martes, febrero 07, 2023

Ciencia y Salud / España: Así fueron los diez primeros segundos en los que el universo empezó a hacer tictac

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Parte del cúmulo abierto NGC 6530 captado por el Telescopio Espacial Hubble de la NASA/ESA (Foto: NASA)

C iudad Juárez, Chihuahua. 4 de febrero de 2023. (RanchoNEWS).- «Antes del Big Bang el tiempo no existía, por tanto no existe el 'antes' del Big Bang. Tampoco existía el espacio. 'Antes' del Big Bang no había espacio ni tiempo para que sucediera nada». Lo afirma David Baker en las primeras páginas de Breve historia del mundo (Antonio Bosch Editor), un apasionante relato sobre cómo se creó el universo, la Tierra y la vida que la habita, incluido el ser humano, escribe Javier López Rejas en El Cultural.

Pocas narraciones literarias producirían una emoción semejante: «Hace 13,8 mil millones de años apareció una minúscula mota blanca y caliente». Ni el mejor cuento crearía tanta expectación. Y continúa: «Era tan pequeña que, al principio, no se habría podido ver a simple vista ni de ninguna otra manera salvo, en caso de haber existido, con los microscopios más potentes». Añade Baker que ese era el aspecto del continuo espacio-tiempo y de la energía calentísima y concentradísima en su seno: «Fuera de ahí no había nada. Dentro estaban todos los ingredientes del universo entero. Desde entonces, lo único que han hecho ha sido cambiar de forma, como si el universo fuera una bola de arcilla que hubiera sido modelada y remodelada en un sinfín de formas a lo largo de miles de millones de años».

Una diminuta fracción de segundo. El trocito de tiempo más breve que cabría medir. Continúa Baker su reconstrucción con vertiginoso pulso narrativo: «Una fracción más pequeña sería físicamente irrelevante, pues en el universo nada puede moverse lo bastante rápido como para poner de manifiesto que se ha producido siquiera el mínimo cambio en una cantidad de tiempo menor». Y sentencia: «Es como el primer fotograma de una película». Al cabo de unos segundos, nos relata el historiador de la ciencia, el universo medía más o menos un metro. «El trabajo de base había terminado. Se le dio cuerda al reloj, se puso en marcha su maquinaria y empezó a hacer tictac. En la primera fracción de segundo, nuestro destino ya quedó grabado en la propia estructura del cosmos. Y el resto, como se suele decir, es historia».