domingo, enero 08, 2017

Obituario / Nat Hentoff

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El periodista y escritor estadounidense fue uno de los grandes pensadores musicales del género. (Foto: Everett Collection)

C iudad Juárez, Chihuahua. 8 de enero de 2017. (RanchoNEWS).- Nat Hentoff, legendario periodista musical, falleció ayer, sábado, en su apartamento de Manhattan a los 91 años por causas naturales. A pesar de haber dedicado su vida principalmente a escribir sobre jazz, Hentoff fue también una importante voz periodística en el ámbito político y un incansable activista de los derechos civiles, la libertad de expresión y otros temas sociales y legales. Su legado está marcado por haber contribuido desde los años 50 a la redefinición de algunos aspectos del periodismo musical, en general, y de la crítica de jazz, en particular, potenciando lo negro en la difusión del jazz y defendiendo la importancia de integrar un amplio conocimiento de los músicos y su historia personal a la escritura musical. Hentoff entendía las vivencias de los artistas y su aspecto humano como algo esencial para explicar cómo se hace la música y de dónde viene. Yahvé M. de la Cavada reporta para El País.

Paseando por su Boston natal a los 11 años, el clarinete de Artie Shaw en Nightmare, que sonaba en los altavoces exteriores de una tienda de discos, le descubrió el jazz, cambiando su vida para siempre. Licenciado en la Universidad Northeastern (Boston), Hentoff estudió también en Harvard y en la Sorbona de París gracias a una beca Fullbright, pero enseguida se concentró en su principal pasión: la música.

En 1952 comenzó a escribir para la prestigiosa revista Downbeat, y un año después, por recomendación de Norman Granz, sustituyó a Leonard Feather como editor en Nueva York de la publicación, hasta que fue despedido en 1957, tras contratar a una secretaria negra sin consultarlo con el propietario. Al año siguiente comenzó a escribir para el semanario The Village Voice, una colaboración que se extendería 50 años, hasta su despido en 2009.

También en 1958, Hentoff fundó junto a otro maestro de la crítica de jazz, Martin Williams, la referencial The Jazz Review —intento temprano de abordar el jazz como música seria desde la crítica especializada—, que coeditaron hasta su cierre en 1961, una etapa en la que Hentoff ejerció a su vez como A&R para Candid Records, supervisando sesiones de músicos como Cecil Taylor, Otis Spann, Max Roach, Booker Little, Don Ellis, Steve Lacy o su buen amigo Charles Mingus.

Hentoff escribió también en el The New Yorker de 1960 a 1986, en The Washington Post, de 1984 al 2000, y a lo largo de toda su carrera en innumerables publicaciones que van de Esquire o Playboy a The New York Times o The Wall Street Journal, donde tuvo su columna musical desde su marcha de The Village Voice hasta su fallecimiento.

Con todo, el aspecto más importante de su trabajo podría encontrarse en los cientos de textos que escribió para discos: su firma se encuentra en incontables álbumes de músicos de jazz como John Coltrane, Miles Davis, Thelonious Monk, Don Cherry y muchísimos otros, pero también en discos como Aretha Arrives, de Aretha Franklin; el debut de Gil Scott-Heron o el mítico The Freewheelin’ Bob Dylan.

Autor de más de 35 libros, desde teóricos a novelas, ensayos e incluso juveniles e infantiles, algunos de ellos son auténticas piedras angulares del periodismo jazzístico, como Hear Me Talkin’ To Ya, recopilación de historias orales del jazz editada con Nat Shapiro en 1955.

Paradójicamente, en España solo se han publicado dos libros de Hentoff, ninguno de ellos particularmente representativo: en 1987, la editorial Versal editó Blues para Charlie Darwin y Agente Especial en su colección de novela negra Crimen & Cia, dos historias de misterio ambientadas en el Village neoyorquino y protagonizadas por un detective judío y su compañero negro. En Argentina, en cambio, sí se publicaron traducciones al español de algunos de sus libros sobre jazz, como Esto es el Jazz (1957), Jazz Psicología y Sociología (1968) y Jazz (1982).

Entre sus muchos reconocimientos, destacan el premio a su trayectoria de la National Press Foundation y el premio NEA Jazz Master, que le fue concedido en 2004 por la prestigiosa National Endownment for the Arts, siendo el primer galardonado de su historia que no era un músico de jazz.

Su hijo Nick confirmó hoy en Twitter el fallecimiento de Hentoff, en paz, rodeado de su familia y escuchando a Billie Holiday.


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