miércoles, octubre 23, 2019

Noticias / Ciudad Juárez: Francisco Ochoa impartió la conferencia «Desarrollo urbano de Ciudad Juárez»

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Jaime Moreno Valenzuela
Francisco Ochoa Rodríguez . (Foto: Jaime Moreno Valenzuela)

C iudad Juárez, Chihuahua. 23 de octubre de 2019. (RanchoNEWS).- El segundo día de actividades de las Quintas Jornadas Culturales de la Revolución  en el Norte de México inició con la conferencia del Mtro Francisco Ochoa Rodríguez «Desarrollo urbano de Ciudad Juárez y el papel de la Aduana en el contexto fronterizo. Antecedentes de la frontera en el contexto nacional y binacional», en el auditorio del MUREF. 

En una brillante exposición del desarrollo urbano el Mtro Ochoa nos llevó a recorrer desde el mapa del presidio del Pilar de J. Urrutia donde vemos claramente el desarrollo de Villa Paso del Norte basado por las acequias las cuales marcaban los asentamientos.  

Queda definido desde entonces a base de adobe el primer trazo arquitectónico de la ciudad con la misión, el presidio  y la casona, esto ubicandonos en 1776. En este recorrido del desarrollo de la arquitectura de la zona y su reflejo en la misma por las circunstancias históricas que va viviendo la Villa Paso del Norte convirtiéndose posteriormente en Ciudad Juárez.

Esta zona estratégica en donde confluía el tramo de Camino Real Chihuahua Santa Fe con el cruce de Overland que comunicaba el Golfo de México con las Californias. Zebulon Pike paso con su famosa expedición por lo atractivo de la zona por la situación geográfica de Villa Paso del Note que se incorpora a Chihuahua en 1824 y deja ser de Nuevo México.

Las casas de adobe se mantenían como prototipo de construcción por la constante amenaza apache y la Villa se mantenía concentrada alrededor salvo las granjas que daban hacia el valle como el Rancho Ponce que estaba arriba del Río y se convierte en algo así como el suburbio norteamericano conforme el tiempo y quedando del lado texano después de 1847 al perder México la mitad de su territorio y con el movimiento del cauce del río.

La Villa Paso del Norte después de la guerra de 1847 deja de ser un emporio de la agricultura y aparece el primer edificio federal que se ubica frente a la misión, la Aduana. Las imágenes que se conocen no ayudan  a definir su ubicación exacta, pero Villa Paso del Norte sigue luciendo prácticamente igual.

Aun con la presencia de Benito Juárez y la presidencia del país la ciudad no tiene cambios sustantivos en su arquitectura y es hasta la derrota de lo apaches cuando podemos apreciar cambios en las casas de adobe, se abren ventanas y se le da importancia a las puertas.

Para ese entonces se empiezan a sentir dos influencias arquitectónicas la Barroca que proviene de Chihuahua y la Neo Clásica de Estados Unidos impulsada por el presidente Jefferson.

Empieza aparecer el ladrillo pero en los petriles de las casas y  las casas se enjarran con cemento teniendo una transformación de las fachadas algunas hasta llegan a dar la apariencia de estar construidas con piedras, la cercanía con ahora El Paso Texas siempre impulso a esta ciudad a buscar la modernidad.

Pero un elemento urbano y si muy moderno empezó a dimensionar esos cambios y ese fue el ferrocarril urbano, hablamos de 1882 dos años antes de que llegará el ferrocarril a la ciudad y cambiará definitivamente la Villa Paso del Norte, tanto en su trazo urbano como en su arquitectura.

El ferrocarril urbano tenía su ruta por la mariscal hasta ahora 16 de septiembre para regresar por la que hoy conocemos coloquialmente como ferrocarril. Es interesante ver esas calles sin pavimentar con las vías de ese ferrocarril.

Conocimos como con la llegada del ferrocarril,  la influencia norteamericana, el ladrillo que de ornato llego a ser parte de la identidad arquitectónica de la ciudad y esta se define junto con la edificación de la Aduana este edifico que ahora alberga el MUREF, una joya de la corona de la independencia de México ya que a través de los impuestos el gobierno recién liberado logra consolidarse.

El Mtro Ochoa termina su exposición precisamente en la remodelación del ahora MUREF hace 110 años para celebrar la entrevista Díaz-Taft, fecha clave y premonitoria de una nueva era de México y significativa para la ciudad ya que estaba a dos años de ser casi derruida por la batalla de la toma de Juárez que le daría otro giro en su identidad arquitectónica a la ciudad en los años de su reconstrucción.     


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