martes, octubre 18, 2016

Artes Plásticas / Estados Unidos: Phelps de Cisneros llena de arte latinoamericano el MoMA

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Patricia Phelps de Cisneros y el director del Moma, Glenn D. Lowry. (Foto: S. Rudd)

C iudad Juárez, Chihuahua. 19 de julio de 2016. (RanchoNEWS).- El Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York es hoy un poco más latinoamericano. La venezolana Patricia Phelps de Cisneros, una de las mayores coleccionistas privadas de arte del mundo, ha donado de total de 102 obras realizadas entre 1940 y 1990 por creadores de Argentina, Brasil y Uruguay. Se suma a otras 40 piezas dadas por los Cisneros a la misma institución a lo largo de los últimos 16 años. En definitiva, es la mayor entrega de arte latinoamericano realizada hasta ahora. El acuerdo, anunciado este lunes, incluye la creación de un instituto de investigación que estará dedicado al arte moderno y contemporáneo de la región. Amanda Mars reporta desde Nueva York para El País.

Fundado en 1929 por los Rockefeller y otras fortunas de la ciudad, el MoMA mostró un interés singular por el arte latinoamericano desde el comienzo de su andadura. En Diego Rivera centró su segunda exposición monográfica (la primera fue de Henri Matisse), que duró cinco semanas, desde finales del 1931 y comienzos de 1932. Fue, además, el primer museo de fuera de América Latina en coleccionar obras de dicha parte del continente.

Patricia Phelps de Cisneros no quiere hablar de política, ni de Trump ni de Venezuela. Acaba de anunciar la donación al MoMA de Nueva York de más de un centenar de obras de arte latinoamericano. «Yo estoy muy orgullosa de nuestra herencia hispanoamericana y haré todo lo que pueda para mostrar la gloria de nuestra cultura, esa es mi labor de puente entre ambos países, pero no me meto en política», dice esta mujer criada y formada a caballo entre Caracas y Estados Unidos.

Se ha hablado mucho del redescubrimiento del arte latinoamericano. ¿Es una realidad o un deseo?

Cuando viajas ves que se cuelgan más obras de latinoamericanos, hay más exposiciones individuales, pero aún tenemos camino que recorrer, insertando la abstracción latinoamericana y el modernismo en el canon de la Historia del Arte. Con la donación y el instituto nos aseguramos de que entramos en ese canon de forma natural, viniendo al MoMA, para que nuestros artistas se cuelguen al lado de los mondrians o los kandinskys. He sentido que la cultura latinoamericana ha sido relegada a un puesto un poco lejano y lo que más he querido en el mundo es que nuestros pintores sean reconocidos.

¿Por eso apuesta por donar al MoMA frente a la alternativa de un museo propio en Nueva York? ¿Es una forma de colocarlos entre los grandes?

Ha habido un gran debate sobre tener o no un museo propio. El MoMA tiene tres o cuatro millones de visitantes al año y más de 12 millones de cibernautas acceden a su web cada día; esa visibilidad es muy importante para nuestros artistas. La parte del instituto es igual de importante en esto.

Ha comentado alguna vez que la suerte del coleccionista es que puede comprar las obras que le gusten. Cuando se llega a un nivel de coleccionismo como el suyo, ¿se siente la responsabilidad de adquirir obras aunque no le apasionen?

Para ser sincera, cuando Lowry [director del MoMA] entró en el museo en 1994 me dijo que parte de su misión era expandir el alcance del MoMA. Y para mí ha sido una inspiración coleccionar pensando en este museo, aunque algún cuadro no me convencía. Incluso cuando titubeaba, al año o dos años ya me enamoraba de esa obra.

¿Qué pueden hacer las élites de la región ante los problemas económicos de América Latina?

Las tragedias humanitarias por las que estamos pasando en mi país son impensables, se necesita una solución. Los Gobiernos tienen que llegar a acuerdos, es una tragedia. También nos preocupa España.

Hace tiempo que se habla del momento dulce del arte latinoamericano, del redescubrimiento de sus artistas, pero Phelps de Cisneros, casada en 1970 con el magnate de la comunicación Gustavo Cisneros, cree que aún falta reconocimiento a los artistas latinoamericanos, y de ahí su interés en colocarlos en el MoMA, una referencia mundial, en lugar de situarlos en un museo propio.

Los Cisneros comenzaron a formar su colección en 1970, cuando se casaron, con especial pasión por la abstracción geométrica de artistas latinos, que en aquella época eran muy poco reconocidos.   «Todas estas obras han convivido con nosotros en algún momento a lo largo de estos 40 años; no han sido compras para formar una colección, sino que ha sido una colección formada por amor y con amor la estamos dando», explicó Cisneros.

Piezas irrepetibles

Ni los Cisneros ni el museo concreta el montante económico en que pueden estar valorada la donación. El director del museo, Glenn D. Lowry, señaló que «muchas piezas fueron coleccionadas por Patty cuando ni siquiera había un mercado para ellas, cuando estaban en la parte trasera de las galerías, por eso es incalculable el valor que tienen, porque son irrepetibles».

El lote incluye obras de Lygia Clark, Hélio Oiticia, Lygia Pape, Jesús Rafael Soto, Alejandro Otero y Tomás Maldonado, entre otros. Son pinturas, esculturas y obras en papel de un total de 37 artistas, de los que 21 se exhibirán por primera vez en el museo.

Aunque ya se pueden ver en la web de museo, la colección no se expondrá al público hasta al menos 2019. La idea del MoMA es exhibir los cuadros aprovechando la inauguración del nuevo edificio. Independientemente de la fecha de apertura de las nuevas instalaciones, la exposición no se demorará más allá de 2021.

En total, el MoMA cuenta ya con 5.000 obras latinoamericanas y, desde 2009, con un programa de investigación. Este quedará integrado a partir de ahora en el futuro Instituto de Investigación Patricia Phelps de Cisneros para el Arte Latinoamericano.

La Fundación Cisneros tiene sede en Caracas y en Nueva York. La colección es conocida principalmente por sus obras de arte abstracto geométrico moderno latinoamericano, pero también cuenta en su haber con piezas de artistas que viajaron a la región de entre los siglos XVII y XIX o muebles y arte de los periodos coloniales. Dice Patricia Phelps de Cisneros que su bisabuelo William Henry Phelps, un empresario y meticuloso ornitólogo, ha influido mucho en su pasión por coleccionismo, por su preservación y el estudio. Por eso hace hincapié en que tan importante es la donación de las obras como el instituto. «Creo que estos artistas se merecen reconocimiento».


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