jueves, junio 08, 2017

Literatura / España: Adam Zagajewski, Premio Princesa de Asturias de las Letras

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El poeta, novelista y ensayista polaco. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 8 de junio de 2017. (RanchoNEWS).- El poeta, novelista y ensayista polaco Adam Zagajewski, autor de obras como Solidaridad y Soledad, Dos ciudades, Deseo y Tierra del fuego, ha sido galardonado este miércoles con el Premio Princesa de Asturias de las Letras. Consigue así los 50.000 euros y la escultura de Joan Miró con que está dotado el premio, que recogerá el próximo otoño. Una nota de la redacción de El Cultural.

El jurado presidido por Darío Villanueva, director de la Real Academia Española, ha destacado que «la poesía de Zagajewski -así como sus reflexiones sobre la creación y su intenso trabajo memorialístico- confirma el sentido ético de la literatura y hace que la tradición occidental se sienta una y diversa en su acento nativo polaco, a la vez que refleja los quebrantos del exilio. El cuidado por la imagen lírica, la vivencia íntima del tiempo y el convencimiento de que tras una obra artística alienta el fulgor, inspiran una de las experiencias poéticas más emocionantes de la Europa heredera de Rilke, Milosz y Antonio Machado».

La vida de Adam Zagajewski (1945, Lwów, actual Ucrania) está pegada al polvo de los caminos. Siendo todavía un niño, su familia huyó de Lwów, en Ucrania, y luego de Silesia, en Polonia, ciudades que en su mente tomaron la forma del paraíso perdido. «Mi vida comienza prácticamente con la pérdida de otra ciudad, Lwów, en donde nací», explicaba el escritor en una entrevista en El Cultural. «Aquella experiencia hizo que durante muchos años creyera que las ciudades estaban para perderlas. Después estudié en Cracovia y, esta sí, sustituyó al paraíso perdido de Lwów. De hecho, son ciudades que se parecen, ciudades muy agradables, tranquilas, apacibles. Cracovia, pues, curó mi herida tras aquella primera pérdida».

El padre de Zagajewski nació en 1912 en Leópolis y su biografía encarna los vaivenes políticos de Polonia. Fue súbdito del imperio de los Habsburgo, después ciudadano de la república renacida de Polonia, durante la Segunda Guerra Mundial sirvió a Stalin y después a Hitler y, finalmente, ciudadano de la Polonia comunista. El propio Zagajewski nació en los últimos momentos de la guerra y creció en Cracovia bajo el régimen prosoviético. Se graduó en Filosofía y Psicología por la Universidad Jagiellonica y es uno de los más afamados escritores polacos adscrito a la llamada Generación del 68 o de la Nueva Ola, formada por autores decididos a comprometerse políticamente en sus obras, como Kornhauser, Kipska, Krynicki o Baranczak. Él creó dos de los principales lemas de este grupo: Powiedz prawde (Di la verdad) y Mow wprost (Habla claro).En los años 80 se exilió en París, pero siempre ha reconocido que lo hizo por amor y no por motivos políticos. También residió en Berlín y en Estados Unidos, donde fue y es profesor de la Universidad de Chicago. En 2002 volvió a Polonia y hoy reside de nuevo en Cracovia.

Zagajewski en su juventud conoció en aquella ciudad un ambiente cultural que sobrevivía «como una isla» en medio del totalitarismo. Frecuentó a personajes como el escritor Stanislaw Lem y el filósofo Roman Ingarden y creó varias revistas. Frente a los poetas polacos que se abrían a lo novedoso o seguían el camino de la síntesis, Zagajewski se tapó los oídos frente a las modas literarias y dejó fluir sus voz sin miedo, sabiendo en todo momento donde estaba el manantial de la misma.

Claridad e intensidad, libertad expresiva y temática y tensión lírica, emoción desbordada y fina ironía, son algunas de las constantes que brillan en los poemas del autor polaco. En ellos sorprende la fresca utilización de la cultura, nacida de los viajes o de las lecturas, pero sobre todo de una contemplación fértil a la que no son ajenos los símbolos (los árboles, las ciudades de la memoria, el humo, los distintos paisajes revelados por las estaciones del año). Hay siempre en este autor un vigor expresivo y un aliento lírico que proporcionan a sus poemas una dimensión inusitadamente original y verdadera.

Para su creación buscaba distintos géneros literarios y algunas de sus traducciones (Raymond Aron, Eliade) dejan entrever intereses abiertos, la fidelidad al compromiso social y a valores internos, reconocidos ambos con notables galardones, sobre todo en Francia y en Alemania. «La única salida que tiene el poeta es la defensa de la dignidad humana», explicaba Zagajewski en El Cultural. «Puede haber distintos tipos de poetas que se diferencien por cuestiones como el estilo o la expresión, pero esencialmente todos tenemos que defender lo mismo: que no se haga daño al ser humano y que salgan sus cuerpos y espíritus indemnes». Adam Zagajewski siempre ejerció la disidencia contra el comunismo, manteniendo una elevada exigencia estética.

