martes, junio 20, 2017

Textos / Margarita Salazar Mendoza: «Variaciones, una nueva categoría de análisis literario - resumen»

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De izq. a der.: Jorge Uzueta, Ricardo Vigueras Fernández, Margarita Salazar Mendoza, Andrew Roth Seneff y Elizabeth Corral, durante la defensa de la tesis en El Colegio de Michoacán. (Foto: Ricardo León García.)

C iudad Juárez, Chihuahua. 20 de junio de 2017. (RanchoNEWS).- La catedrática e investigadora juarense Margarita Salazar Mendoza obtuvo el grado de Doctora en Ciencias Sociales otorgado por El Colegio de Michoacán, A.C. con la defensa de la tesis «Variaciones, una nueva categoría de análisis literario», bajo la dirección del Dr. Herón Pérez Martínez.

El examen de grado se efectuó el viernes 26 de mayo en las instalaciones del Colegio, ubicado en Zamora, Michoacán de Ocampo, México; el jurado estuvo integrado por los doctores Andrew Roth Seneff, Elizabeth Corral, Ricardo Vigueras Fernández y Jorge Uzueta.

La doctora Salazar Mendoza pertenece al plantel de catedráticos e investigadores de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.

A continuación ofrecemos a nuestros lectores el texto del resumen de la tesis:

La obra literaria no implica necesariamente ni una improvisación ni un invento aislado en el terreno de la creatividad Hay temas universales que atañen a todos los hombres, como el amor y la muerte, y que son constantemente tratados en la literatura; pero también hay obras que han servido de base para la producción de una pléyade de textos. Basados en todo ello, algunos estudiosos llevan a cabo análisis que les permiten encontrar en las obras literarias rasgos en común, y que con una u otra intención les permiten clasificarlas en conjuntos; eso nos ayuda a entender el proceso creativo, así como la desenvoltura o dificultades en la recepción.

Existe un conjunto amplio de obras que se ocupan del mismo tema, la historia del cíclope Polifemo. Dichas obras corresponden a diferentes manifestaciones artísticas, el Canto IX de la Odisea, el «Idilio XI» de Teócrito, la traducción de Cristóbal de Castillejo, las fábulas sobre Polifemo y Galatea de Luis Carrillo y Sotomayor, Luis de Góngora y Lope de Vega, la de Juan del Valle y Caviedes, los eróticos poemas de Julián del Casal y Haroldo de Campos, incluso las pinturas de Annibale Carracci, Arnold Böcklin o la de Nicolas Poussin, la famosa escultura de Auguste Ottin y las óperas de Georg Friedrich Händel y Nicola Porpora, son sólo unos cuantos ejemplos. Todas ellas nos remiten a una misma historia. Todas son eslabones de la misma cadena, están inscritas en la misma tradición. Estas obras fueron creadas siguiendo el mismo mecanismo con el que se producen las variaciones musicales. Incluso ese género de obras es equiparable al conjunto que en la música se conoce como Variaciones.

Por supuesto, al tratarse del acto creativo, es preciso exponer aspectos que giran a su alrededor, tales como mímesis, influencia y tradición, así como revisar las relaciones entre dichas obras. Además, es imprescindible mostrar la evolución en los sistemas de creación, que tienen que ver con la ejemplaridad, la autoridad y la infracción de normas, lo que da por resultado la innovación y originalidad. Esto permite esbozar una senda de la labor artística –no exclusiva al arte, sino que se extiende así mismo, a la ciencia–. El proceso mental de los individuos no es tan desemejante y similares son sus procesos creativos. Además, el conocimiento –aún con aportaciones individuales– es acumulativo.

Por otra parte, este tipo de obras, producidas por variación, tiene un valor, que no depende del orden cronológico, es decir, no es más valiosa la más nueva; en realidad, su valoración estética depende tanto de su forma como de las aportaciones hechas por el autor. Dos aspectos relativos a este aspecto de la obra de arte, son aquellos planteados por Kant y Schopenhauer, lo bello y lo sublime. Y para juzgar sobre tales rasgos es inevitable remitirse a los cinco sentidos, dos de los cuales han estados en las discusiones de infinidad de autores sobre tal asunto: la vista y el oído.

Finalmente, los destinatarios de las variaciones, de alguna manera, forman un auditorio culto, toda vez que en muchos de los casos es necesario conocer la historia y sus tratamientos anteriores para estar en posibilidades de juzgar la obra ante la que se está. Lo anterior implica el debate sobre la función social del arte, que no ha dejado fuera ni la cuestión del placer intelectual ni la vieja concepción aristotélica de catarsis.

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