viernes, octubre 29, 2004

29 de octubre de 2004/ El Universal


Lo que vi en Oaxaca y lo que no



Me encanta Oaxaca. Es tan vital que siempre hay mil cosas nuevas. En esta ocasión fui a la presentación de cuatro libros de la Colección Instituto de la Mujer Oaxaqueña Ediciones. Uno de ellos, Las mujeres que no se fueron, es un ensayo fotográfico de Juan Carlos Reyes García que documenta a las alfareras de San Marcos Tlapazola. El texto es mío. Esta es una de tantas comunidades en los que los hombres han emigrado. Pero ahí las mujeres se organizaron y formaron la Unión de Productoras Alfareras. Su trabajo es espléndido; los cambios sociales, profundos.
La presentación estuvo interesante, de entrada porque el IMO está dejando un arsenal de información en libros como Apre(h)ender género. Modelo de especialización del sector público, de Alejandro Escudero Nahón.

En la mesa participamos, entre otros, Luis Armando Serrano (autor de La perspectiva de género en Oaxaca), Estela Serret (del consejo editorial del IMO), Norma Reyes Terán (cuya labor al frente del IMO ha sido inteligente y aguerrida como se ve en el libro Tres años de Políticas Públicas sensibles al género. Informe institucional, y yo. También estuvo el gobernador José Murat, quien se explayó sobre las bondades de su mandato y refutó a quienes lo critican por el nuevo Museo de los Pintores Oaxaqueños.

De volada fui a visitarlo. Siempre festejo el nacimiento de un museo, especialmente si nos acerca a artistas como Rodolfo Morales. Pero cuando son proyectos de fin de sexenio me pongo a temblar, y más si la misma comunidad artística local, máxime una tan comprometida como la oaxaqueña, los rechaza. Basta leer lo que escribió en estas páginas el 5 de octubre Fernando Gálvez de Aguinaga. Por lo pronto, el museo, aunque a medio terminar, ahí está. A ver qué rumbo toma.

Entre lo que no vi en Oaxaca está la exposición Suma Gráfica en el IAGO, que acababa de cerrar. Moría de ganas de verla porque, aunque parezca increíble, este material del Grupo Suma pasa a ser parte del acervo del IAGO, siendo el primer museo con obra de los colectivos setenteros en su colección. Yo se los agradezco porque con ello se empieza a subsanar un terrible huecote en la historia del arte mexicano. Espero que sigan con otros grupos como Mira o el No-Grupo y que más museos sigan su ejemplo.

Como el MACO también estaba entre exposiciones, busqué la Galería de Arte Alterno (García Vigil 152). Me habían platicado que había una muestra de Ana Quiroz, cuya obra me interesa porque sus objetos son cortantes no sólo por el vidrio que usa en muchos de ellos, sino porque los contrastes de sus materiales generan sensaciones e ideas.

Me encantó esta nueva galería del autor de Víctor Hugo y Fernanda Melo. Son dos cuartos de techos altos. El piso está lleno de piedritas. Este espacio muestra arte contemporáneo de artistas reconocidos y noveles, incluyendo muchas mujeres artistas. Para diciembre está programada una exposición de Emilia Sandoval, Ana Quiroz, Yolanda Gutiérrez y Silvia Gutiérrez sobre el sida. También están interesados en arte de corte sociológico. El mismo Víctor Hugo y Brett Cook-Disney ya trabajan un proyecto con la comunidad negra en Oaxaca. Será interesante ver los resultados.

Por último, un proyecto que sólo vi en fotos pero me encantó es una instalación de Efraín Velasco de hace un par de meses. Se llamó El segundo capítulo y eran las 8 mil 917 letras del capítulo 2 de Rayuela, de Julio Cortázar, impresas sobre las piedritas del piso de la galería agrupadas cerca de siete pedruscos grandes con las letras del título de la pieza.

Artista visual.


Monica Mayer