martes, mayo 09, 2023

Noticias / España: El escritor italiano Antonio Scurati lanza «Los últimos días de Europa», la tercera entrega de la saga sobre el periplo íntimo y político de Mussolini, un fenómeno masivo

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Antonio Scurati. (Foto: Mondadori)

C iudad Juárez, Chihuahua. 9 de mayo de 2023. (RanchoNEWS).- Dice Antonio Scurati (Nápoles, 1969) que los italianos no habían ajustado todavía cuentas con el fascismo y con su líder máximo. «Cosa que sí han hecho los alemanes con Hitler y el nazismo», añade a El Cultural en la sede madrileña de la editorial Alfaguara. La sensación de tarea pendiente que inquietaba a este profesor universitario fue la que le empujó a remangarse con una saga que empezó a escribir en 2015 y que ahora, con la publicación de Los últimos días de Europa, alcanza su tercera entrega. El primer volumen, M., el hijo del siglo, detalladísima reconstrucción de la gestación del fascismo y de su imposición contra pronóstico en todo el país transalpino, fue un fenómeno comercial tremendo, escribe Alberto Ojeda.

Desde luego, el esfuerzo documental ciclópeo realizado para escribir este periplo de la extrema derecha itálica, molde original que inspiró a facciosos alemanes y españoles, ha tenido una recompensa comercial notable. Pero a Scurati esta aventura no le ha salido sido gratis. Le ha puesto en medio del ojo del huracán en una Italia que vive dinámicas sociales y políticas que -mutatis mutandis- incorporan características en las que reverbera un pasado de intolerancia y violencia. Después de una discusión con el director del diario de derechas Libero, en un plató televisivo, Scurati se desayunó la portada de este rotativo con su foto y titular: «L’uomo di M.». Jugaban al doble sentido. Scurati no tiene duda de que lo que había detrás de esa M', utilizada asimismo en el título de su libro, se insinuaba una expresión muy italiana: «Un hombre de mierda».

«No toleran la discrepancia. La consecuencia de esto es que un día, mi hija, al salir para el colegio un día se encontró una pintada en el muro de casa: ‘Scurati merda’. E incluso alguien entró en el atrio del edificio e introdujo una bolsa dirigida a mí llena de excrementos. Por todo ello, el comisario de Milán me preguntó si quería escolta. Así estamos en Italia», explica con el gesto contrariado.