lunes, abril 24, 2023

Textos / Álvaro Valverde: «La poesía de Rafael Cadenas, estremecedora, valiente, intempestiva»

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El poeta en su juventud (Foto: RanchoNEWS)

C iudad Juárez, Chihuahua. 24 de abril de 2023. (RanchoNEWS).- A un poeta que ha cumplido noventa y tres años, autor de una obra ya cumplida por la que se le reconoce con el Cervantes, sólo se le puede pedir lo que Rafael Cadenas ofrece a sus lectores en sus libros (entre ellos, Obra entera, Sobre abierto, En torno a Basho y otros asuntos y Contestaciones): honestidad y coherencia. En persona, y en obra. Sí, porque vida y escritura son en el venezolano inseparables. «La poesía viene de mi timidez», confiesa. No en vano, el jurado «reconoce la transcendencia de un creador que ha hecho de la poesía un motivo de su propia existencia», escribe Álvaro Valverde en El Cultural.

Lo suyo ha sido escrivivir (escriviure, diría el menorquín Pons). En busca de la verdad. Su humanística, ética intención quedó reflejada para siempre en «Ars poética» (Intemperie, 1977): «Que cada palabra lleve lo que dice/ Que sea como el temblor que la sostiene/ Que se mantenga como un latido/ No he de proferir adornada falsedad ni poner tinta dudosa ni añadir brillos a lo que no es/ Eso me obliga a oírme. Pero estamos aquí para decir verdad/ Seamos reales/ Quiero exactitudes aterradoras/ Tiemblo cuando creo que me falsifico. Debo llevar en peso mis palabras. Me poseen tanto como yo a ellas/ Si no veo bien, dime tú, tú que me conoces, mi mentira, señálame la impostura, restriégame la estafa/ Te lo agradeceré, en serio. Enloquezco por corresponderme/ Sé mi ojo, espérame en la noche y divísame, escrútame, sacúdeme».

Ahí está todo. La lucidez ha sido fiel aliada de su manera de decir y, como cabe presuponer en un poeta moderno, la reflexión sobre lo escrito una constante, ya sea en forma de versos, de ensayos (sobre la mística de san Juan de la Cruz, por ejemplo) o de aforismos («No somos la fuente de nuestro vivir, pero por nosotros pasan las aguas»). Cierra el círculo de su capacidad y arrojo para «designar lo indesignable» («Lo inefable no me quiere») su significativa tarea como traductor: Walt Whitman, Robert Graves, Fernando Pessoa…