C iudad Juárez, Chihuahua. 1 de octubre de 2016. (RanchoNEWS).- El pasado 25 de septiembre falleció el famoso violinista juarense Roberto Valdez, hermano del guitarrista Aquiles Valdez, en Ciudad Juárez a los 80 años de edad.
El guitarrista juarense Carlos Benítez escribió el siguiente texto en su muro de Facebook, que tituló «Roberto Valdez, “El gitano de los ojos verdes” (The green eyes Gypsy)»
Parquero: ¿Batutas?
Roberto: Hola, ¿cómo estás? (Con esa sonrisa característica que salía cuando no recordaba de quién se trataba, (algo recurrente) pero quería hacer sentir que sí lo hacía)
Parquero: ¿Qué no te habías muerto?
Roberto: ¡Eso quisieras, cabrón! Jajaja...
Roberto Valdez, un personaje carismático poseedor de un especial talento en la música, su depurada técnica y seductora expresión musical lo llevó a formar parte de las más importantes orquestas y ensambles como «Los Violines Mágicos de Villafontana», «Los Vagabundos», «Intermezzo», etc. A la par de trabajar directamente con importantes compositores como Agustín Lara, en la Cd. de México y Estados Unidos. Alternó con artistas de talla mundial, Elías Breeskin (padre de Olga), fue uno de sus más importantes mentores en su escuela violinística, Sergio Golwars, Arturo Romero, Gori Cortez entre muchos otros.
Fue miembro del ANDA, misma condición que le permitió participar en varias películas del cine nacional al lado de artistas de renombre como Tin Tan, Resortes, Mauricio Garcés, Antonio Badú y Piporro, entre muchos otros. Su estrecha amistad con Tin Tan fue definitiva en su vida, se referían mutuamente como «tío y sobrino» dada la coincidencia de apellidos, el color de ojos… ¡y la locura! Viajó por tres continentes llevando la alegría de su violín.
Ejecutaba con gran dominio muchos estilos y géneros musicales como La música gitana de Hungría, Rusia, España, Rumania, etc, el tango, paso doble, bolero, la música americana la gran época, la música clásica, es decir, eran pocos los estilos que no abordó. Por su calidad artística le fueron dedicadas algunas obras, un Concierto para violín y orquesta, danzas húngaras y czardas.
Su gran habilidad le permitió conocer a fondo la música, tocaba más de 15 instrumentos de tal manera que podría trabajar con ellos. Los más abordados: Violín, Piano y Acordeón, sin embargo el saxofón lo dominó en pocos días al ser invitado a participar con el famoso grupo «Los Churumbeles de España», la balalaika (instrumento tradicional ruso) las percusiones no le eran ajenas, cello, bajo, viola, guitarra. A la vez que gustaba de cantar el repertorio típico de la bohemia, correspondiente a su condición de serlo, asunto que no alteraba su gran sentido de la responsabilidad en su trabajo.
Fue un personaje con interesantes anécdotas a lo largo de su vida, vivió intensamente en cualquier lugar que estuviera. ¡«Por donde pasa el Gitano, tiembla la tierra», decía para si mismo! Era un artista que se ganaba al público con gran facilidad, el escucharlo y verlo actuar, era por demás divertido, poseía una gracia única, genuina, misma que le perduró hasta su última actuación. «Para mí, la vida es una comedia»,
Era un hombre que jugaba con sí mismo, con todo, un insaciable seductor.
Hasta pronto, mi entrañable amigo, incorregible, indómito, rebelde, risueño, no era tu culpa estar loco, así te mandaron, así te fuiste, hasta el último momento hiciste gala de tu locura, divertida, conflictiva, era muy fácil quererte y era muy fácil pelear contigo. Pero sobre todo GRACIAS por regalarnos tanto, tu fino arte, tu alegría y tu ¡locura! ¡¡Hasta siempre peloncito!!
Tu siempre amigo: Carlos Benítez
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