sábado, julio 29, 2017

Noticias / España: Un museo chino ofrece 13.000 euros por descifrar caracteres de hace 3.000 años

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Huesos oraculares de la dinastía Shang. (Foto: National Museum Of Chinese Writing)

Ciudad Juárez, Chihuahua. 26 de julio de 2017. (RanchoNEWS).– Eran mensajes arcaicos esculpidos en caparazones de tortuga o huesos de otros animales. Se han encontrado más de 200.000 muestras en toda China y datan de hace más de 3.000 años, de los últimos decenios de la dinastía Shang. Algunos de sus mensajes han podido ser revelados y aportan detalles sobre la vida, la sociedad y los árboles genealógicos de la realeza de aquel momento. Pero hay otros muchos textos que aún siguen siendo un misterio, reporta David Ruiz Marrull para La Vanguardia desde Barcelona.

Por eso el Museo Nacional de Escritura China de Anyang, en la provincia de Henan, la más poblada de China y situada a unos 500 kilómetros al sur de Pekín, ha decidido lanzar un reto mundial. Ofrece 100.000 yuanes (casi 13.000 euros) por descifrar un único carácter de los miles que no han podido ser revelados. Estas inscripciones, conocidas como huesos oraculares, son los primeros registros escritos de la civilización china.


Esculpidos por chamanes en conchas y huesos de buey, ovejas, caballos o ciervos, registraban detalles como los impuestos, la meteorología, un eclipse solar o incluso el paso de un cometa. Estos textos tenían alrededor de 5.000 caracteres diferentes, de los cuales 3.000 aún no han podido ser identificados por los expertos.

Por eso el museo de Anyang propone –desde octubre de 2016– dos tipos de premios para los atrevidos que decidan participar en su concurso: paga 100.000 yuanes por encontrar una explicación válida para cada símbolo no interpretado y, por otro lado, ofrece 50.000 para quienes aporten una teoría definitiva para los caracteres cuya interpretación se mantienen en disputa.

Los responsables chinos están animando a los investigadores a compartir la información a través de internet, a usar el big data e incluso los métodos más tradicionales para poder alcanzar avances significativos en la resolución de estos relatos, un trabajo que se ha estancado en los últimos años.

Liu Fenghua, especialista en huesos oraculares de la Universidad de Zhengzhou, cree que la mayoría de caracteres no descifrados son nombres de personas y lugares, según declaró a la agencia Chengdu. «Los textos tienen muchos años y muchos lugares han cambiado sus nombres, por eso es difícil verificarlos», apuntó.

Los huesos oraculares de la dinastía Shang fueron desenterrados desde hace siglos por granjeros de la provincia de Henan y muchos de ellos vendieron sus hallazgos en los mercados de medicina tradicional china. Aseguraban que eran huesos de dragón y que servían para tratar varias enfermedades. Los fragmentos de caparazón de tortuga, por ejemplo, se prescribían para combatir la malaria.

En la década de 1920, la Academia de las Ciencias china encontró muchos huesos oraculares excavando zonas cerca de Anyang, la capital de la dinastía Shang. Eran descubrimientos que databan de hace más de 3.000 años, del inicio de la Edad de Bronce en China y sus inscripciones tenían muchas similitudes con la escritura china moderna.


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