En la década de los setenta se unió al grupo de disidentes de Cracovia, «Teraz» (Ahora). En 1972 publicó su primer poemario, Komunikat, al que siguió la novela Cieplo zimno (Caliente y frío). Difundía además sus ideas en la revista clandestina Zapis, uno de los principales medios de la oposición democrática polaca. Publicó después Sklepy miesne (Carnicerías) y después se exilió en París, en 1982, y publicó la novela Cienka kreska (Trazo) y el poemario List. Oda do wielosci (Letra. Oda a la pluralidad). En su siguiente ensayo, Solidarnosc i samotnosc, 1986 (Solidaridad y soledad, 2010), Zagajewski exponía sus tesis sobre el compromiso político de los escritores.

Con el poemario Plótno (1990) evolucionó hacia la contemplación poética, lejos de la combatividad de sus primeras obras. Él mismo afirmó sobre este cambio que «la poesía está en otra parte, más allá de las inmediatas luchas partidistas, e incluso más allá de la rebelión -aun la más justificada- contra la tiranía». Se ha dicho de él que su decidida posición por la libertad y la búsqueda de la belleza tiene un fiel testimonio en su obra, de gran hondura humana y fina sensibilidad estética.

Algunas obras suyas posteriores son el ensayo Dwa miasta, 1991 (Dos ciudades, 2006), los poemarios Ziemia ognista (Tierra de fuego, 2004), Trzej aniolowie, 1998 (Tres ángeles), Pragnienie, 1999 (Deseo, 2005), Anteny, 2005 (Antenas, 2007), Niewidzialna reka, 2009 (Mano invisible, 2012), calificado como «una maravilla», el libro de memorias W cudzym pieknie, 1998 (En la belleza ajena, 2003) y la recopilación de ensayos Obrona zarliwosci, 2002 (En defensa del fervor, 2005). La última obra publicada en España es Releer a Rilke (2017).

A lo largo de su trayectoria ha sido galardonado con el Premio literario de la Fundación Koscielski (1975), el Premio Tucholsky (1985), el Premio de la libertad del PEN Club francés (1987), el Premio Internacional de literatura Neustadt 2004 y el Lifetime Recognition Award del jurado del Premio Griffin Poetry en 2016. En 1999 fue elegido miembro de la Academia de Artes de Berlín y en 2012 recibió el título de doctor honoris causa por la Universidad Jagellonne de Cracovia. Ha recibido, asimismo, la Medalla de bronce de la Cruz Polaca del Mérito y la Cruz de Oficial de la Orden Polonia Restituta.

El Jurado del Premio Princesa de Asturias de las Letras 2017 ha estado integrado por Félix de Azúa Comella, Xosé Ballesteros Rey, Xuan Bello Fernández, Blanca Berasátegui Garaizábal, Juan Cruz Ruiz, Luis Alberto de Cuenca y Prado, Álex Grijelmo García, Manuel Llorente Manchado, Carmen Millán Grajales, Ángeles Mora Fragoso, Carme Riera i Guilera, Ana Santos Aramburo, Sergio Vila-Sanjuán Robert, Juan Villoro Ruiz y presidido por Darío Villanueva Prieto.


La versión de ABC


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El escritor fotografiado en una reciente visita a Madrid. (Foto: Maya Balanyá)

C iudad Juárez, Chihuahua.8 de junio de 2017. (RanchoNEWS).- El poeta Adam Zagajewski (Lwów, Ucrania, 1945) ha sido galardonado con el premio Princesa de Asturias de las Letras 2017, según ha dado a conocer el jurado, reunido en Oviedo. El polaco se ha impuesto, finalmente, a candidatos como Juan Mayorga, Javier Marías, David Mamet, Emmanuel Carrère o Antonio Lobo Antunes, informa desde Madrid la Redacción de ABC.

El jurado del galardón ha destacado el sentido ético de una obra que hace que la tradición occidental «se sienta una y diversa en su acento nativo polaco, a la vez que refleja los quebrantos del exilio». El acta, a la que ha dado lectura su presidente, el director de la Real Academia Española (RAE), Darío Villanueva, destaca además las reflexiones de Zagajewski sobre la creación literaria y su intenso trabajo memorialístico de una obra que abarca la poesía y el ensayo.

Para el jurado, el cuidado por la imagen lírica, la vivencia íntima del tiempo y el convencimiento de que, tras una obra artística «alienta el fulgor», inspiran una de las experiencias poéticas más emocionantes de la Europa heredera de Rilke, Milosz y Antonio Machado. Candidato al Nobel desde 2007, Zagajewski se convierte así en el primer autor en lengua polaca que obtiene el premio Princesa de Asturias de las Letras en sus 37 ediciones.

