sábado, noviembre 04, 2017

Literatura / Alejandro Morellón ganó el IV Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez

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El autor fue finalista del Premio Nadal con Y he aquí un caballo blanco. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 3 de octubre de 2017. (RanchoNEWS).- El autor español fue distinguido por El estado natural de las cosas, un volumen de siete cuentos teñidos por una generosa dosis de humor e ironía e inspirados por la realidad cotidiana: «Los relatos tienen violencia porque en nuestro entorno hay violencia», dijo. Escribe para Página/12 Silvina Friera.

«Siempre he disfrutado de la violencia de lo cotidiano: por ejemplo, la de un vaso que se rompe en la oscuridad. A veces me pregunto si este recuerdo es realmente mío. Revivo la escena con una alegría difícil de contener: el objeto que cae y se desintegra y se hace estrépito sordo y luego tumulto de voces en mitad de la noche. Mi madre le da al interruptor para que se iluminen los vidrios desperdigados. Su mano abierta en el aire, por encima de mí. El sonido de la bofetada que no se parece en nada al sonido del cristal contra el suelo y la sensación de comprender que todo forma parte de la ceremonia. La violencia que empieza en un vaso y termina con el dolor que una madre le impone a su hijo». Así empieza «Elogio del Huracán», el primer relato de El estado natural de las cosas (Caballo de Troya), de Alejandro Morellón, ganador del IV Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez. El escritor, nacido en Madrid en 1985 y criado y educado en Palma de Mallorca, es el primer español en obtener este reconocimiento que han recibido, en ediciones anteriores, Guillermo Martínez (Argentina), Magela Baudoin (Bolivia) y Luis Noriega (Colombia).

El jurado del premio, integrado por Vlady Kociancich (Argentina), Alberto Manguel (Argentina), Roberto Burgos Cantor (Colombia), Vicente Molina Foix (España) y Anne McLean (Canadá), destacó que «la metáfora que reside en sus argumentos fantásticos refleja con gran exactitud nuestras preocupaciones cotidianas». El jurado planteó que el libro premiado muestra «la tragedia de la pobreza cotidiana en nuestras sociedades que está contada en la tragicomedia de un hombre que decide vender su mano izquierda». El estado natural de las cosas competía contra Nuestro mundo muerto de Liliana Colanzi (Bolivia), Un cementerio perfecto de Federico Falco (Argentina), Chicos y chicas de Soledad Puértolas (España) y Días de whisky malo de Daniel Salinas Basave (México). Entre los personajes que protagonizan los siete cuentos del libro premiado hay una mujer que no para de reírse en medio de los disturbios sociales que arrasan la ciudad, aunque los vecinos la denuncien: «En este país es legal reírse». También hay un hombre que decide vender su mano izquierda por 15.000 euros y otro hombre que se «cae» del revés y se queda pegado al techo: «Pertenezco a lo vacío del techo y a nadie más. Soy el hombre de arriba y esto me ofrece, ahora me doy cuenta, la oportunidad de ser espectador de mi propia vida».

«La ficción no tiene por qué ir reñida con la realidad, creo que el imaginario de lo real pone límites al imaginario de lo fantástico, entonces y teniendo en cuenta esa premisa, es imposible disociar realidad y ficción porque la realidad es una cosa muy subjetiva. La ficción es especular con la realidad que cada uno vive», dijo el escritor español, autor de la novela Y he aquí un caballo blanco, con la que fue finalista del premio Nadal en 2015; y el libro de relatos La noche en que caemos (Premio Fundación Monteleón). Como si fuera una extensión de sí mismo, Morellón le añade a sus cuentos excepcionales dosis de humor e ironía. «Yo soy chistoso de nacimiento», admitió el ganador del Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez, un nervioso confeso que explicó que la violencia cotidiana le sirvió como inspiración en la escritura de los relatos y subrayó que «a nuestro pesar, todos vivimos rodeados de violencia». «Es algo que la persona vive y el escritor no puede desligarse de esa sensación. Los relatos tienen violencia porque en nuestro entorno hay violencia», agregó Morellón, un escritor que se identifica con las novelas gráficas de Jason o de Jim Woodring, las películas de Roy Andersson o de Yorgos Lantimos, los relatos de Georges Saunders, Dino Buzzati, Bruno Schulz, Antoine Volodine, Armonía Somers y Yasutaka Tsutsui, entre otros autores. El escritor español, que trabaja como librero, está escribiendo El gesto animal, una novela en la que los niños varones comienzan a nacer todos idiotas y con un solo brazo. Morellón, que se mueve como pez en el agua de la narración, anunció acaso una de las pocas certezas que tiene como escritor: «El cuento me va a acompañar de por vida, me siento muy identificado y me representa».


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