jueves, julio 18, 2024

Obituario / Rosa Regàs, escritora española

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La escritora en su juventud. (Foto: RanchoNEWS)

C iudad Juárez, Chihuahua. 17 de julio de 2024. (RanchoNEWS).- Rosa Regàs tenía 37 menciones en el índice onomástico de Aquellos años del Boom, el minucioso relato de Xavi Ayén de la revolución de la novela latinoamericana en la segunda mitad del siglo XX (RBA). En su primera aparición en el libro, Regàs era una empleada en la editorial de Carlos Barral en ese momento clave en la historia de la literatura, en el que el editor rechazó publicar un manuscrito titulado Cien años de soledad. El relato de Regàs de aquella calamidad era gracioso: al parecer, el texto de Gabriel García Márquez pasó tres meses por la editorial sin que nadie tuviera tiempo de leerlo y considerarlo, como ocurrió con otros muchos manuscritos. El equipo de Barral estaba desbordado en esa época. Cuando el editor supo de la joya que se le había escapado, hizo correr el rumor de que no había sido una cuestión de desidia sino un rechazo consciente y argumentable. Y aunque la anécdota cuente más de Barral que de Regàs, sirve para entender el mundo en el que se formó la escritora: excéntrico de una manera muy barcelonesa, burlón, estetizante, elitista y teatral. Regàs murió ayer a los 90 años como la penúltima protagonista de una época legendaria, escribe Luis Alemany en El Mundo .

Durante la primera parte de su vida, Regàs fue alguien que estaba allí, y no una escritora que se expresara a través de su obra. Había nacido en Barcelona en los años de la República, pero se exilió tras la guerra en París, lejos de sus padres, que acabaron en los Países Bajos. Cuando regresó a España, su educación corrió a cargo de su abuelo, un hombre de orden de la parte alta de Barcelona. Estudió Filosofía y Letras en la generación de las primeras protestas estudiantiles contra el Franquismo y empezó su carrera como editora en los años 60.

Su figura era carismática a simple vista: Jaime Gil de Biedma, por ejemplo, la convirtió en su discípula literaria en el consejo de sabios de Seix Barral, y los escritores latinoamericanos que llegaban a España la buscaban fascinados por su personalidad desafiante y atractiva. Cuando aquel ambiente de ebullición cultural cuajó en un modo de vida más libre, Regàs ya estaba en el centro de todo: era jurado de los premios y miembro de los consejos editoriales de las revistas de la discoteca Bocaccio, era protagonista en todas las fiestas y en todas las protestas políticas... A veces, con ingenuidad. Cuando el encierro del Monasterio de Montserrat, Regàs se empeñó en llevar una lista de los asistentes. Óscar Tusquets se enfadó mucho con ella por aquella ligereza.