Poeta, novelista y ensayista, Zagajewski es una de las voces contemporáneas más relevantes. Nació en Lwów, actual Ucrania, el 21 de junio de 1945 (en menos de quince días cumplirá 72 años), aunque pronto su familia se trasladó a la ciudad de Silesia (Polonia), donde se crió. En 1963 se instaló a Cracovia, en cuya universidad estudió Filosofía y Psicología.

En la década de 1970 se unió al grupo de disidentes polacos «Teraz» y dos años después publicó su primer poemario, «Komunikat» (Comunicado), al que siguió la novela «Cieplo zimno» (Caliente y frío, 1975). Junto con su compatriota Julian Kornhauser escribió el manifiesto «Swiat nieprzedstawiony» ("Un mundo no representado", 1974). Es la época en la que Zagajewski publicaba sus ideas en la revista clandestina «Zapis», uno de los principales medios de la oposición democrática polaca. De hecho, en 1975 publicó un poemario con un claro mensaje político, «Sklepy miesne» (Carnicerías) y en los años posteriores sufrió la censura de la Polonia comunista.

Ideología y poesía

En una entrevista concedida a ABC durante su reciente visita a España, a mediados del pasado mes de mayo, reconocía: «En la época comunista, tuve experiencia con la censura real y ésa no es la situación que tenemos, por suerte, en la actualidad en Polonia. En la época comunista teníamos una especie de censura preventiva, no se permitía la publicación de cierto tipo de literatura». En este sentido, Zagajewski fue el principal representante de la «generación del 68», formada por autores políticamente comprometidos y creó dos de los lemas de este grupo: «Powiedz prawde» (Di la verdad) y Mow wprost (Habla claro).

En 1982 se trasladó a París, donde publicó, al año siguiente, la novela «Cienka kreska» (Trazo) y el ensayo «List. Oda do wielosci» (Letra. Oda a la pluralidad 1983). Poco después llegó a las librerías su ensayo «Solidarnosc i samotnosc» (Solidaridad y soledad), en el que Zagajewski expuso sus tesis sobre el compromiso político de los escritores. En 1988 se instaló en Estados Unidos, donde ejerció como profesor en la Universidad de Houston (Texas). En su siguiente libro de poemas, «Plótno» (1990), se observa su evolución hacia la contemplación poética, cercana al misticismo, ya lejos de su inicial poesía combativa.

«Hay que distinguir entre ideología y filosofía. Cada escritor, cada poeta, tiene su propia filosofía, pero los poetas no son ideólogos. La poesía se opone a la ideología. De joven, combatí la ideología con mi poesía, ese fue el inicio de mi camino como poeta, pero me aburrí muy pronto de esa actitud. Ahora combato la ideología con artículos, ensayos, pero no con la poesía. La literatura no necesita ideología porque es la defensa de la humanidad. La ideología limita la libertad y, por tanto, va en contra de lo humano y de la poesía», aseguraba a este respecto a ABC en la mencionada entrevista.

Los Estados Unidos de Trump

Desde 2002 vive en Cracovia (Polonia), aunque viaja con frecuencia a Estados Unidos, donde da clases en la Universidad de Chicago. «El hecho de que Donald Trump haya sido elegido presidente no cambia la situación en ese aspecto, porque el ambiente de las universidades, de los lugares donde se reúnen los intelectuales, no ha cambiado. De hecho, en esos lugares se respira más bien un cierto desprecio hacia Trump. Tenemos que ser consciente de que Estados Unidos es una gran pluralidad, no es un sitio uniforme, y yo creo que en los ambientes universitarios no ha cambiado nada», dijo Zagajewski al ser preguntado por este diario sobre la actual presidencia estadounidense.

De su producción poética cabe destacar «Ir a Lvov» (1985), «Lienzo» (1990), «Tierra del fuego» (1994), «Deseo» (1997), «Anhelo» (1999), «Regreso» (2003), «Antenas» (2005) y «Mano invisible» (2009). Entre sus libros de ensayo se encuentran «Solidaridad y soledad» (1982), «Dos ciudades» (1995) y «En defensa del fervor» (2002). El último libro que Acantilado, su editorial en España, publicó en nuestro país fue el ensayo «Releer a Rilke» (2017). A lo largo de su extensa trayectoria, su obra ha merecido premios como el Kurt Tucholsky (1985), el PEN Club de Francia (1987), el Vilenica (1996), el Tranströmer (2000), el que concede la Fundación Literaria Konrad Adenauer (2002) y el Neustadt (2003).

El de las Letras es el sexto de los premios Princesa de Asturias que se falle en esta 37 edición de los galardones, tras los concedidos a William Kentridge (Artes), Les Luthiers (Comunicación y Humanidades), la Hispanic Society of America (Cooperación Internacional), la selección de rugby de Nueva Zelanda (Deportes) y a la pensadora británica Karen Armstrong (Ciencias Sociales).

El acto de entrega de los premios, dotados cada uno con 50.000 euros y la reproducción de una escultura diseñada por Joan Miró, se celebrará, como es tradicional, en octubre en el Teatro Campoamor de Oviedo, en una ceremonia presidida por los Reyes.


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