martes, enero 31, 2023

Literatura / Colette y los deseos prohibidos: 150 años de la mujer que revolucionó la literatura europea

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La escritora en una foto de la época. (Foto: RanchoNEWS)

C iudad Juárez, Chihuahua. 28 de enero de 2023. (RanchoNEWS).- Cuando se cumplen ciento cincuenta años de su nacimiento, los mil rostros de Colette siguen generando ensayos psicológicos y análisis literarios feministas. Sus heroínas, incluida su alter ego Claudine, no eran del todo Colette, o quizá es que una Colette excesiva dio lugar a Claudine. Las máscaras disfrazaban lo autobiográfico, y su predisposición a lo sensual quedaba aumentada por su deseo de seducir. Como autora, estableció una disimulada distancia con la experiencia. En su baile de máscaras, Colette siempre cuenta más o cuenta menos, escribe Lourdes Ventura El Cultural.

Su verdadero nombre era Sidonie-Gabrielle Colette (Saint-Sauveur-en Puisaye, 1873-París, 1954), y era la cuarta hija de Sidonie Landoy, una mujer culta y liberal casada en segundas nupcias con el excapitán de los suavos Jules-Joseph Colette. Su madre la consideraba «una joya de oro», y recibió una sólida educación laica. Tal vez por eso, los disfraces que llevó a lo largo de su tumultuosa vida, ocultaban el genio de una escritora que creó, en medio de una obra copiosa y multiforme, textos de penetrante sutileza, hoy obras clásicas de la literatura francesa.

Colette fue, sucesivamente, la adolescente indómita de la Borgoña; la seducida parisina en brazos de su primer y corrupto esposo, Henry Gauthier-Villars, el célebre Willy, que explotó su talento de escritora; la libertina de los amores sáficos; la mujer vestida de hombre, cuando el travestismo público estaba prohibido; la audaz artista del music-hall que se desnudaba en escena; la periodista sagaz; la irónica crítica teatral; la traicionada y la traicionera; la amante de su hijastro; la propietaria de un salón de belleza; la amiga de aristócratas e intelectuales; la madre distraída; la dueña de una pantera; la gran dama del final, varada por la artritis en sus aposentos, frente al Palais-Royal.