miércoles, abril 04, 2007

Arqueología / México: Comienzan a develar secretos de Cacaxtla

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Vista sobre el Gran Basamento de Cacaxtla. (Foto: Archivo)

M éxico, 3 de Abril 2007. (Notimex).- Arqueólogos mexicanos analizan los restos químicos almacenados en el suelo de la zona arqueológica de Cacaxtla, Tlaxcala, para determinar el uso que pudo haber tenido el sitio prehispánico, desarrollado entre el año 600 y 900 de esta era.

En entrevista, la arqueóloga Beatriz Palavicini, del Centro INAH Tlaxcala, explicó que debido a la ausencia de los primeros registros arqueológicos realizados cuando fue descubierta la zona (alrededor de 1975), se empezaron a practicar "técnicas alternativas" con las que se busca revelar los misterios del lugar.

La especialista señaló que a partir del análisis químico de los pisos de estuco, que realizan en colaboración con los Laboratorios de Prospección Arqueológica del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, que dirige Luis Barba a partir de 2005, han empezado a obtener los primeros datos.

Hasta el momento, dijo, se ha demostrado que el área conocida como El Palacio, ubicado justo enfrente de donde se localiza el mural La Batalla, no era de uso habitacional como se creía, sino que se trata de un lugar que empleado para trabajar.

"Lo que pretendemos -añadió- es identificar qué se hacía en cada una de estas áreas", en las que los especialistas toman muestras de alrededor de 100 gramos de tierra de los pisos con las que se hace un análisis detallado a partir de estándares que descubren las sustancias manipuladas en cada área de donde son las muestras.

En el caso del Palacio, explicó, se han localizado restos de material perecedero, como grasas animales, albúmina, restos de polen y carbohidratos que demuestran que no se trata "de áreas habitacionales, sino de trabajo, en las que no vivía la gente sino que se utilizaban como lugares para realizar ofrendas en las que se manipulaban plantas y animales".

El resultado es una especie de mapa que va mostrando las concentraciones de todos los indicadores químicos que fueron utilizados, y este año se pretende ampliar la superficie de muestreo hacia la zona sur y poniente de la zona arqueológica que comprende alrededor de 11 mil metros cuadrados.

Con estos trabajos, añadió la especialista, se pretende recuperar además la ausencia de los primeros registros que se hicieron en el lugar, cuando fue descubierto pues, dijo, "estas áreas fueron excavadas a raíz del descubrimiento de Cacaxtla pero lo que no tenemos es el resultado de los materiales que recuperaron".

"Uno de los problemas de Cacaxtla es la falta de los informes sobre todos los trabajos que aquí se hicieron" a partir de su descubrimiento", refirió.

La zona arqueológica de Cacaxtla se caracteriza por su peculiar forma constructiva a base de adobe y porque sus pobladores la adornaron con bellos murales que aún se conservan, gracias a una moderna estructura metálica, a manera de techo, que cubre por completo la zona arqueológica

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