Invitación a la presentación del libro (Foto: Archivo)
M éxico, 13 de Noviembre 2006.(Merry MacMasters/ La Jornada).- El investigador y crítico de danza Alberto Dallal se congratuló de su "suerte" de haber llegado a los 70 años "alimentando y conservando la capacidad de asistir a una función o acto de danza y sentir la necesidad de escribir el texto respectivo".
Al presentar el jueves pasado su más reciente libro, Estudios sobre el arte coreográfico (UNAM), el miembro del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) explicó que "hace poco asistí a un programa que ofrecía el joven coreógrafo Diego Vázquez y sus compañeros y me sentí tan interesado en el análisis de sus ofrecimientos como si hubiera sido un programa de Pina Bausch o de Guillermina Bravo".
Y es que "jamás me equivoqué en lo que descubrí hace más de 45 años: México es un país de danzantes. Llevamos siglos bailando los mexicanos y veo que nuestras danzas (todas: indígenas, populares, folclóricas, contemporáneas, etcétera) han tenido gran impacto en nuestra cultura: forman parte integral de ella, le dan una identidad y la hacen de alta calidad en todos los sentidos".
Calificó también de "suerte haber descubierto que para un escritor la danza era el más formidable desafío: había que registrar, mediante el lenguaje discursivo, el fenómeno creativo, artístico, más efímero, inasible y complejo de las manifestaciones artísticas. El más antiguo también".
Luego está su suerte de pertenecer a dos mundos que, "si analizamos con cuidado, sobre todo a la luz de acontecimientos actuales, son dos entidades, dos ámbitos que jamás le han fallado a México: su arte y sus artistas, por una parte, y su universidad pública y nacional, por la otra.
"En este momento, podemos dudar de muchas otras entidades mexicanas, de muchos personajes e instituciones, pero creo que nada podemos reprocharle a los protagonistas de estos dos grandes fenómenos de México."
Al moderar la mesa, Gerardo Estrada, coordinador de Difusión Cultural, expresó que Dallal es de los testigos más relevantes que han habido en nuestro país de la historia de la danza. Coincidió el escritor Andrés de Luna, al afirmar que Dallal, sin lugar a dudas, es el mayor investigador mexicano en el terreno de la danza. Dallal escribió un texto que "desde ahora es ya un clásico en su especialidad".
María Teresa Uriarte, directora del IIE, anotó que la vocación periodística del autor le permite la descripción vital del acontecimiento dancístico. Como cronista y periodista, Dallal "recrea" la danza concreta a la que hace referencia: "habla de sus espacios escénicos como si estuviera él allí, como si estuviéramos nosotros allí".
El bailarín y coreógrafo Miguel Mancillas preguntó a quién se dirige Dallal con el presente texto. Contestó que a la gente en general "la danza contemporánea les importa tan poco como lo que proponga la izquierda política en nuestro país y, para el caso, de cualquier país".
Y, cuestiona, qué tanto todos estos principios creativos que Dallal disecciona con la pericia del investigador que encuentra en el objeto de análisis una razón de vida "van a seguir vigentes o serán transformados".
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