C iudad Juárez, Chihuahua. 11 de octubre de 2017. (JMV/RanchoNEWS).- En la segunda jornada del XIII FICH el Ballet Nacional de Hungría finalizo su presentación en el Teatro Víctor Hugo Rascón Banda con la adaptación de Carmina Buranda de Carl Orff.
Aunque esperábamos un espectáculo más de un medievo oscuro como la ultima estrofa de O fortuna «A esta hora / sin demora / toca las cuerdas vibrantes; / puesto que el Destino / derrota al más fuerte, / llorad todos conmigo! / »
Carmina Burana fue estrenada el 8 de junio de 1937 en la Opera de Frankfurt, cuando Hitler ya sumaba cuatro años en el poder. En rigor, Orff llevaba el mismo tiempo trabajando en la composición desde que descubriera el volumen que recopilaba varios poemas profanos de los siglos 11, 12 y 13. Escritos en latín y alemán antiguo, serían la estructura narrativa de Carmina Burana, nombre en latín que alude a la abadía benedictina de Baviera donde se hallaron los escritos.
Y nos encontramos con la historia formada por el coreógrafo de la compañía está situada en un lugar del campo de Hungría, donde viven personas jóvenes que después del trabajo se juntan, bailan, beben, juegan y se divierten.
En un día de esos, accidentalmente se cae del cielo un ángel y cambia todo, una historia dulce, alegre, apasionada, e influenciada en muchos aspectos por las ideas originales de los poemas de Carmina Burana, pero adaptada a las costumbres, tradiciones y cultura de Hungría.
De esta manera el Ballet Nacional de Hungría, con dos obras universales Carmen y Carmina Burana de una manera muy plástica nos acercan a su país.
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