso la revista se propone como ‘lecturas para poetas’». La poeta y traductora define como «extraordinario»el ensayo de Hass, «Familias y prisiones», incluido en el primer número de Extra. «A Hass lo conocí personalmente cuando fui a Berkeley, donde él da clases. Yo ya estaba enferma, viajé en sillas de rueda a dar clases. El me regaló su último libro What Light Can Do, y de ahí saqué este ensayo que me gustó muchísimo porque atribuye el origen de la literatura, no sólo de la poesía, a la familia. Me pareció que era importante dar a conocer este texto. En eso se basa la revista: en encontrar materiales que nos gusten mucho y traducirlos o compilarlos».
En el indispensable dossier de poetas mexicanos hay poemas y entrevistas a Luis Felipe Fabre (1974), Dolores Dorantes (1973), Óscar de Pablo (1979), Paula Abramo (1980), Hernán Bravo Varela (1979) y Javier Peñalosa (1981). Denise León, poeta tucumana, publicó su primer libro Poemas de Estambul (2008) a los 34 años. Cuando le preguntan si es una escritora tardía o se demoró en publicar, León responde: «Esa pregunta me da risa. Siempre digo que yo nací vieja. (...) A mí me sucedió el lenguaje. Pero demoré mucho en pensarlo como un oficio, o como una profesión. Hizo falta que otros me dijeran aquí hay un libro para que me decidiera a publicar».
Rosenberg dice que Extra va a mantener las traducciones colectivas, como la que hicieron García del Carril, Silvina López Medín y Mallol con «Señorita Furr y Señorita Skeene»de Stein. «En ese texto aparece por primera vez la palabra ‘gay’ como homosexual, que nosotras decidimos traducir como ‘alegre’ todo el tiempo para que quedara tan raro como en aquel momento la palabra ‘gay’», explica la autora de los poemarios Pasajes, Teoría sentimental, El arte de perder y Paisaje interior, entre otros. «TRADUCIR POESIA, es una tarea de poetas,/ difícil pero posible. Traducir poesía es necesario/ para leer a Homero si uno no sabe griego/ o a Dante cuando se ignora el italiano./ Traducir poesía es/ imprescindible/ para darle aire a la poesía en nuestra lengua, ahorrarle tiempo,/ dejarle elegir/ su camino en la poesía universal, inventar. El traductor, protegido/ como está/ por San Jerónimo de Estridón, e igualmente expuesto/ a la misma fricción con la lengua que es el centro de su labor,/ busca una tregua entre lo que el otro dijo y lo que digo yo». Este fragmento pertenece a una sección fija de la revista titulada «La página maestra». “Cada uno va a hacer la página maestra que quiera –aclara la directora–. ‘Traducir poesía’ es un poema que está incluido en un libro inédito, Cuaderno de oficio, que estoy escribiendo, donde hablo de escribir y traducir poesía, que es otra manera de escribir poesía. Tenía veinte años cuando empecé a traducir poesía. Y ahora voy a cumplir 65, o sea que hace 45 años que traduzco la poesía que a mí me gusta. Traducir es un gran placer, tiene que ver con escribir. Para mí no hay una enorme diferencia entre escribir y traducir. Yo veo al buen traductor de poesía como un autor. Lo que he traducido forma parte de mi obra. Hacer la revista es como una especie de taller de trabajo, un taller de poetas donde aprendemos y enseñamos».
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