domingo, febrero 04, 2018

Música / «Autotune»: así suena el siglo XXI

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Rihanna, durante su actuación en la última gala de los Grammy el pasado 28 de enero.  (Foto: Kevin Mazur)

C iudad Juárez, Chihuahua. 2 de febrero de 2018. (RanchoNEWS).- El 12 de julio de 1979, estaban citados en el estadio Comiskey Park de Chicago tanto los fans del equipo de béisbol local, los White Sox, que se iban a enfrentar a los Detroit Tigers, como todos aquellos que odiaban la música disco. Una campaña de una radio local había convocado a los verdaderos devotos del rock más auténtico. La idea era que trajeran un vinilo de algún artista de música disco que odiaran especialmente. Todos esos plásticos serían destruidos en un aquelarre festivo y reivindicativo que lograba jugar en dos ligas a la vez: la de lo lúdico y la del etnicismo. Se esperaba que acudieran unas 25.000 personas, unas 5.000 más de las que atendían regularmente los partidos de los White Sox aquella temporada, que no estaba resultando especialmente fructífera —este equipo no ganó unas series mundiales entre 1917 y 2005—, pero al final fueron casi 50.000 los que se citaron en el estadio. La cosa acabó en caos. Al día siguiente, los promotores del evento consideraron el destrozo un éxito. Nile Rodgers o Gloria Gaynor, epígonos de la música disco, lo calificaron de vergüenza. La década de los ochenta dio la razón a los últimos.

Justo 30 años después de ese trágico episodio en la historia del rock, este diario publicaba en su sección de Cultura un artículo sobre la popularización entre las nuevas generaciones del pop y del hip-hop de un programa llamado autotune. Hasta entonces, este había sido casi en exclusiva utilizado para corregir defectos de afinación y su razón de ser radicaba en resultar casi indetectable al oído del humano medio. Pero a finales de la pasada década se había convertido en un instrumento más. Era la época del 808s Heartbreak, de Kanye West, ese disco de lamento grabado casi por completo con este programa modificando la voz del rapero de Chicago. Se recordaba constantemente que el One More Time, de Daft Punk, y el Believe, de Cher, fueron los dos singles pioneros en el uso del autotune como un efecto retórico e intrusivo, no corrector e invisible. De hecho, cuando a Cher le colocaron el efecto en el estudio y la canción fue presentada a la plana mayor de su sello, se exigió que se eliminara. Ella se plantó y dijo que sobre su cadáver iban a cargarse aquello tan simpático. Ganó Cher.

La nota la escribe Xavi Sancho para El País.



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