lunes, marzo 02, 2020

Textos / «Escritoras y escrituras del siglo XXI» por Gisela Kozak Rovero

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Karina Sainz Borgo (1982). (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 28 de febrero de 2020. (RanchoNEWS).- En el presente ensayo abordaré brevemente a algunas escritoras hispanoamericanas vinculadas entre sí a través del interés por la opresión y la dominación como alimento de sus ficciones; del desencanto respecto a lo real que las afilia con la tradición de la literatura como el discurso radical de la inconformidad; del renovado interés por el cuento, excelente noticia en un mercado dominado por la novela. Muy importante, en sus textos se nota un imaginario internacionalizado que se alimenta de distopías, resonancias de apocalipsis y ruptura con el relato heroico de la mujer que se encuentra a sí misma en la realidad de la discriminación, tan presente en las grandes escritoras de los últimos dos siglos. He escogido en esta oportunidad novelas y libros de cuentos con una carga de violencia extrema como hilo conductor, de autoras como María Fernanda Ampuero, Gabriela Cabezón Cámara, Liliana Colanzi, Mariana Enríquez, Ariana Harwicz, Rita Indiana, Fernanda Melchor, Mónica Ojeda y Karina Sainz Borgo.

ANTES DE IR al grano, no sobra recordar que la preeminencia actual de las mujeres hispanoamericanas en el circuito editorial transnacional y de premios importantes en lengua española es la consecuencia de un largo camino de escritoras que confiaron, como confían todas las antes mencionadas, en su capacidad de leer y reinventar los lenguajes que respiran en la circulación cultural internacional. No hay que menospreciar en la variedad, calidad y presencia de estas escritoras que publican en el siglo XXI, el peso del genio de sus antecesoras en diversas lenguas, desde Mary Shelley, Jane Austen, Emilia Pardo Bazán y las hermanas Brontë hasta María Luisa Bombal, Margaret Atwood, Doris Lessing, Úrsula K. Le Guin, Patricia Highsmith, Toni Morrison, Clarice Lispector, Natalia Ginzburg, Elsa Morante, Marguerite Yourcenar, Marguerite Duras, Simone de Beauvoir, Rosario Castellanos, Elena Poniatowska, Teresa de la Parra, Nellie Campobello, Margo Glantz, Carmen Boullosa, Luisa Valenzuela, Liliana Hecker, Elena Poniatowska, Gioconda Belli, Nadine Gordimer, Armonía Somers, Piedad Bonnet, Ana Teresa Torres, Victoria de Stefano, Nuria Amat, Almudena Grandes. No se trata de lecturas e influencias posibles sobre las autoras que son tema de estas líneas, que puede sin duda haberlas, sino de la construcción de un camino amplísimo para la superación de los obstáculos críticos y editoriales. Detrás de las autoras que definen el siglo XXI destellan también, por supuesto, las que no pudieron escribir con su nombre y firmaron con seudónimo masculino, entre ellas Charlotte Brontë, quien publicó Jane Eyre bajo el seudónimo de Currer Bell, al igual que su hermana Emily, quien publicó la increíble Cumbres borrascosas como Ellis Bell.

El texto de Gisela Kozak Rovero es publicado por el suplemento El Cultural de La Razón

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