sábado, marzo 14, 2020

Textos / «El regreso del sello minotauro» por Ramiro Sanchiz

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Sello Minotuaro. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 13 de marzo de 2020. (RanchoNEWS).- La reciente decisión de Editorial Planeta de relanzar el sello Minotauro es un buen pretexto para recorrer la historia de esa colección que fue punta de lanza en más de un sentido. Hacerlo equivale a conocer buena parte de la historia de la fantasía y la ciencia ficción, ya que si figuras señeras de esos géneros —como Ray Bradbury, William Gibson, J. G. Ballard y J. R. R. Tolkien—, no fueron introducidas en ámbitos de lengua castellana por esa editorial, sin duda sí recibieron la difusión extensiva y rigurosa que las inscribió como indispensables en Hispanoamérica.

Ediciones Minotauro fue fundada en 1955 por Francisco Paco Porrúa (1922-2014), quien además se desempeñó a partir de 1958 como asesor de Editorial Sudamericana, donde propició la publicación de Cien años de soledad y Rayuela. El primer libro publicado bajo el sello Minotauro fue Crónicas marcianas, de Ray Bradbury, un autor entonces desconocido en castellano. El estadunidense llevaba publicando cuentos en revistas pulp desde 1938 y había visto su primer libro salir de imprenta apenas cinco años atrás, precisamente ese mismo que Porrúa elegiría para dar comienzo a su editorial y al que añadiría un prólogo de Jorge Luis Borges. Los libros que siguieron fueron Más que humano, de Theodore Sturgeon y Mercaderes del espacio, de Frederick Pohl y Cyril Kornbluth. Para cerrar el primer año de vida se publicó otro firmado por Bradbury: la colección de cuentos El hombre ilustrado. En los años siguientes fueron incorporados al catálogo autores como Arthur C. Clarke, Alfred Bester, John Wyndham, H. P. Lovecraft y Clifford Simak. Bradbury se convirtió pronto en el escritor estrella de la editorial, con Fahrenheit 451 (1958), El vino del estío (1960) y Las doradas manzanas del sol (1962), por nombrar apenas los primeros.

El texto de Ramiro Sanchiz es publicado por el suplemento El Cultural de La Razón

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