domingo, enero 13, 2019

Cine / «El vicio del poder» de Adam McKay

.
Dick Cheney (Christian Bale). (Foto: Matt Kennedy)

C iudad Juárez, Chihuahua. 11 de enero de 2019. (RanchoNEWS).- En uno de los momentos más reveladores de El vicio del poder, película dirigida por Adam McKay sobre el poderoso vicepresidente de Georg W. Bush, Dick Cheney, el protagonista le pregunta al futuro secretario de Defensa, el célebre Donald Rumsfeld, por cuáles son «sus valores» como políticos conservadores. Una pregunta que deja atónito al mentor y le hace proferir una sonora carcajada. Aunque a Cheney lo interpreta Christian Bale y a Rumsfeld Steve Carell, el momento casi parece grabado por una cámara oculta de los años 70, cuando corrían los tiempos de Nixon y la Casa Blanca ya era más negra que blanca. Como su propio título indica, en la película el ejercicio del poder se legitima única y exclusivamente sobre sí mismo y ahí encuentra también toda su inagotable seducción.

El vicio del poder se construye sobre varias paradojas. Una, que el destino de la humanidad sea decidido por unos hombres despiadados y más bien ignorantes que, como el Chaplin de El gran dictador, juegan con el globo terráqueo como quien juega a las cartas sin ser conscientes o padecer ningún remordimiento por las consecuencias de sus acciones. Retrato en clave irónica y despiadada de las miserias de Washington, estamos ante una película que pone el énfasis en el poder imperial de América y también sobre lo catastrófico que al final resulta que unos señores criados en Wyoming acaben lanzando bombas sobre un país del que lo desconocen todo con más que oscuras intenciones. Hablamos de Irak, claro, ese desdichado país que la administración de Bush invadió con catastróficos resultados.

La reseña es de Juan Sardá para El Cultural



REGRESAR A LA REVISTA



Servicio de Suscripción
* requerido
* Email Marketing by VerticalResponse