C iudad Juárez, Chihuahua. 9 de octubre de 2016. (RanchoNEWS).- «Ha encarado todas las batallas con talento, valentía y, sobre todo, proveyéndonos de belleza a raudales», afirmó ayer el crítico de arte Luis Ignacio Sáinz sobre el artista plástico Federico Silva (1923), quien recibió la Medalla Bellas Artes 2016. Una nota de la redacción de Excélsior.
En una ceremonia realizada en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, el escultor de 93 años fue reconocido «por sus creaciones que nos regalan emoción, que sólo el arte despierta, por su aportación a la cultura mexicana y por el estímulo que representa para los jóvenes artistas y los que ya cumplieron una vocación que encontró su camino», agregó Xavier Guzmán, subdirector de Patrimonio Artístico e Inmueble del INBA.
En el homenaje participaron además Magdalena Zavala, coordinadora nacional de Artes Visuales del INBA; la escultora y pintora Águeda Lozano, recién nombrada secretaria de Cultura del gobierno de Chihuahua y el artista.
Sáinz definió al Premio Nacional de Ciencias y Artes 1995 como un «investigador de la forma y ciudadano de tiempo completo». Desde siempre, dijo, Silva ha sido «un convencido de renovar las tradiciones, de fundar continuidades críticas que actualicen los contenidos y sus representaciones icónicas y volumétricas».
Destacó que el artista «nos tiene acostumbrados, entonces por igual, a su inteligencia y a su congruencia. Por ello, el distanciamiento con las formas del realismo, si bien estilizados, no constituye un abandono de los contenidos y las intenciones. La suya es una fábrica con pertinencia social y vigor técnico».
El crítico de arte señaló que, con el paso del tiempo, «se decanta su vocabulario, adentrándose en la abstracción y la geometría, descubriendo la tridimensionalidad, siendo pionero del cinetismo pleno, con fundamentación dinámica óptica».
Sáinz evocó el Espacio Escultórico, inaugurado en 1979, para conmemorar el medio siglo de la autonomía universitaria: «Allí están las fuentes y los documentos oficiales que rinden debida cuenta de tan asombroso proceso, coincidiendo en la atribución a Federico Silva del diseño de la iniciativa, de su desarrollo, puesta en marcha y coordinación efectiva. Lo cual no demerita los aportes de los otros escultores involucrados».
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